El asedio al español no es solo en Cataluña
«En Cataluña el español se encuentra asediado. Pero no menos en Baleares. No lo olvidemos»
El Gobierno de España ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Cataluña para la protección del catalán, lo que implica un respaldo a la ley que elimina la obligatoriedad de impartir en castellano, como mínimo, el 25% de las clases. Y mientras esto ocurre y el Tribunal Constitucional se pronuncia, la Generalitat aprovecha para arrumbar al castellano en los centros educativos e imponer como lengua vehicular el catalán a todos los estudiantes. Pero no voy a hablar de Cataluña, no porque no sea necesario, que lo es, sino porque voy a hablarles de otra parte de nuestro territorio afectada por esto y de la que poco -o nada- se habla: las Islas Baleares. Y lo haré contándoles tres casos que conozco de primerísima mano y muy recientes:
«Cuando el niño pregunta cualquier duda a la profesora, en clase o en el patio, esta le contesta «no t’entenc» y se lo repite»
1. El hijo de R, de 8 años, habla en castellano habitualmente. Su padre es argentino, R mallorquina y hablan entre ellos y con el niño en castellano desde siempre. Asiste a un colegio público en un pequeño pueblo de la Tramontana. Cuando el niño pregunta cualquier duda a la profesora, en clase o en el patio, esta le contesta «no t’entenc» y se lo repite, una y otra vez, hasta que el crío, con la dificultad de que no es su lengua materna, se dirige a ella en catalán. Les han llamado del colegio para decirles que el niño va retrasado en sus estudios por el idioma -si contesta en castellano, la respuesta es incorrecta- y les ha «sugerido» que, ya que ella es mallorquina, se dirija al niño «siempre» en catalán, en la intimidad, para que este «se esfuerce y lo normalice».
2. K y L son alemanes. Viven en Mallorca por su trabajo y tienen dos hijos pequeños que acuden a un colegio público en Part Forana. Las circulares del colegio, los grupos de whatsapps de padres, los mails, los requerimientos y las notificaciones son en catalán. Los niños y algunos amigos les ayudan a traducirlos y entenderlos. No pueden ayudar a sus hijos con los deberes del colegio y no entienden absolutamente nada en las reuniones presenciales, que son en catalán y la profesora se niega a cambiar de idioma, pese a que hay más padres extranjeros que ya están haciendo el esfuerzo de aprender español y comunicarse en esta lengua, oficial en el territorio. Algunos padres les traducen en voz baja o les hacen luego un resumen de lo importante.
3. S es catalana castellanohablante y su pareja, T, mallorquín catalanohablante. Ella habla con sus hijos en castellano y él en mallorquín. Entre ellos hablan en español. Acuden a un colegio público en el que la lengua vehicular es el catalán. Como en todos los colegios públicos, en realidad. Los niños no quieren que les ayude con los deberes porque, si lo memorizan en castellano, en el colegio, luego, no dan la respuesta por correcta. Aunque entiende el catalán perfectamente no lo habla, así que en las reuniones contesta en castellano y algunas de las profesoras se han negado a responderle pidiéndole que «haga el esfuerzo». Es su pareja, finalmente, quien acude. Cuando ha escrito al colegio en castellano solicitando una información no ha recibido respuesta, siendo los mails contestados sin problema cuando los ha remitido en catalán el padre de los niños.
Todos ellos me han autorizado a contar su experiencia siempre que omitiese sus nombres, los de los niños y los de las localidades donde estos asisten al colegio. No quieren problemas. Estoy segura de que, como estas que yo conozco, hay muchas más historias. Y también las hay, doy fe pues también conozco algunas, de padres satisfechos y orgullosos porque sus hijos reciben todas sus clases en catalán. La diferencia es que estos últimos no tienen que preocuparse porque sus retoños puedan expresarse con total libertad en su lengua -oficial- dentro de su propio país -España-. Nadie les va a decir «no te entiendo» y les va a negar la respuesta o el amparo. No hay peligro de que se retrasen en sus estudios porque tengan que hacer un esfuerzo extra porque las clases no las reciben en una lengua que, no olvidemos, es oficial. La verdad es que no tengo yo tan claro quién necesita protección aquí como parece tenerlo nuestro Gobierno.
Y sí, en Cataluña el español se encuentra asediado. Pero no menos en Baleares. No lo olvidemos.