MyTO

El mapa rojo

«Si esta es la nueva izquierda latinoamericana, se parece bastante a la vieja derecha latinoamericana. Sorprende y asusta que tenga tantos patrocinadores y seguidores entre la izquierda española»

Opinión

Luiz Inácio Lula da Silva. | Chris Kleponis (Europa Press)

Cada vez que oigo a alguien de la izquierda española decir que el mapa de América Latina se tiñe de rojo, presumiendo de forma triunfalista del avance de los suyos en aquella región, pienso en Nicaragua, donde Daniel Ortega acaba de sacar de la cárcel a 222 presos políticos para mandarles al exilio tras privarlos de su nacionalidad, o en Venezuela, donde el número de presos políticos ronda los 300 y todas las instituciones democráticas han sido eliminadas, o en El Salvador, donde ONGs de prestigio han denunciado cientos de casos de asesinatos, torturas y desapariciones a cargo del Gobierno, o en México, donde el presidente López Obrador ha eliminado obstáculos a un fraude electoral. Por no mencionar a Cuba, que vuelve a ser el punto de referencia ideológico de esa izquierda, pese a su larga trayectoria como dictadura.

Uno de los viejos integrantes del club del mapa rojo, Pedro Castillo, de Perú, se vio excluido tras ser apartado del poder en su intento fallido de liquidar la Constitución y convertirse en autócrata al estilo de Fujimori. En Bolivia, pese a las mejoras de este Gobierno con respecto al de Evo Morales, sigue habiendo 187 presos políticos, según la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos. En Argentina, el peronismo -ahora de izquierdas- acorrala al poder judicial tras la condena contra su líder, Cristina Fernández de Kirchner, por graves casos de corrupción. 

Otro Gobierno de izquierdas, el de Gabriel Boric en Chile, con mayores aciertos o errores, mantiene plenamente la institucionalidad democrática del país. Los de Colombia y Brasil son demasiado recientes para extraer conclusiones, aunque llaman la atención el apoyo de Gustavo Petro a Nicolás Maduro y el de Lula a Rusia en la guerra de Ucrania.

Si esa es la nueva izquierda latinoamericana, se parece bastante a la vieja derecha latinoamericana. El retroceso en derechos y libertades ni siquiera se ve compensado por una disminución de la igualdad o una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, como prometen los líderes de esa izquierda populista en sus campañas electorales. Las consecuencias, en realidad, están siendo un nuevo paso atrás en el proceso de desarrollo de esos países y la exclusión de América Latina del foco de la inversión y el progreso.

Desde luego, cada caso responde a circunstancias distintas y no es lo mismo la oportunidad que Lula representa después del disparatado Gobierno de Bolsonaro que el riesgo en el que se encuentra Colombia de romper con décadas de estabilidad política que, pese a los muchos problemas del país, habían servido para sostener un sistema democrático reconocible.

«Esta nueva izquierda latinoamericana no defiende valores esenciales en cualquier propuesta progresista»

Sin embargo, el mapa rojo de América Latina no debería servir, en su conjunto, como modelo para la izquierda en ninguna otra parte del mundo, simplemente porque esta nueva izquierda latinoamericana no defiende valores esenciales en cualquier propuesta progresista, como son los del respeto a los derechos humanos y a la libertad individual.

Por eso es preocupante la fascinación con la que el grueso de la izquierda española -Podemos, Sumar y una parte importante del PSOE representada por José Luis Rodríguez Zapatero- asisten al acontecimiento del mapa rojo latinoamericano con indisumulados deseos de repetirlo en nuestro país.

No es probable, por múltiples razones, que ese propósito cuaje, aunque es cierto que cualquier cosa puede ocurrir en el futuro de esta izquierda nuestra tan desnortada y mal dirigida. Pero el simple hecho de que se elogien como referentes Gobiernos latinoamericanos tan alejados de la idea de democracia y prosperidad, demuestra hasta qué punto ha avanzado la degeneración de la izquierda en nuestro propio mapa, creo yo que condenado a ser azul por mucho tiempo.

Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en busca de una salida a la lacra de NicaraguaDaniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en busca de una salida a la lacra de Nicaragua
9 comentarios
  1. WhiteRussian97

    Son hispanoamericanos, o iberoamericanos: lo de «latino» fue un invento, no recuerdo si del imperialismo francés ó anglosajón, para escupir al imperio español, siglos atrás. Y ese es el germen del actual desprecio de los países de América del sur por sus orígenes, no olvidemos, fruto del mestizaje. Si les hubiera caído la desgracia a los indígenas de ser «visitados» por ingleses o franceses, desde luego no conservarían un puñetero gen de las civilizaciones precolombinas. ¿Ejemplo? Un poco más arriba geográficamente. A lo sumo, como en EEUU, igual estarían en alguna reserva. Y de todo el desprecio que nos viene de muchos hermanos iberoamericanos es responsable la izquierda española y la cultura protestante europea y estadounidense, que la usan como títere. Cualquier otra cosa que les cuenten es manipulación histórica y cuentos posmodernos.

  2. danif

    Están situados en el grupo de Régimen autoritario , entre otros , Venezuela y Cuba .
    Podemos, Izquierda Unida , E.R.C. y EH BILDU ( y más como la CUP….) han demostrado su admiración por el régimen político que impera en estos países . Solo tienes que fijarte que en los índices de calidad democrática están los últimos y no es por casualidad sino por sus notas en los campos investigados.
    Hay , pues, dos tipos de políticos y periodistas en España, los partidarios de un régimen democrático ( con su izquierda y su derecha ) , que respetan las normas y las resoluciones judiciales , los derechos y libertades de todos los ciudadanos y los principios democráticos y los partidarios de regímenes autoritarios , como los que dirigen Cataluña y una gran parte del gobierno de Sánchez, que no lo hacen . La democracia no es su sistema ni lógicamente el de la Unión Europea , que se basa en el. Nunca respetarán nada de lo anterior ,” les sobra” toda su legislación , los derechos y libertades de los “ otros”, los jueces independientes y el control de la gestión política.
    El 2 de febrero pasado ,se publicó el ranking de corrupción de Transparencia Internacional , en el que Venezuela ha descendido al puesto 4 mundial, con 14 puntos frente a Siria y Sudán del Sur, con 13 y Somalia con 12. Desde que está Maduro, en los últimos 10 años , tiene ” casi 30 puntos menos que la media continental” ( americana)( El Mundo 2-2-23). Los que durante esta época han sido sus asesores entre ellos Zapatero¿ qué hicieron para evitar esta degradación ? ¿ qué autoridad y legitimación tendrán los políticos que apoyan a Maduro para criticar la corrupción de las democracias?

  3. danif

    Después de un siglo de experiencia política , continuamos sin ver en el tratamiento de las opciones políticas algo que nos parece evidente: el que no se diferencia entre los que son demócratas ( con su derecha e izquierda) y los partidarios de regímenes autoritarios en el que la división anterior no existe.
    Con ello, tendríamos una selección adaptada al interés de los ciudadanos que quieren vivir en sociedades prósperas y libres y no en cárceles. .

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