MyTO

Oltra que tal

«Lady Oltra no es más que un ejemplo posible de la calaña de apoyos que los socialistas de Sánchez se han buscado para gobernar»

Opinión

Mónica Oltra, durante un acto de Compromís. | Jorge Gil (Europa Press)

  • Fernando Fernández-Savater Martín (San Sebastián, 21 de junio de 1947) es un filósofo y escritor español. Aficionado a las carreras de caballos y lector de Borges. Fue profesor de Filosofía. Destaca en el ámbito del ensayo y el artículo periodístico, y además, ha incursionado en la novela y el género dramático.

En su llorosa y rabiosa declaración después de haber tenido que dimitir de su elevado y suculentamente remunerado puesto en la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra se preguntaba qué cojones pasa en este país. Ella se refería a su propia defenestración y casos semejantes en que los «malos poderosos» hubiesen derrotado a los paladines de la defensa de los desfavorecidos contra la opresión del fascismo y la ultraderecha. Y en efecto deberíamos preguntarnos qué cojones pasa en este país en el que gente como Lady Oltra pasan por «progresistas» dedicándose al linchamiento moral de sus rivales políticos porque son de derechas –como si eso estuviera prohibido o fuese peor que ser de izquierdas-, y encubriendo los miserables abusos ilegales de su parentela, siendo doloroso ejemplo del parangón de izquierdas la propia Lady Oltra. Qué cojones pasa aquí para que sectarios fanáticos como ella impidan que los niños valencianos (o catalanes, o vascos) estudien en la lengua común de su país, si quieren, y no en la lengua propia de su comunidad, que es optativa. Hasta cuándo tendremos que aguantar que los intelectuales melifluos del progresismo light digan meneando la vacua cabecita que no hay que politizar las lenguas y que las sentencias judiciales que exigen al menos el 25% de enseñanza en castellano (¿y por qué no el 50% o el 75%, cuando el derecho constitucional es del 100%?) no comprenden bien las sutilezas de los centros educativos, sobre todo aquellos que están sometidos a la hegemonía nacionalista. Los mismos que se regodean en libros de texto que presentan a España y Cataluña como estados diferentes, aún mas como enemigos  porque la xenófoba España persigue los derechos y libertades catalanas, defendidos por una izquierda emancipadora frente a una derecha tiránica. Estas visiones sesgadas, denunciadas en el Parlament por el sindicato de profesores de secundaria AMES, no han merecido la atención de los intelectuales melifluos antedichos, preocupados principalmente porque no se politice lo ya políticamente manipulado, no vayamos a caer en las garras de Vox. Por no hablar de la demanda de que se permita utilizar en el Parlamento todas las lenguas regionales, las auténticas y algunas bufonescas  como el «aragonés» del inefable –en cualquier fabla- Echenique, para subvertir la función política de la lengua común y así convertir en una asamblea de reinos de taifas el máximo órgano legislativo de un Estado de Derecho. En efecto, tiene razón Lady Oltra: ¿qué cojones pasa en este país?

La forzada dimisión de Lady Oltra, una destitución en realidad, ha sido deplorada en todos los tonos por la piara gubernamental. Yo la hubiera destituido no sólo por el vil encubrimiento de los abusos de su ex –marido a costa de una menor que tenía obligación de tutelar (comportamiento que no ha despertado reproche en las inquisidoras del me too, selectivas en sus escándalos) sino por el bailecito que se marcó rodeada por otros picatostes valencianos. Y eso después de asegurar que no pensaba dejar su cargo (otros lo pensaron por ella) «por ética, política y estética». En cuestiones de ética y política prefiero no meterme, a saber lo que entenderá Milady por esas palabras, pero lo de la estética no se puede dejar pasar: mire, señora, cuando se tiene la pinta que tiene usted y se dan esos saltitos obscenos en público, aunque sea un público idiota, no se puede pronunciar la palabra «estética» sin incurrir en pecado mortal. Pero Lady Oltra no es más que un ejemplo posible de la calaña de apoyos que los socialistas de Sánchez se han buscado para gobernar. Los llamé «hez política» en la columna escrita para un diario nacional y enseguida protestaron por internet esos izquierdistas de guardia que siendo cuatro saben aparentar ser 400 con un sabio manejo de la red. Pues me reafirmo: son la hez y, para precisar más, la hez y el martillo. Responden sin duda a la descripción que da Iñaki Arteta en su excelente libro Historia de un vasco: «La voluntad de imponer ideas totalitarias a cualquier precio, de homogeneizar sociedades, de eliminar disidentes, está en el género humano. En lo peor del ser humano».

