Pedro Sánchez, un feminista
«Su compromiso con el feminismo está supeditado a sus intereses. Lo importante es asegurar que el grupo parlamentario que alumbre el 23-J sea obediente»
El año pasado, en su intervención en el acto conmemorativo del 8 de marzo organizado por el Ministerio de Igualdad, Pedro Sánchez anunció la aprobación del Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres 2022-2025. Después alardeó de presidir el Ejecutivo con más mujeres de la Unión Europea y de ser el único que ha incorporado la igualdad entre hombres y mujeres como pilar esencial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Entre los aplausos de los presentes en el Círculo de Bellas Artes, el presidente prometió no parar «hasta que esta sociedad sea profundamente igualitaria». Este año, también en el mes de marzo, el Consejo de Ministros analizó el anteproyecto de la ley de paridad cuyo fin, según la vicepresidenta Nadia Calviño, es garantizar «la participación de las mujeres en los órganos de decisión», rompiendo los techos de cristal que impiden el ascenso de las mujeres tanto en el sector público como el privado.
Con estas credenciales, ¿quién podría dudar del feminismo del PSOE? Pues no se lo van a creer, pero a esta hora las más escépticas son las feministas del PSOE. A la indignación de los comités provinciales y regionales por la injerencia de Moncloa en la elaboración de las listas se suma la indignación porque esta injerencia carezca por completo de perspectiva de género. No repite en la lista por Jaén Laura Berja, portavoz de Igualdad en el Congreso y «diputada revelación» según la Asociación de Periodistas Parlamentarios. Andrea Fernández volverá a ser número dos por León y su escaño no está asegurado. Esto significa que la Secretaria de Igualdad en la Comisión Ejecutiva del PSOE -número cuatro en la jerarquía orgánica-, una de las voces más relevantes del feminismo socialista y un valor político emergente puede quedar fuera del Parlamento.
«Echando cuentas, el 60% de quienes encabezarán las listas del PSOE a las elecciones generales serán hombres»
Es cierto que a Javier Cendón, número uno, lo eligieron los suyos, pero si Ferraz no compartiera la decisión habrían impuesto su candidato, como han hecho en Ávila con Manuel Arribas, habitual comensal en las cenas de Tito Berni. Ah, y Carmen Calvo no irá en las listas de Madrid, ¡sino de Granada! El criterio es claro: respetar la decisión de los territorios siempre que cuadre con los deseos del aparato. Echando cuentas, el 60% de quienes encabezarán las listas del PSOE a las elecciones generales serán hombres. Y con las perspectivas que manejan, esta no es una decisión inocente.
Las listas para el Senado son abiertas, pero como sucede en el supermercado, el lugar en el que se coloca el producto influye en la decisión del elector. De esta manera, quienes aparecen primero saben que tienen mayor probabilidad de ser elegidos que quienes aparecen, como Donelia Roldán -portavoz de la Comisión de Igualdad-, en tercer lugar. Sospecho que si revisáramos el número de mujeres que aparecen las primeras en las listas al Senado nos llevaríamos otra sorpresa. O tal vez no. Porque Pedro Sánchez nunca se ha tomado demasiado en serio la paridad: su núcleo duro lo componen nueve personas, de las cuales Aurora Mejía es la única mujer. Pero la paridad es un plano detalle; el plano general revela que el compromiso de Pedro Sánchez con el feminismo -como todos sus compromisos- está supeditado a sus intereses. Lo importante es asegurar que el grupo parlamentario que alumbren las elecciones del 23-J sea obediente. Que sea paritario es lo de menos. Pedro Sánchez podría dirigirse al feminismo haciendo suyas las palabras de Yolanda Díaz sobre Berlusconi: «Su proyecto político no adolece de mi compasión».