THE OBJECTIVE
Pilar Cernuda

Memoria histórica

«Tratan como delincuentes a quienes integraron uno de los bandos de la Guerra Civil y piden respeto para un grupo terrorista que acumula centenares de muertos»

Opinión
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Memoria histórica

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE

Es como para hacérselo mirar. 

Tenemos un Gobierno que aplica sistemáticamente una Ley de Memoria Histórica, o de Memoria Democrática,  que actúa drásticamente contra los protagonistas, o menos protagonistas, de una Guerra Civil que finalizó hace más de 60 años. Aplica esa ley solo contra los que lucharon en un solo bando, los que formaban parte de las filas que se sumaron al golpe de Estado que promovió Franco. Es evidente que cometieron actos de barbarie, pero también hubo barbarie en el bando republicano, que sin embargo se salva de ser objeto de investigación y escarnio por parte de la llamada Memoria Histórica.

Viene esto a cuento porque el Gobierno no ha visto pecado alguno en que Bildu incluyera en sus listas a asesinos y colaboradores de asesinos. Es más, en la sesión del Senado que volvió a enfrentar este martes a Sánchez y Feijóo, el presidente de Gobierno echó en cara al líder de la oposición que siguiera arremetiendo contra ETA,  que desapareció hace más de 12 años. Es decir, que las fechorías pasadas se asumen según quiénes hayan sido los autores de las fechorías. Un argumento que, efectivamente, es como para que se lo hagan mirar quienes siguen tratando como delincuentes a los que formaron parte de uno de los bandos de la Guerra Civil y sin embargo piden consideración hacia un grupo terrorista que acumula centenares de víctimas mortales y miles de heridos. 

El silencio de Pedro Sánchez durante los días posteriores al anuncio de las listas de Bildu ha sido clamoroso, vergonzosamente clamoroso. Hasta que, al fin, en la rueda de prensa que celebró en Washington tras reunirse con Joe Biden, respondiendo a preguntas de periodistas dijo aquello de que hay cosas que pueden ser legales pero no decentes. Algo es algo, pero la frasecita llegó tarde. 

«Especial, por incongruente, la vicepresidenta  Calviño, que dijo que el Gobierno no tenía ningún pacto con Bildu»

Solo Lambán y Page se pronunciaron desde el primer momento con la valentía de quienes defienden sus principios por encima de las conveniencias; y, en el Gobierno, la ministra Robles, que suele decir lo que piensa aunque no sea lo políticamente correcto en las filas del sanchismo. Especial, por incongruente y  por incierta, la declaración de la vicepresidenta Calviño, que dijo sin que se le moviera un músculo de la cara que el Gobierno no tenía ningún pacto con Bildu. 

La capacidad de abducción de Pedro Sánchez es conocida, pero que entre los/las abducidas figure una Nadia Calviño que llegó al gobierno con la aureola de que era la española con mejor curriculum entre los funcionarios de la UE, da que pensar. O Sánchez es un fenómeno de seducción entre féminas y varones, porque también hay varones entre los abducidos, o Calviño no tenía tan excelente formación y criterio como se proclamaba, porque hace falta tener muchas tragaderas para asumir todo lo que defiende el presidente de Gobierno. 

Lo último, los anuncios con los que pretende Sánchez  articular una España de ciudadanos subvencionados, siguiendo el modelo de las dictaduras sudamericanas con las que tanto colabora  Rodríguez  Zapatero. Y que al parecer considera Sánchez que son una excelente  fórmula para hacerse con un inconmensurable caladero de votos entre quienes creen que va a cumplir sus promesas electorales, como si las arcas del Estado no tuvieran fondo.

«Es patético que ETA vuelta a protagonizar una campaña después de 12 años de su anuncio de disolución»

En el asunto de los etarras incrustados en las listas electorales, Bildu ha tenido más visión política que Moncloa y PSOE, porque se dio cuenta antes que Sánchez y sus ministros del roto que les podía hacer el 28 de mayo la presencia de etarras condenados por asesinato o por colaboración con asesinatos. Así que anunciaron que no tomarían posesión de sus cargos en caso de ser elegidos. Como las listas ya están registradas no se puede renunciar a formar parte de ellas, pero sí a no recoger las actas y que corra la lista hasta encontrar a un candidato sin mácula terrorista. Si lo hay. No ha quedado muy bien Sánchez: Bildu le ha dado una lección.  Política, desde luego. Y además siempre habrá algún ingenuo que creerá que Bildu ha tomado esa decisión por rechazo al curriculum sangriento de  algunos de sus candidatos.

Es patético que ETA vuelta a protagonizar una campaña después de 12 años de su anuncio de disolución.  Que no es mérito de Zapatero, por mucho que lo repita Pedro Sánchez. El propio Rubalcaba, ministro de Interior, repetía que el mérito había que adjudicárselo a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, incluidos los servicios de información. Rubalcaba tenía grandeza, esa cualidad hoy tan escasa en el mundo político actual

Algunos, que lo conocimos bien, tenemos la sospecha de que no estaría nada contento con lo que hoy hace un presidente de su partido. Con especial dolor por los pactos con Bildu. Que niega Nadia Calviño pero son reales como la vida misma.

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