21 comentarios
  1. Psilvia

    Así es, Fernando. Oltra que tal baila! Y lo peor es que no baila sola. La acompañan en el silencio cómplice todas las me too, las colau, las montero y las díaz del turno que se autoproclaman «progresistas de izquierdas» con sus postulados de igualdad y defensa de las libertades personales y colectivas, aunque sus acciones más bien las delaten como abanderadas de la hez y el martillo.

    Lady Oltra no quería dejar el cargo por una causa noble como la defensa de la democracia, por una cuestión de «ética, política y estética». El eco de las palabras de Oltra todavía resuena en la sabiduría popular: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces»
    Y sí, Fernando, qué pasa en este país para que se dé un conformismo tan complaciente con los cuentos del progresista, qué pasa en este país para que se traguen sus heces sin rechistar o se envuelva en papel de regalo.
    La única coherencia que encuentro en el predicamento de de los que se auto-proclaman progresistas o de los que los defienden es que el progreso y avance social en un sentido amplio solo funciona para ellos y no para el resto.
    Si Ortega viviera en este siglo y observara a los progresistas de salón en su hábitat político se reafirmaría en su ensayo: «Nada moderno y muy siglo XX»

  2. Derry

    Genial!!, Sr. Savater. Calificarles como «público idiota» e «intelectuales melifluos» es ser excesivamente indulgente, pero podemos admitirlo en pro de la moderación. Son la hez y el martillo que idolatran ideologías genocidas como el comunismo, ideologías en las que se apoyan para conseguir miles de votos de «publico idiota» que vota con la vesícula biliar y/o las pezuñas.

  3. Irrisormundi

    Don Fernando, no sé si vio ayer la comparecencia urbi et orbi (o sea, para cuatro gatos) de Sanchez. Estuvo absolutamente desatado, pero contenido. Nos propinó una alocución de caracter paranoico como no se ha escuchado nunca a un presidente del gobierno español en democracia. Sanchez habla ya como un dictadorzuelo bananero de extrema izquierda. Se presentó como víctima de oscuros poderes económicos y mediáticos que quieren quebrar al gobierno más progresista del Universo -y nadie le recordó que ningun gobierno ha tenido más control mediático que el suyo, que tiene a su favor las televisiones publicas y las 4 privadas del duopolio italocatalán: atresmedia y mediaset. Es verdad que Vicente Vallés le da uno que otro pellizquito de monja en su telediario de A3, pero no es mennos verdad que deben dolerle mucho porque ya quiere cargarse al pellizcador Vallés. No le basta con sus sicarios de la 4 o la 1 o la sexta, full time dedicados a demonizar y perseguir a politicos del PP; ahora quiere convertir Tele5 en otra Tele6. Sanchez se manifestó como un Robin Hood que le para los pies y saquea el bolsillo de las malditas elétricas, a las que va a imponer un impuestazo de 200 millones de euros -y ningún periodista le recordó que ese impuestazo lo vamos a pagar los sufridos consumidores, porque las electricas repercutiran el impuestazo en la factura del consumidor. Por supuesto, nadie le recordó que cuando conquista el Poder con sus ultraprogresistas aliados, habia en España 8 millones de personas en riesgo de exclusión severa; ahora, casualmente, hay 11 millones y las colas del hambre dan tanta verguenza ajena que no se ven en ninguna television publica o privada del, Régimen

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