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ETA ya no mata

«A la izquierda abertzale post-ETA se le ha exigido muy poco en su tránsito a la política institucional y la normalización»

Opinión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la segunda jornada de la 26 edición del Debate sobre el Estado de la Nación. | Eduardo Parra (EP)

  • Periodista y miembro de la redacción de ‘Letras Libres’ y autor de ‘Mi padre alemán’ (Libros del Asteroide, 2023).

Es obvio que ya no mata. Pero la insistencia en que ya no lo hace es a menudo una manera de justificar todo lo que hacen sus herederos políticos. Es lo que hizo el otro día Pedro Sánchez en respuesta a Inés Arrimadas en el Congreso, durante el Debate sobre el estado de la Nación: «Tengo una mala noticia para ustedes: ETA ya no existe». En la izquierda sigue presente la idea de que a la derecha le gustaría que volviera ETA a la violencia para así poder tener a la banda terrorista de enemiga. Es una idea cínica y perversa. La derecha, según esta tesis, no quiere mirar al futuro y asumir que ETA ya no mata. Y como ya no mata, no hay nada más de lo que hablar. ¿Los ongi etorris? No sé de qué me habla. ¿Las Herriko Tabernas? Tampoco. ¿»Condenamos todas las violencias»? Nada de lo que hablar. Para un sector de la izquierda, incluso criticar el supremacismo inherente a la ideología abertzale es algo inaceptable, es no aceptar que ETA ya ha desaparecido. 

El uso de la violencia en defensa de unas ideas ya las invalida; pero una mala idea es mala incluso aunque se defienda pacíficamente. Parece que como la izquierda abertzale ya no justifica secuestros y asesinatos sus ideas son inmediatamente aceptables. A la izquierda abertzale post-ETA se le ha exigido muy poco en su tránsito a la política institucional y la normalización: la renuncia de la violencia política, y nada más. Cuando alguien señala la inmoralidad de Bildu, siempre sale algún listillo que responde: ¿es que prefieres que sigan matando? Qué concepción más pobre y siniestra tenemos de la democracia si pensamos así. 

«Defender como un logro que ETA ya no mata también fue útil durante un tiempo, pero no podemos quedarnos ahí»

Claro que ETA ya no mata. ¿Quién no se alegra de eso? (Posiblemente más gente de la izquierda abertzale de la que nos gustaría). Pero sus ideas siguen vivas. El otro día, en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua, Pedro Sánchez dijo: «Si hoy España y Euskadi son dos países libres…». Como ha escrito Rubén Sáez Carrasco, es «la victoria simbólica del lenguaje a cambio de unas migajas». En Euskadi no ha habido una «desnazificación». Hemos comprado el relato de que como ETA ha desaparecido, sus ideas también. Como si ETA no tuviera una historia, unos referentes, como si hubiera sido simplemente una explosión nihilista de violencia sin arraigo en el territorio. 

Luego está la cuestión del olvido. Hay que olvidar una banda terrorista que hace apenas catorce años (en las elecciones de 2008) mató a un concejal en unas elecciones generales. En cambio, no hay que olvidar lo que ocurrió en 1936. En realidad no hay que olvidar ni una cosa ni la otra, pero llama la atención el esfuerzo de abstracción y viaje en el tiempo que hacen muchos para no tener que juzgar lo que vivimos en nuestras carnes (es un poco parecido a quienes son expertos en Orbán pero miran a otro lado cuando pasa algo parecido cerca). Es algo que ha señalado Juan Claudio de Ramón: «Los mismos partidos que no aceptan un reparto de culpas durante la Guerra Civil, desean repartirlas en el caso de Euskadi, donde sí procede hablar de ‘conflicto’, ‘bandos’ y de ‘superar todas las violencias’; en una balanza, la fuerza legal e ilegal que el Estado democrático ejerció reprimiendo los crímenes de ETA pesaría lo mismo que la violencia terrorista. Incluso quienes en su fuero interno dudan de esta nivelación se avienen a usar un lenguaje equiparador para facilitar la ‘convivencia’ en el ‘tiempo nuevo'». 

El pacto de silencio de la Transición fue útil durante un tiempo. Ya somos una democracia madura. Podemos hablar de la guerra civil. Defender como un logro que ETA ya no mata también fue útil durante un tiempo. Pero no podemos quedarnos ahí. ETA tenía unas ideas. Vamos a debatirlas y ver si siguen implantadas en la sociedad donde surgieron.

4 comentarios
  1. ToniPino

    Sobre el comentario referido a García Domínguez, quien abandonó el PSC por cómo se celebró en el partido un asesinato de ETA fue Juan Carlos Girauta, que fue de Ciudadanos, y que también abandonó tras la dimisión de Rivera. No me suena que García Domínguez hiciera lo mismo.

    En cuanto al artículo, hay un cinismo enorme en decir que ETA ya no existe y, por tanto, hay que silenciar su historia y viles crímenes, y a la vez explotar políticamente a Franco, que dejó de existir mucho antes. Todas las víctimas de la guerra civil de ambos bandos, del franquismo, de ETA y de otras organizaciones terroristas deberían merecer nuestro recuerdo y reconocimiento, pero si hay personas que solo pueden rendir homenaje a las víctimas afines ideológicamente, convendría no explotarlas políticamente contra el adversario, pues es totalmente despreciable, nos divide, nos crispa y entorpece la convivencia.

  2. malusa

    ETA ni mata ni existe. Franco sí? Qué discurso más vacío de Sánchez y su panda terrorista, como siempre subiendo impuestos a los ricos, a los que les da igual pero no a la gente que trabaja y recibe su pensión.
    ELECCIONES YAAA¡¡¡¡¡¡¡

  3. Pasmao

    Su titular es equívoco.

    ETA YA NO NECESITA MATAR

    Habría estado mucho mejor. Porque no usan este segundo es lo que mosquea. Recordemos que ETA sobrevivió porque desde una parte muy imprtante de la izquierda, PSOE incluido, se la legitimó ya en «democracia» con el discurso de que ahora no tocaba pero con Franco si.

    E incluso en democracia se llegaron a jalear algunos de sus asesinatos. Pregunte al señor García Dominguez, que escribe aquí y no es de VOX, porque dejo el PSC. Tiene que ver, le anticipo, con como se jaleó un asesinato de ETA y él no quiso seguir en una organizaciñon que no se desmarcaba de eso sino que hacía lo contrario. Años 80.

    Después fue Zapatero quien le hizo la respiracion asistida a una ETA, ya mas para allá que para acá, para resucitarla y así poder arrogarse una «paz» (Loyola) con la que ustedes los de izquierdas estaban muy a gusto. Porque en el fondo les preocupaba que ETA pasara al imaginario como una banda terroista derotada por un gobierno de derechas y no asimilada con una paz falsa «a la sociedad » como un hijo pródigo cualquiera. A manos de un gobierno de izquierdas.

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