Encuesta | ¿Las palabras de Carla Toscano contra Irene Montero 'blindan' a la ministra?
La parlamentaria de Vox acusó a la titular de Igualdad de haber alcanzado el puesto por «haber estudiado en profundidad» a Pablo Iglesias
La ministra de Igualdad, Irene Montero. | Fernando Sánchez (Europa Press)
La semana de la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido una montaña rusa emocional. Si el lunes comenzaba con la diputada de Podemos en la cuerda floja fruto de las reducciones en las condenas a delincuentes sexuales por los fallos de la ley del solo sí es sí, el viernes comienza con «una mezcla de alegría y euforia», tal y como desvelamos hoy en THE OBJECTIVE.
Las razones no son otras que el ataque de la diputada de Vox Carla Toscano, quien sobre la tribuna del Congreso acusó a Montero de haber alcanzado su puesto en el Ejecutivo gracias a «haber estudiado en profundidad» al exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias en alusión a que ambos son pareja.
Estas declaraciones han recibido el rechazo de una gran parte de la Cámara -a excepción de Vox, que defiende a su parlamentaria, acusa a quienes la critican de estar ejerciendo «violencia política», asegura que no rompió a llorar ante los diputados por su «hombría y por su valentía y reduce las afirmaciones a «una ‘bronquita’ de patio de colegio de monjas-. El propio presidente del Gobierno defendió a su ministra, al igual que otros miembros del Ejecutivo y la oposición a través de Cuca Gamarra.
Este apoyo mayoritario Montero tiene dos efectos. El primero, que aparta del debate público los problemas derivados de los fallos de la ley del solo sí es sí, por el que día a día se conocen nuevas rebajas de penas de delincuentes sexuales –la última una reducción de diez a 12 años a un hombre acusado de abusos sexuales a una menor de edad- y que ha enfrentado al Gobierno con la Justicia ante los continuados ataques contra los jueces por la revisión de las sentencias. El segundo, es que refuerza el papel de la titular de Igualdad en lo que podría haber supuesto una ‘semana trágica’ para ella, todo dependiente de las resoluciones del Supremo con respecto a su norma estrella.
En esta tendencia ascendente de Montero –ahora protegida por la victimización de su caso– salva la bola de partido que se jugaba la ministra y la devuelve a la carrera electoral tras varios meses construyendo su figura de candidatable para oponerse a la alternativa de Sumar, de Yolanda Díaz, que poco a poco erige su formación en la que el espacio para Podemos sería más reducido tras varios choques internos.
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