Abascal al rescate
«Lo de Carla Toscano no fue un error, sino que forma parte de la estrategia que la Voxschaft lleva desarrollando desde su nacimiento»
No falla, en cuanto al gobierno de Pedro Sánchez comienzan a acumulársele los problemas o se acerca una convocatoria electoral -o preferiblemente ambas cosas a la vez- quien acude raudo al rescate no es otro que Santiago Abascal.
Ya sucedió en las pasadas elecciones generales, en la moción de censura presentada por el conducator del partido nacionalpopulista con el objeto de segar la hierba bajo los pies de Pablo Casado, en la votación de los fondos europeos y en decenas de ocasiones más: a la que el Partido Popular comienza a coger un poco aire en los sondeos, la alegre muchachada hispano-trumpista de Abascal y cia otea el horizonte, tira de su fino olfato político y se lanza a sin freno alguno por la pendiente de la hipérbole, embistiendo con la cuerna baja el capote con el que Sánchez les cita desde los medios. Una vez. Y otra vez. Y otra. Y otra. Y otra.
El último -de momento- de estos esforzados rescates lo perpetró la pasada semana en el Congreso la diputada voxera Carla Toscano, quien en uno de los discursos más bochornosos nunca realizados en el hemiciclo consiguió con sus insultos machistas y su tono de spaghetti western despertar una inesperada e inesperable ola de solidaridad que ha conseguido tanto rehabilitar en cierto modo la figura de una Irene Montero carbonizada por las decenas de violadores que están saliendo de la cárcel gracias a su ‘ley del solo sí es sí’, como movilizar a una izquierda que abochornada por tanto dislate podemita estaba deslizándose en masa hacia la abstención.
Pero desengáñense, por mucho que los desvergonzados palmeros mediáticos de la banda de Abascal traten de convencerles de lo contrario, lo de Carla Toscano no fue un error, sino que forma parte de la estrategia que la Voxschaft lleva desarrollando desde su nacimiento y que pasa por promocionar de forma irresponsable la polarización política en nuestro país con el fin explícito y evidente de lograr los réditos electorales que de otra forma son incapaces de lograr.
«La dirección política de Vox es plenamente consciente de que la supervivencia de su proyecto se vería seriamente comprometida bajo la hegemonía del PP»
Dicho de otra forma y para que se me entienda, la dirección política de Vox es plenamente consciente -y además acierta plenamente en su análisis- de que tanto la supervivencia de su proyecto como los centenares de sueldos públicos que ya lo adornan se verían seriamente comprometidos bajo la hegemonía del Partido Popular, por lo que han decidido convertirse en los principales agentes movilizadores de Pedro Sánchez y los suyos, de tal forma que no van a parar de soltar chaladuras hasta que consigan que ni un solo votante de izquierdas se quede en su casa en las próximas elecciones por miedo a que el nacionalpopulismo que representan consiga entrar en el próximo gobierno, aunque sea de rebote.
Tanto es así que creo que ya se puede decir sin riesgo a equivocarse que si bien el socio más leal que está teniendo Pedro Sánchez esta legislatura es sin duda EH Bildu, el más útil y el que mejor le está sirviendo para mantener su mayoría parlamentaria cohesionada no es otro que el partido de Santiago Abascal, a quien estoy seguro que volveremos a ver acudiendo al rescate del gobierno PSOE-Podemos todas las veces que sean necesarias con tal de que el PP no pueda convertirse en alternativa y a ellos se les acabe el chollo.