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Los diez cerebros de la izquierda

«Que Benjamin, atormentado crítico que dedicó parte de sus estudios a especular influya tanto en nuestra izquierda, como que no suena muy creíble»

Opinión

Karl Marx, ideólogo del socialismo científico, el marxismo y el comunismo | Wikimedia Commons

  • Gallego practicante pese a residir desde la tierna edad de 5 años en Barcelona, ciudad donde se licenció en Económicas. Ha sido editor de El Correo Financiero además de colaborar en distintas etapas, entre otros medios de comunicación, en COPE, ABC, Es Radio, El Mundo y Libertad Digital.

El diario El País acaba de interrogar a una amplia muestra representativa de la élite política, mediática e intelectual de la izquierda española contemporánea con el propósito de averiguar los nombres de los autores que más influyeron en el proceso de moldear su visión del mundo. En concreto, el periódico reclamó de los entrevistados que elaborasen una lista de diez ensayistas sociales ordenada jerárquicamente en función del impacto que cada uno de ellos ejerció en su interpretación de la realidad. Estamos hablando de un panel que integraba a destacados exponentes tanto de la socialdemocracia convencional como a miembros significados de cuanto se mueve más allá de su tibio reformismo, con apellidos que iban desde los Madina, Estefanía, Batet o Narbona hasta los Iglesias, Serra o Rendueles. Por lo demás, se trata de una lista, la suya que ahora pasaré a reproducir, que nos dice mucho sobre la naturaleza del establishment del progresismo hispano, aunque quizá no tanto de su pensamiento como sí de su muy peculiar psicología de grupo. 

Pero vayamos ya al ranking de los influencers. El primero de ellos, si bien en ausencia de la más mínima evidencia probatoria desde hace ya más de medio siglo, aseguran que es Karl Marx.Tras él, y en desconcertante contraste con el padre del materialismo histórico, aparece una señora norteamericana cuyo principal rasgo distintivo remite a proclamarse no binaria, Judith Butler, figura sobre la que ni siquiera resulta probable que haya oído hablar alguna vez el 0,001% del electorado popular del PSOE. Acusar recibo de esa noticia, la de que la no binaria Butler encarna el segundo referente máximo de la izquierda española hoy, confieso que me ha obligado a acudir a la Wikipedia para consultar la definición del concepto «izquierda». 

«Está claro que tenemos un problema: o la Wikipedia todavía no ha entendido bien qué es la izquierda o los que no entienden nada resultan ser los que han confeccionado la lista»

Y es ahí donde he leído lo que sigue: «En política, la izquierda es el sector del espectro político que defiende la igualdad social y el igualitarismo, frecuentemente en contraposición a las jerarquías entre individuos». Así las cosas en los diccionarios, y ante la preeminencia estelar de Butler, está claro que tenemos un problema: o la Wikipedia todavía no ha entendido bien qué es la izquierda o los que no entienden nada resultan ser los que han confeccionado la lista. Aunque me inclino a pensar que el error procede de la Wikipedia. ¿Cómo explicar, si no, que únicamente figure un economista contemporáneo en esa tabla? ¿Una corriente ideológica supuestamente centrada en la igualdad económica pero cuyos grandes pensadores de referencia no se interesan por la economía? ¿Qué tiene que ver la no binaria Butler con la economía? Absolutamente nada. 

En cuanto a los restantes ocho miembros del ranking – Gramsci, Piketty, Foucault, Arendt, De Beauvoir, Habermas, Polanyi (Karl) y Benjamin-, su presencia ahí hace pensar en por qué las encuestas electorales en Francia siempre clavan los resultados, mientras que las nuestras, las españolas, funcionan como escopetas de feria en la mayor parte de los casos. Una acusada diferencia cuya razón última, por lo demás, a nadie se le escapa, a saber: en Francia, la gente suele decir la verdad. Que Benjamin, atormentado crítico literario y cultural que dedicó parte notable de sus estudios a especular sobre materias tan abstrusas como la Cábala judía influya tanto en nuestra izquierda, como que no suena muy creíble. Y que lo mismo ocurra con Polanyi, autor muy citado en el ámbito anglosajón pero traducido poco y mal al castellano, tampoco resulta demasiado verosímil. Tan poco verosímil como que Gramsci, teórico al que los comunistas españoles (salvo contados catalanes del PSUC) ignoraron siempre desde la mayor de las indiferencias, se haya elevado en este tiempo presente a las cumbres más altas de la razón heterodoxa. En fin, dicen que la economía española va como una moto y las expectativas electorales de la izquierda, como un carro de bueyes reumáticos subiendo una cuesta. Que sigan aprendiendo del sabio magisterio de Butlet, quizá ella les ofrezca la respuesta a ese misterio.

8 comentarios
  1. errefejota

    Si pasan por San Vicente del Raspeig (Alicante), frente a la Universidad de Alicante alguien ha hecho una pintada que viene que ni al pelo al artículo de Don Pepe: +Marx y Engels – Influencers. Así va el mundo.

  2. Casandro

    Yo aconsejo a los periodistas que se dediquen al cultivo del Guardiolo, producto muy rentable.

    El Guardiolo no es animal ni vegetal, aunque vegeta en el contribuyente, es autóctono en todas las comunidades autónomas predominando la variedad local en cada una de ellas. El Guardiolo Rufián es una variedad Catalana y el Guardiolo Yoli gallega.

    El Guardiolo-Guardiolo es autóctono de Extremadura, se reproduce por esqueje de belloto y polinización cercana al mismo.

    Ha de regarse como minimo tres veces al dia con la SectaTV o en su defecto TVE, Antena 3, 4 o 5. También como complemento se le puede regar con argumentarios podemitas, socialistas y nazionalistas de la marca PP.

    Cultivar un Guardiolo en casa es posible aunque es preferible un entorno corrupto y acultural, podéis elegir al hijo mas tonto, injertarlo y afiliarlo a un partido politico, seguro que prospera.

    El Guardiolo aunque es planta resistente a la cultura puede ser atacado por los libros por lo que es conveniente protegerlo con una red fina que impida cualquier cercania al pensamiento, por lo que se recomienda este rodeada de Guardiolos para hacer la barrera mas tupida.

  3. JaimeRuiz

    Muy mal, señor columnista, ya que no le gusta lo que dice la Wikipedia que es la izquierda, estaría bien que intentara una definición propia. También podría haber consultado el diccionario normativo, que define la izquierda como el bando de los reformistas opuesto al de los conservadores. Pues bien, yo sí le daré mi definición: la izquierda es la derecha. Frente a un modelo competitivo e igualitario, la llamada izquierda defiende una sociedad jerárquica (el funcionariado arriba) y de castas (las identidades colectivas). Sencillamente no se debería hablar de izquierda y derecha porque las diferencias políticas no se pueden definir con esos criterios. Hablan de izquierda y derecha los totalitarios porque así Hitler y Thatcher resultan en el mismo bando y la indigencia generalizada de sus adversarios los lleva a aceptar ese marco mental. Izquierda se entiende por justicia, cura de los males y venganza de los agravios, castigo a los de pene grande, y es algo que gusta a las mayorías por la herencia cristiana. Hace más de noventa años Ortega decía que se había rizado el rizo de las experiencias descritas con esos términos. Por favor, basta.

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