THE OBJECTIVE
Ricardo Dudda

ETA ya no mata

«A la izquierda abertzale post-ETA se le ha exigido muy poco en su tránsito a la política institucional y la normalización»

Opinión
4 comentarios
ETA ya no mata

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la segunda jornada de la 26 edición del Debate sobre el Estado de la Nación. | Eduardo Parra (EP)

Es obvio que ya no mata. Pero la insistencia en que ya no lo hace es a menudo una manera de justificar todo lo que hacen sus herederos políticos. Es lo que hizo el otro día Pedro Sánchez en respuesta a Inés Arrimadas en el Congreso, durante el Debate sobre el estado de la Nación: «Tengo una mala noticia para ustedes: ETA ya no existe». En la izquierda sigue presente la idea de que a la derecha le gustaría que volviera ETA a la violencia para así poder tener a la banda terrorista de enemiga. Es una idea cínica y perversa. La derecha, según esta tesis, no quiere mirar al futuro y asumir que ETA ya no mata. Y como ya no mata, no hay nada más de lo que hablar. ¿Los ongi etorris? No sé de qué me habla. ¿Las Herriko Tabernas? Tampoco. ¿»Condenamos todas las violencias»? Nada de lo que hablar. Para un sector de la izquierda, incluso criticar el supremacismo inherente a la ideología abertzale es algo inaceptable, es no aceptar que ETA ya ha desaparecido. 

El uso de la violencia en defensa de unas ideas ya las invalida; pero una mala idea es mala incluso aunque se defienda pacíficamente. Parece que como la izquierda abertzale ya no justifica secuestros y asesinatos sus ideas son inmediatamente aceptables. A la izquierda abertzale post-ETA se le ha exigido muy poco en su tránsito a la política institucional y la normalización: la renuncia de la violencia política, y nada más. Cuando alguien señala la inmoralidad de Bildu, siempre sale algún listillo que responde: ¿es que prefieres que sigan matando? Qué concepción más pobre y siniestra tenemos de la democracia si pensamos así. 

«Defender como un logro que ETA ya no mata también fue útil durante un tiempo, pero no podemos quedarnos ahí»

Claro que ETA ya no mata. ¿Quién no se alegra de eso? (Posiblemente más gente de la izquierda abertzale de la que nos gustaría). Pero sus ideas siguen vivas. El otro día, en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua, Pedro Sánchez dijo: «Si hoy España y Euskadi son dos países libres…». Como ha escrito Rubén Sáez Carrasco, es «la victoria simbólica del lenguaje a cambio de unas migajas». En Euskadi no ha habido una «desnazificación». Hemos comprado el relato de que como ETA ha desaparecido, sus ideas también. Como si ETA no tuviera una historia, unos referentes, como si hubiera sido simplemente una explosión nihilista de violencia sin arraigo en el territorio. 

Luego está la cuestión del olvido. Hay que olvidar una banda terrorista que hace apenas catorce años (en las elecciones de 2008) mató a un concejal en unas elecciones generales. En cambio, no hay que olvidar lo que ocurrió en 1936. En realidad no hay que olvidar ni una cosa ni la otra, pero llama la atención el esfuerzo de abstracción y viaje en el tiempo que hacen muchos para no tener que juzgar lo que vivimos en nuestras carnes (es un poco parecido a quienes son expertos en Orbán pero miran a otro lado cuando pasa algo parecido cerca). Es algo que ha señalado Juan Claudio de Ramón: «Los mismos partidos que no aceptan un reparto de culpas durante la Guerra Civil, desean repartirlas en el caso de Euskadi, donde sí procede hablar de ‘conflicto’, ‘bandos’ y de ‘superar todas las violencias’; en una balanza, la fuerza legal e ilegal que el Estado democrático ejerció reprimiendo los crímenes de ETA pesaría lo mismo que la violencia terrorista. Incluso quienes en su fuero interno dudan de esta nivelación se avienen a usar un lenguaje equiparador para facilitar la ‘convivencia’ en el ‘tiempo nuevo'». 

El pacto de silencio de la Transición fue útil durante un tiempo. Ya somos una democracia madura. Podemos hablar de la guerra civil. Defender como un logro que ETA ya no mata también fue útil durante un tiempo. Pero no podemos quedarnos ahí. ETA tenía unas ideas. Vamos a debatirlas y ver si siguen implantadas en la sociedad donde surgieron.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D