MyTO

El PSOEcidio

«La lista de damnificados con pedigree überpedrista y hoja de servicios ultrasanchista es tan enorme que con ella podría llenarse el Santiago Bernabéu»

Opinión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez | Alberto Ortega (Europa Press)

  • Fundador y Director General de la compañía de consultoría estratégica Redlines.
    Ha dirigido campañas electorales tanto en España como en diversos países de América latina, y es analista político habitual en diversos medios de comunicación.
    Es autor de los libros : «Guía práctica para abrir Gobiernos» (Goberna, 2015), «Otro Gobierno» (Algón Editores 2012), y «Open Government – Gobierno Abierto» (Algón Editores, 2010).
    Le encantan los platos de cuchara, sufre con cada partido del Athletic de Bilbao y no se pierde un concierto de Los Planetas.

Si algo pone de manifiesto la (de momento) última la purga interna que ha ejecutado Pedro Sánchez con mano de hierro es que el PSOE, bajo su reinado absoluto, ha dejado de ser un instrumento colectivo de transformación social para convertirse en una herramienta unipersonal al servicio de un político que no tiene más proyecto que él mismo y no profesa otra lealtad que a su persona. 

En un pogromo digno de un cruel y refinado mandarín asiático, Sánchez ha presentado una enmienda a la totalidad al pedrismo fusilando al amanecer a sus últimos fieles; ya no queda vivo en su entorno prácticamente nadie del grupo de incontenibles juramentados en los que se apoyó para hacerse con las riendas del PSOE a lomos del ¡no es no!, del ¡somos la izquierda! o de los ¡militantes en pie! a los que engañó (y sobre todo se autoengañaron) para que le otorgasen más poder del que ha tenido ningún secretario general en la historia del PSOE. Un poder absoluto que Sánchez no ha dudado en utilizar para expulsar a todos ellos a las tinieblas exteriores sin mover un solo músculo de la cara cuando han dejado de resultarle útiles. 

Ábalos, Lastra, Calvo, Elorza, Redondo, Salazar, Sicilia, un tal Gómez… la lista de damnificados con pedigree überpedrista y hoja de servicios ultrasanchista es tan enorme que con ella podría llenarse perfectamente las gradas del estadio Santiago Bernabéu. Y me temo que aún faltaría sitio. 

«El Partido Socialista se ha convertido en una caricatura cruelmente desfigurada de lo que un día fue la organización política a la que toda la socialdemocracia europea quería parecerse»

Por el camino y gracias tanto a Sánchez como a todos ellos (no lo olvidemos, cooperadores necesarios y corresponsables todos del PSOEcidio), el Partido Socialista se ha convertido en un zombie irreconocible, una caricatura cruelmente desfigurada de lo que un día fue la organización política a la que toda la socialdemocracia europea quería parecerse y que el pasado sábado no fue capaz ni siquiera de lanzar ni una mínima protesta cosmética ante el crimen de lesa liturgia que supuso la ascensión de los nuevos designados digitales de Sánchez a la mesa de la ejecutiva socialista antes de haber sido votados por los miembros del Comité Federal.  

Nuevos designados como Patxi López o Pilar Alegría que a pesar de que en la comparación con los cesados nos parezcan hoy Winston Churchill o Golda Meir redivivos y de que estoy seguro de que van a ser mucho más eficaces que ellos en sus encomiendas políticas, no son en estas circunstancias y en este PSOE  más que carne de cañón dispuesta al sacrificio en cuanto comience la tortura china de las encuestas y, sobre todo, en cuanto los socialistas reciban el varapalo electoral que necesariamente van a sufrir en las próximas elecciones municipales y autonómicas, algo a lo que sin duda va a contribuir el error estratégico de realizar estos cambios en pleno mes de julio con la mitad del país de vacaciones y la otra mitad a punto de cogerlas. 

«Cada vez estamos más cerca de que la mayoría de votantes socialistas reparen en que, a lo mejor, el problema fundamental es Pedro Sánchez»

Porque miren ustedes, por muchos cambios que se realicen, por mucho que se invierta en ablandar la voluntad de los votantes y por mucho esfuerzo que le pongan los nuevos equipos de Moncloa y Ferraz, la peor noticia para Sánchez es que tras traicionar a quienes le encumbraron y colocar a algunos de entre los más dóciles sus antiguos rivales internos al frente del partido y del gobierno, cada vez estamos más cerca de que la mayoría de votantes socialistas reparen en que, a lo mejor, el problema fundamental no es ni Lastra, ni Ábalos, ni Calvo, ni Elorza, ni Redondo, ni Salazar, ni Sicilia ni por su puesto ese tal Gómez al que nadie conoce, sino Pedro Sánchez. Solo Pedro Sánchez. 

Sánchez lanza la precampaña electoral y pasa de puntillas por la crisis del PSOESánchez lanza la precampaña electoral y pasa de puntillas por la crisis del PSOE
14 comentarios
  1. ElAgrimensor

    Rubalcaba, ese señor mas bien feote de ojos muy vivos y verbo ágil e inteligente y que argumentaba como nadie, lo dijo: Frankenstein. El monstruo se presentaba con buena planta, los trajes le sentaban como un guante, bien parecido, largaba con bastante soltura, siempre sonriente y cordial, tan buena facha no podía ser una aberración, no podía ser Frankenstein. La militancia del PSOE picó el anzuelo y alguna embobada se lo dio todo -políticamente hablando claro-, pues ahí lo tenemos, sarna con gusto no pica y los demás a rascarse hasta hacerse sangre. Cuando todo esto pase qué quedará del partido centenario amiga Ma. Jesús.

  2. ToniPino

    Todos los socialistas sabían que la única forma que tenía el PSOE de gobernar era mediante el pacto con Podemos, Bildu y los separatistas catalanes, es decir, mediante Frankenstein, pero el aparato del partido no se atrevía a llevarlo a cabo por los riesgos y peligros que entrañaba para España y el propio partido.

    Solo Sánchez, un político infame, muy ambicioso y sin escrúpulos, se atrevía a esa alianza nefasta. Tras su defenestración, las bases del PSOE le auparon de nuevo para llevar al partido a La Moncloa. El voto es muy respetable, pero me pregunto si en este caso extremo los militantes que votaron a Sánchez en las primarias y los votantes del PSOE en las generales no tienen también su parte de responsabilidad en el daño que Sánchez ha infligido a nuestro país, pues sabían de antemano que votaban a Frankenstein con todo lo que eso significa.

    Es posible que muchos no fueran conscientes del peligro y otros creyeran sinceramente que Sánchez era lo mejor para España (lo que tenemos que respetar), pero quienes se hayan sentido defraudados por la política sanchista o ahora crean que se equivocaron, en las próximas elecciones tienen la oportunidad de corregir su error.

  3. tonocrespo

    Pero los socialistas no conocen al Narciso ególatra? .No se acuerdan del intento de pucherazo en el comité central. ANDA YAAAA,

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