THE OBJECTIVE
Ricardo Dudda

La democracia en España

«La antipolítica en España es la consecuencia de una política intoxicada de cinismo, cortoplacismo, endogamia y guerra cultural y mediática»

Opinión
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La democracia en España

Pedro Sánchez.

En varios municipios, compra de votos y tramas de corrupción con el voto por correo (en Melilla, el 20% de la población pidió el voto por correo; en el pueblo murciano de Albudeite, una redada contra el tráfico de drogas reveló que el PSOE local compraba votos). El secretario de organización del PSOE de Andalucía, investigado por secuestro. Varios etarras se presentaron a las elecciones en el País Vasco; la izquierda dijo que era un triunfo de la democracia que estuvieran en la listas y también cuando finalmente se retiraron. 

Un caso de racismo en un campo de fútbol acaba con la detención televisada y sensacionalista de dos individuos que hace meses colgaron un maniquí de Vinicius en un puente. Una jueza imputa a los humoristas que parodiaron a la Virgen del Rocío en TV3; un periódico define así la imputación: «El delito de injuria que la jueza menciona en su auto no puede prosperar si no lo ratifica la persona supuestamente ofendida, recuerdan fuentes jurídicas, un extremo inviable en este caso al tratarse de una Virgen».

Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid y del Grupo ACS, da una colleja al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, delante de las cámaras. La candidata de Podemos al Ayuntamiento de Valencia denuncia al programa El hormiguero por reírse de unas palabras de Irene Montero en un mitin en Valencia, donde presentó a «la primera alcaldesa sorda y bollera» de la ciudad. Una concejal de Vox en Parla, detenida por tráfico de drogas. Los candidatos de Podemos en Madrid han hecho una campaña en la que aparecen sus candidatos como personajes de Marvel y DC gracias a la IA; Echenique es Hulk. 

«La antipolítica no es algo espontáneo, no es una impugnación gratuita ni una enmienda a la totalidad sin sentido»

El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido «una tarifa de 50 euros al mes para los jóvenes menores de 25 años que trabajan y estudian, para que puedan finalizar sus estudios». Esto se produce poco después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprobara un descuento del cine para ciudadanos mayores de 65 años: las entradas costarán dos euros para ese tramo de edad y su objetivo es, entre otros «luchar contra el sedentarismo». 

Son ejemplos de un corto periodo de tiempo. No es una lista completa. Pero sirve para constatar algo: la antipolítica en España no es algo espontáneo, no es un fenómeno exógeno a la política, no es una impugnación gratuita ni una enmienda a la totalidad sin sentido. Cuando el ciudadano medio dice «todos son iguales» piensa en esto. La antipolítica en España (y en época de elecciones surge siempre el debate de que «hay que votar» y de que «si no votas, luego no te quejes») es la consecuencia de una política intoxicada de cinismo, cortoplacismo, endogamia y guerra cultural y mediática. 

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