MyTO

Hermana, yo no te creo

«Lo inquietante de esta izquierda clerical es que cuestione la libertad de todos y esté consagrando la idea de que sólo hay que tolerar a los tuyos»

Opinión

Una imagen del polémico vídeo del Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid. | Europa Press

  • Málaga, 1966. Ha sido columnista en El País, El Mundo, Vocento y escribe para Joly; es comentarista político en Herrera en Cope y director de Mesa de Análisis en Canal Sur. Profesor Titular de Comunicación (UMA). Libros: El artículo de opinión, El periodismo débil…

Uno de los eslóganes de mayor éxito del sanchismopodemismo es: «Hermana, yo sí te creo». Como cabía esperar, solo era cuestión de tiempo tener la frase completa: «Hermana, yo sí te creo… mientras defiendas lo que yo defiendo».

De todas las imposturas que quedan tras el episodio chusco del Colegio Mayor Elías Ahúja, esta es seguramente la de mayor calado, y ya es decir, a la vista del catálogo delirante de fantasmagorías desde una clase dirigente casi al completo elevando los aullidos de testosterona adolescente a drama nacional hasta la investigación de la Fiscalía por delitos de odio. El cortejo asilvestrado de la chavalería se ha convertido en un esperpento valleinclanesco.

Y de repente ahí apareció la respuesta de las chicas del Santa Mónica declarando, con cierta perplejidad, que ese grito de los verracos inmaduros de enfrente sólo era un juego colegial de balconada a balconada. En ese punto debieron callarse, avergonzados, todos los idiotas que se habían lanzado a una caza de brujas o de niñatos. Esas chicas de dieciocho o veinte les estaban recordando que la comunicación se materializa en el receptor, que sabe cómo interpretar el mensaje que le dirigen no sólo por la literalidad del diccionario de la RAE sino por el contexto. Un ejemplo básico para la tropa: si alguien lee «Veneno» en el bote de un laboratorio químico, sabe que eso significa peligro amenazante; pero si alguien lee «Veneno» en el bote de una perfumería sabe que eso significa seducción sofisticada. El contexto es esencial en la competencia comunicativa.

«Este es el ridículo de lo sucedido: las jefazas oficiales del feminismo negándoles a la chicas que pudieran pensar por sí mismas»

Otra cosa es la pandilla de incompetentes que creen que sus postulados ideológicos, sus mandamientos morales o su instinto oportunista prevalece sobre la realidad. Pero ahí estaban las veinteañeras dando una lección a la clase política y a la curia mediática: para interpretar un mensaje uno se guía por la experiencia sociocomunicativa y dispone de metarreglas, porque la comunicación es algo más que bits  y no se pueden establecer significados al margen de las relaciones socioculturales. Efectivamente es lo que permitía a cualquiera entender, en su día, que Iglesias no pretendía azotar hasta sangrar a una presentadora de televisión. Y esas muchachas habían entendido que sus amigos, hermanos, novios o esos tipos que se cruzaban en el barrio o en las facultades, estaban simplemente citándolas a un cortejo sexual provocador cuyo máximo pecado es no haber tenido el ingenio mínimo para hacer siquiera un pareado elemental rimando con capea. Pero háblale de esto a esas monjas alférez del feminismo con talante de clérigas implacables.

Este es el ridículo tragicómico de lo sucedido: las jefazas oficiales del feminismo negándoles a las chicas que pudieran pensar por sí mismas. Se ha pasado del paternalismo al maternalismo; por cierto muy semejante al paternalismo machista de siempre, que aspiraba a prescribir a las mujeres cómo actuar, cómo pensar, cómo vestir, pero ahora bajo la batuta de mujeres con espíritu ayatolá.

«Es innecesario señalar el modo en que esa clase política y mediática mira para otro lado ante la violencia nacionalista»

Este lunes, en una cadena de radio, se hablaba del «vídeo aterrador del Colegio Mayor». ¿De verdad? ¿Esto es lo que entienden por terror? Es innecesario apelar a Irán, o incluso señalar el modo en que esa clase política y mediática mira para otro lado ante la violencia nacionalista en la universidad catalana –violencia real– por no mencionar los ongietorris en el País Vasco. Pero ahí estaban las ministras hablando de «terrorismo sexual» –sí, terrorismo de los muchachos con espinillas del colegio mayor– y de  «cultura de la violación». La inefable titular de Igualdad leyó las palabras de los chavales en el Congreso con delectación enfermiza, y vio ahí «la intimidación y el miedo para que las mujeres no tengamos margen para decidir». Como diría el castizo, hay que joderse y agarrase para no caerse.

Esas muchachas han aprendido una buena lección. Juana Rivas es «hermana, yo sí te creo» aunque haya cometido delitos. La víctima del marido de Mónica Oltra es «hermana, yo no te creo» aunque fuese víctima de graves delitos. Esto se regula por afinidades ideológicas. Las mismas que permiten justificar las letras de Valtonyc («que explote un bus del PP con nitroglicerina cargada»; «Sofía en una moneda pero fusilada»; «A ver si ETA pone una bomba y explota», «todos aquellos que tienen miedo cuando arrancan su coche, que sepan que cuando revienten sus costillas, brindaremos con champán»… ) pero condenar el bullshit de Los Meconios; escandalizarse del tuit bobo de Casillas del «soy gay» pero no si es un tuit sobre Irene Villa o un torero corneado. Los gritos del balcón no se juzgan por los gritos, sino por el balcón: colegio de niños bien.

A sus destinatarias, por pensar por ellas mismas libremente, les esperaba el «hermana, yo no te creo». Ninguna sorpresa, por demás. Lo inquietante de esta izquierda clerical es que haya llegado a cuestionar la libertad de todos, que exige convivir también con lo que te disgusta, y esté consagrando la idea de que solo hay que tolerar a los tuyos.

17 comentarios
  1. Pedrol

    A este nivel de tontuna enfermiza nos quieren trasladar. » Izquierda clerical», buenísimo

  2. 23xtc

    Juana Rivas está indignada, sus hermanas de THEMIS no han conseguido condenar al juez de Granada por prevaricación. Juana Rivas tiene el apoyo de Griso su equipo y tertulianos como Lucia, Ana Pastor, Ana Bernal, Sandra Palo, Ana Rosa y su equipo y tertulianos.

    Rivas en Italia perdió la custodia, la perito judicial la inhabilito eso preocupo a Delgado y el gobierno, a las THEMIS. Rivas es solo cosa de ellas y no es necesario que nadie en las tertulias diga la verdad en España, «ARCURI MALTRATADOR» y punto en boca.

    ES TAL EL PESEBRISMO DE ESTA PROFESIÓN DEL PERIODISMO QUE NADIE SE HA ATREVIDO A DECIR DE DONDE SACÓ LA PASTA JUANA RIVAS, SOLO TIENE UNA PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA COMO SE DEMOSTRO EN LA CONDENA

  3. 23xtc

    Sr Tertuliano diga que programa de radio y quienes, todos o políticos o tertulianos o periodistas, diga nombres. Si no será usted ese que tita la piedra y esconder la mano.

    En el Cascabel del fan….a Antonio Jiménez también se habló el jueves pasado. La ultra hembrista Ainhoa lanzo sus acusaciones claras y directas, el presentador no tuvo valor para hacerla callar, COMO SI HACE CUANDO LE CONVIENE, fue la voluntad de cada individuo que participó asentir y seguir la huella o negarla.

    El miedo y el pesebrismo es la ley no escrita en el periodismo hispano y universal, no se dice nada que la «editorial» del medio y el director del programa de tertulia no quiere que se diga.

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