MyTO

La portavoz de la democracia

«La estrategia socialista de alimentar el enfrentamiento político para que su negligencia pase desapercibida tiene consecuencias nefastas para la democracia»

Opinión

Isabel Rodríguez, ministra portavoz del Gobierno. | Europa Press

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

Isabel Rodríguez, sin duda la portavoz gubernamental más sectaria que hemos tenido desde 1978, dijo esta semana que criticar a un gobierno legítimo es deslegitimar la democracia. La declaración no acabó ahí. La sanchista afirmó que el PP está inmerso en una campaña para restar legitimidad al Gobierno porque es un partido antisistema. Le faltó decir: «No como ERC y Bildu». La tautología de Rodríguez merece estar en un decálogo orwelliano: si controlar al Ejecutivo es antidemocrático, y el Gobierno es la democracia, la oposición está fuera de la ley. 

La portavoz respondía a preguntas sobre algo tan ridículo como el chasco chusco de Félix Bolaños en su intento de boicotear el Dos de Mayo madrileño. Podríamos pensar que fue una pataleta tras un fracaso, pero no es así. Isabel Rodríguez sabe que incumple su función institucional y, al tiempo, desvela sin tapujos la mentalidad totalitaria, y a ratos desesperada, del sanchismo. 

Ya se lo dijo a la cara Rosa Conde, que ocupó el cargo con Felipe González: una portavoz informa de las actividades del Consejo de Ministros, no da un mitin contra la oposición. Isabel Rodríguez sonrió a la antigua militante, y guardó silencio. Sabe por qué está ahí. Forma parte del plan sanchista para bastardear todas las instituciones del Estado, ya sea con su colonización, su vaciado de contenido, o poniéndolas en sintonía con el Gobierno. Un buen ejemplo es el CIS, pero hay otros muchos y más importantes; sobre todo los que se refieren al Poder Judicial y al Tribunal Constitucional. 

En el fondo está la idea izquierdista de que Estado, Gobierno y Partido son la misma cosa, o que deberían serlo. Los socialistas piensan que la ley emanada de la representación de la soberanía, o del mismo Gobierno a través de un decreto, está por encima de los controles y protocolos garantistas de la democracia. Si un tribunal niega o rectifica una ley emanada de las Cortes, se tacha de golpistas con toga. Si un juez dicta sentencia contraria a la ideología del Gobierno, es que es un fascista que necesita una temporada de reeducación. Si la oposición fiscaliza, o promete la derogación de las leyes cuando llegue al poder, es que es antidemocrático o antisistema. 

«Sánchez recuerda tanto a Trump que asusta»

El sanchismo no quiere que le repliquen. Le sobra la mayoría de españoles y sus opiniones. Por esta razón Isabel Rodríguez dijo que los medios de comunicación deberían reservar 15 minutos cada día para informar de los logros del Gobierno. Porque para un socialista con evidentes trazas populistas un periodista crítico es un vendido o un agente de la oposición. Sánchez recuerda tanto a Trump que asusta. 

Entre autoritarismos de trazo grueso va deslizando mentiras como si no pasara nada. De ahí que la portavoz quisiera ese espacio en los medios para un NO-DO. No hay otra manera de colocar sus mensajes. Por ejemplo, si la Unión Europea dice que hay que subir las penas por malversación justo después de que el Gobierno sanchista las haya bajado, sale Sánchez y dice que la UE pilla al Ejecutivo con las «tareas hechas», que es justo lo contrario a la verdad. 

¿Qué va a pensar Isabel Rodríguez después de conocer que la Junta Electoral Central le ha abierto expediente? Y no por cualquier cosa, sino por usar un cargo institucional para atacar a la oposición y hacer propaganda del PSOE. No es la primera vez. Ya ocurrió el 4 y el 18 de abril pasado. No pensará nada porque no va a pasar nada. Quedará que no es portavoz del Gobierno, sino un agente electoral del sanchismo, y punto final. 

Sin embargo, hay algo peor. Me refiero al deterioro institucional, a la zafia instrumentalización de cada parcela del Estado con el ánimo de polarizar a la sociedad española. La irresponsabilidad del sanchismo es mayúscula. La estrategia socialista de alimentar el enfrentamiento político y social para que su negligencia pase desapercibida tiene una consecuencia nefasta para la democracia. En realidad, el sanchismo se comporta en esto como un movimiento antisistema, capaz de romper el régimen común para satisfacer su ambición de poder sin límites.

24 comentarios
  1. Casandro

    Voy a poner un ejemplo de periodismo patrio.

    Ley de SiSi, todo el mundo la ha tomado con la lerda Montero, la ley se basaba en el consentimiento y rebaja de delitos sexuales por orden ONU 20-30 y visto bueno PSOE por orden ONU 20-30 segun las últimas disposiciones publicadas para CONSENTIR las pederastia.

    El derecho español propició la excarcelación y el escándalo que Sanchez creyó pasaría desapercibido a la sociedad, o al menos podria diluirse en unos dias, la ley del Si es Si no se diferencia en nada a todas las decretadas por Sánchez, Hasta Ciudadanos y la Canallaria la votaron. ONU 20-30 en Vena. Eso es todo.

  2. Casandro

    A mi lo que mas me llama la atención es que periódicos y periodistas llevan cinco años de retraso con respecto a la noticia.
    .
    Todas las noticias y artículos de opinion referentes al gobierno de «el Mierda» lo comentaba yo en «Vozpopuli» y «Disidentia » hace mas de cuatro años paso a paso.

    Lo malo del periodismo al dia es que se llega a Venezuela sin enterarse.

    Sánchez a asaltado el poder exactamente igual que Chavez, con el manual 20-30, se llame Chavez, Biden, Zelenski, Petro o Carlos III.

  3. Casandro

    Sánchez es en todo caso un sumiso adelantado a Biden.
    Sánchez como Feijoo son sumisos 20-30, como Biden. Poco o nada tiene que ver con Trump. Sánchez como Chavez juega a dos bandas totalitarias, la exterior como Chavez o Maduro con sumisión absoluta a la 20-30 EEUU con virus, encierro, pasaporte, guerra, sanciones a Europa, inflación, pantanos, fumigaciones, quiebra y moneda digital centralizada. Y luego la politica interior, asalto a las instituciones y reforma constitucional por medio de leyes habilitantes. Punto, agenda 20-30 en vena versus UE que Feijoo mantendrá como Sánchez como hizo Rajoy con Zapatero, y así no va, y los periodistas no se quieren enterar o les da miedo.

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