THE OBJECTIVE
Ricardo Dudda

A cambio de nada

«Lo que hace el Gobierno al apoyarse en Bildu es un indulto constante, un blanqueamiento a cambio de unos míseros votos y eso es lo más ruin»

Opinión
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A cambio de nada

Tres miembros de ETA encapuchados. | EFE

Hay dos maneras de abordar el debate de los candidatos etarras de Bildu. Desde la moral y desde la legalidad. Empecemos por el final. Es legal que Bildu presente en sus listas a asesinos que han cumplido su sentencia. Otra cosa es si debería serlo (y en la ley de partidos, como ha recordado este periódico, se incluye como justificación para la ilegalización de un partido que este incluya «en sus listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y los medios terroristas»). Pero ese es otro debate. De momento, pueden hacerlo. La otra cuestión es la moral. Es una cuestión más gaseosa. Está claro que es inmoral que un asesino que formó parte de una mafia asesina que aterrorizó un pueblo pueda acabar siendo concejal de ese mismo pueblo. En una sociedad sana, esa persona no podría volver a ese pueblo. Pero hay muchas zonas del País Vasco donde el verdugo volvió a casa como víctima. 

¿Cómo es posible que ese verdugo pueda no solo volver a casa, sino hacerlo como héroe, y además presentarse a unas elecciones? No podría pasar nunca algo parecido con un violador o un pederasta. Y la explicación es la ideología. El terrorismo etarra creó una ideología nihilista y de culto a la muerte que justificó todos su crímenes. Hay otra explicación más terrenal. La explica la eurodiputada y exconcejal de Urnieta Maite Pagaza, cuyo hermano Joseba fue asesinado por ETA en 2003: «Hay miles de personas en el País Vasco que fueron chivatos. Hay cientos de asesinos que no fueron detenidos. Hay casi 400 casos de asesinato cuya autoría material no se ha resuelto. Pero es que hay miles de delitos que nunca se han terminado de resolver. Los que van a las manifestaciones están pidiendo la impunidad para ellos mismos». Quizá si ese etarra consigue el puesto de concejal no se descubrirá el chivatazo que di que acabó con la muerte de un inocente

«La presencia de etarras en listas electorales busca garantizar la impunidad»

El verdadero problema aquí es que la moral y la legalidad son inseparables. La presencia de etarras en listas electorales buscar garantizar la impunidad. Es una manera de obstruir la justicia. El Gobierno español ha traspasado la competencia penitenciaria al País Vasco sabiendo exactamente lo que implicaba: la apertura de las cárceles. En 2021, Otegi lo dejó claro: «Tenemos a 200 presos en la cárcel y si para sacarlos hay que votar los Presupuestos, pues los votamos». Como explica Pagaza, se ha multiplicado la concesión de terceros grados. 

¿Qué hacer? Es sencillo y está inventado, aunque solo lo ha ejercitado la izquierda con la ultraderecha: el cordón sanitario. El dilema es parecido al del independentismo catalán: no se puede indultar a quien no se arrepiente de su delito. Y lo que hace el Gobierno al apoyarse en Bildu es un indulto constante, un blanqueamiento a cambio de unos míseros votos. Porque lo más ruin es precisamente eso, no solo aceptar como socio a alguien así, sino hacerlo a cambio de prácticamente nada. 

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