THE OBJECTIVE
Pilar Marcos

La 'Piolet Fashion Week'

«Convertir las listas electorales socialistas en el último helicóptero que salió de Saigón anula cualquier atisbo de campaña electoral a su favor más allá de La Moncloa»

Opinión
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La ‘Piolet Fashion Week’

La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. | Rodrigo Jiménez (EFE)

El éxito de la Piolet Fashion Week ha sido tan impresionante que su duración se ampliará excepcionalmente en las próximas semanas. Lo hará pese al total desabastecimiento de piolets causado por la sobredemanda que todos los Ramón Mercader de la vida han realizado durante estos últimos días. 

Lo previsible era que Fashionaria fuera la única vencedora de esta innovadora feria de las vanidades del auténtico izquierdismo. Hay que reconocerle que, haciéndose la rubia, ha pasado a piolet a lo poco que quedaba de Podemos (ya sólo la familia y allegados, por ser precisos). Y ese paseíllo de antiguas compas le ha servido para presentar la inestable yuxtaposición de pequeños partidos de extrema izquierda que hilvanan su Sumar como si fuera algo nuevo, atractivo y alejado de extremismos, cuando no es más que otra vistosa bandeja para presentar la sopa de letras comunista de toda la vida. El piolet contra la inefable pandilla del sí es sí le ha servido para limpiar su Sumar de podémicos excesos, muy aplaudidos por ella misma cuando había que tener algún coraje y censurarlos. Nada importa que el Sumar de Yolanda Díaz carezca de algo parecido a un proyecto político compartido… más allá de soñar con que su UTA (Unión Temporal de Ambiciones) les permita juntar votos suficientes para intentar ser la tercera fuerza política en las elecciones del 23 de julio.

Inopinadamente, a Fashionaria le salió un duro competidor esta semana para alzarse con la victoria en la más rompedora feria de la temporada: Pedro-seis-debates realizó una petición masiva de piolets. Los necesitaba para celebrar su dos grandes triunfos: el reciente del 28-M y el inminente del 23-J. La inesperada demanda pioletera de tan conspicuo protagonista disparó los precios del celebrado utensilio de camaradería izquierdista. Mientras Pedro-seis-debates proclamaba que la economía española «va como una moto», era la cotización de la versátil herramienta de escalada la que tomaba la velocidad del rayo en la Piolet Fashion Week. 

Sorprende que el hombre que ha hecho de la mentira un arte aún más bello que su físico haya sucumbido a la sinceridad de la reacción humana tras el revolcón del 28-M, al punto de convocar de urgencia elecciones a finales de julio por miedo a ser descabalgado por lo suyos si les dejaba tiempo para reaccionar. Sorprende también que haya asumido su propio eslogan, Defiende lo que piensas, y se haya lanzado a defenderlo con uñas y dientes. Y lo que piensa, a la vista de su inusualmente sincera reacción, es que tiene rotundamente perdidas las elecciones del 23-J y quiere jugar, como perdedor, a la remontada. ¿Cómo es posible, si no, que haya concedido al aspirante el papel presidencial que, en principio, le correspondería a él y sólo a él? 

«Pedro-seis-debates quiere sumarse a la campaña a favor de Alberto Núñez Feijóo como seguro próximo presidente del Gobierno»

El ejercicio de ¿¡sincera!? desesperación pidiendo debates como si no hubiera mañana, cuando es siempre el aspirante quien los reclama y el presidente en ejercicio quien los acepta (o no) a regañadientes, fue la primera exhibición de que Pedro-seis-debates quiere sumarse a la campaña a favor de Alberto Núñez Feijóo como seguro próximo presidente del Gobierno. Bienvenido… aunque ya no se cabe. Y el añadido de demanda masiva de piolets para organizar una suerte de listas de la resistencia-pedril tras la previsible derrota el 23-J, laminando a tirios y troyanos de su propio partido, también defiende lo que piensa el inquilino de La Moncloa, con el único inconveniente de que él queda desnudo y a la vista de todos. 

Convertir las listas electorales socialistas en el último helicóptero que salió de Saigón, con el apéndice de limitar la entrada al catafalco a los pretorianos gubernamentales, anula cualquier atisbo de campaña electoral a su favor más allá de los confines del Palacio de La Moncloa. Lo resumió a la perfección el derrotado presidente de Aragón, Javier Lambán, en este tuit sabatino:

¿Para quién podrá pedir el voto el señor Lambán tras su doliente lamento? Y, como él, ¿quiénes, entre las restantes víctimas de la desaforada demanda de piolets de Pedro-seis-debates, querrá hacer campaña por el presidente saliente? Lo tiene difícil el «indignado» Luis Tudanca o el dolido Ximo Puig, amén de los candidatos abulenses que han preferido renunciar a ir encabezados por un colega del célebre Tito Berni… y tantos otros. ¿Quiénes harán campaña por Sánchez para el 23-J, además de Bildu y ERC, sus fieles aliados? 

Lo más sorprendente es que, en este postrero defiende lo que piensas, el aún líder socialista sólo haya sabido hacer lo que era marca de la casa en ese Podemos hoy deglutido por la rutilante estrella de Sumar: agotar las existencias de piolets contra los compañeros de su propio partido. Eso sí, a Sánchez le faltó terminar su alocución en el Comité Federal del sábado con la conocida despedida de Pablo Iglesias, allá por el verano de 2013: «Besos y piolets, pezqueñines». 

El resultado es una buena noticia para los organizadores de la más innovadora feria de la temporada: para cumplir con tan inusitada demanda, la Piolet Fashion Week extenderá su duración unas cuantas semanas más. Queda por ver, por ejemplo, cómo la difunta Podemos intenta devolver algún piolet a Yolanda con forma de Irene-la-víctima, porque «Juntas sí se puede» está registrado (por error) y activo (por compasión). ¡Los feriantes han encontrado el negocio de la temporada! Vigilen sus cabezas.

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