MyTO

El final del verano

«Tengo miedo al futuro de España, que parece estar en manos de un oportunista que ha destruido el PSOE dentro del cual viví durante muchos años»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz.

  • Joaquín Leguina. Villanueva de Villaescusa (1941). Nací en el año del hambre, pero lo hice en la tahona de mi abuela Pilar. Estudié el bachillerato con los curas escolapios en Santander y la licenciatura en CC. Económicas en Bilbao. Después fui becado en la Sorbona, donde obtuve dos master y un doctorado. También me doctoré en la Complutense. Más tarde saqué la oposición a Estadístico Facultativo del INE (hoy Estadístico Superior) y como tal trabajé para la CEPAL en Chile, donde me pilló el golpe de Estado de Pinochet.
    He sido profesor en la Complutense y concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Y diputado nacional. Ah, se me olvidaba (hace ya tanto tiempo), también he sido presidente de la Comunidad de Madrid durante doce años. He escrito novelas, relatos, ensayos y cientos de artículos en variados periódicos y revistas.

El final del verano llegó, y tú partirás. Yo no sé hasta cuando, este amor recordarás.

Dúo Dinámico

Mi mala costumbre de leer todos los días los diarios en papel y también en digital me ha hecho caer en una auténtica depresión, pues me he encontrado, disfrutando del triunfo de la selección española femenina –nada menos que en el campeonato del mundo- para, de inmediato, pasar a sufrir por el mayor crimen cometido desde que John Wilkes asesinara a Abraham Lincoln. Me refiero al pico que le dio Luis Rubiales a la futbolista que falló un penalti en dicha final y que se llama Jenni Hermoso.

El resto es de sobra conocido y en palabras escritas en este diario por el catedrático Francesc de Carreras ese pico «es una manera muy común de saludarse entre amigos, a iniciativa del hombre o de la mujer, que no tiene connotación amorosa o sexual alguna. Se acaba el partido de fútbol y se desata la euforia en el vestuario del equipo español: besos abrazos, risas y gritos. Dentro de este alegre clima de camaradería y entusiasmo, el presidente de la Federación Española de Fútbol, al saludar reflexivamente a todas las jugadoras las felicita con un entrañable abrazo y, a una de ellas, Jennifer Hermoso, además le suelta un pico«.

En suma, un pico no es un beso en la boca ni mucho menos un morreo. Se diría que no es un beso, es un roce amistoso.

Pues bien, se montó la mundial y el movimiento neofeminista y la ministra y sus cobardes seguidores lo han usado a su gusto, propiciando la intervención de los detestables sinvergüenzas de la FIFA.

Y yo pensé, ¿hasta dónde vamos a llegar? ¿Hasta meternos en chirona a quienes detestamos este neofeminismo supremacista? ¿Son estas censoras las que van a mandar en España? Pues parece que sí y mientras, en palabras de Fernando Savater, «ya está cocinándose una amnistía para todos los separatistas grandes y pequeños, lo que demostrará que lo ilegal es reprimir la secesión, no practicarla. Cosa segura porque los mejores juristas como Gonzalo Quintero o Manuel Aragón ya han demostrado que esa medida no cabe en la Constitución: ¡qué más quieren los rábulas para ajustarla con calzador a lo que mande el Gobierno!».

«Sánchez parece no tener inconveniente en destruir las líneas maestras que construyeron nuestra Constitución y nuestra convivencia»

Y así es. Por eso tengo miedo al futuro de España, que parece estar en manos de un oportunista que ha destruido el PSOE dentro del cual viví durante muchos años, y también parece no tener inconveniente en destruir las líneas maestras que construyeron nuestra Constitución y nuestra convivencia.

Hagamos un pequeño repaso (de la mano de Ignacio Varela) de la propuesta que acaba de presentar Urkullu: 1. Plurinacionalidad de España. 2. Dos bilateralidad entre el estado y las tres naciones (País Vasco, Cataluña y Galicia). 3. Asimetría entre comunidades autónomas de primera y de segunda. 4. Voluntariedad de esas tres naciones para permanecer en España. 5. Derecho a decidir. Es decir, poder realizar referendos para salirse de España.

Además, Urkullu se ha inventado un nuevo poder constituyente que él llama «convención constitucional». En palabras de Ignacio Varela:

«Urkullu se cuida mucho de precisar quién formaría esa convención constitucional encargada de reinterpretar -en realidad de reescribir- la Constitución española. Nos quedamos con la incógnita de saber si, por ejemplo, el PP y Vox (11 millones de votos) serían invitados. […] Si para el PNV no es posible siquiera sentarse con Feijóo para hablar de la investidura, mucho menos lo será acordar con él y con la parte del país que representa cómo deba ser o no ser el Estado español».

17 comentarios
  1. JaimeRuiz

    Lo peor del asunto de Rubiales es la cantidad de personas supuestamente ajenas a la propaganda que se pusieron de parte de Irene Montero, no sólo Girauta sino muchos comentaristas de por aquí.

    Bueno, el lloriqueo es indecencia. ¿Por qué no consigue el señor Leguina firmas de figuras del viejo PSOE, en lo posible tratando de implicar a González y Guerra, pidiendo a los diputados del PSOE que se abstengan y favorezcan una repetición electoral, o al menos que voten en contra de una amnistía si se vota antes de la investidura de Sánchez? A lo mejor unos pocos lo harían y se podría echar a Sánchez antes o después de la derrota, pudiendo gobernar con el PP y aislando a Vox. Bueno, esto sería muy muy poco probable, pero los diputados pagarían en prestigio ante sus votantes el apoyo a Sánchez y a las atrocidades que cometerá para favorecer a Puigdemont.

  2. Pinton

    Oportunista con termitas.

    Asi es como queda definida la coalición. Producto de la precisa descripción del amo y jefe, tal y como hace el Sr. Leguina, más la acertada vision de los acompañantes, que les ha dedicado hoy el Sr. Gonzalez.

    Y sobre lo de Urkullu, imagínese la repercusión política si hoy, sólo unos días después de ser publicada, ya está practicamente olvidada. La única repercusión, y conviene recalcarlo para recordatorio de quien fue el firmante, ha sido y fue mediatica. Si lo hubiera escrito en el periódico habitual del partido, les podría haber hecho el favor de alegrarles algo las cuentas de resultados de agosto. Es evidente que, con la elección del medio, prefirió (o prefirieron, lo de su comité) la visibilidad y el peloteo mediático. No se quejen del porvenir electoral del año próximo. Se lo han buscado por la compañía…

  3. jorgeplaza

    No consigo entender al señor Leguina. Entiendo a Felipe González cuando dice que le ha costado votar al PSOE esta vez porque a mí también me ha costado, pero de ahí a apoyar a Isabel Díaz como ha hecho Leguina en el pasado reciente hay un trecho largo. Uno puede hartarse de su partido (y el PSOE lo ha sido mucho más de Leguina que mío, que ni siquiera he sido nunca militante) pero eso es muy distinto de pasarse con armas y bagajes al adversario, más todavía si se elige del PP al representante más alejado posible (Isabel Díaz otra vez) de las ideas socialdemócratasque supuestamente profesó Leguina alguna vez. Entiendo el cabreo con este feminismo de hoy o con el mando absoluto de Sánchez en el PP, comprendo el silencio o la abstención en el voto, pero pasarse al enemigo (¡y qué enemigo!) es incomprensible. Es casi como lo de Jiménez Losantos: de Bandera Roja y el PSUC a la derecha ultraliberal y llevando, según él, razón en todo momento. Ya me parece que es tarde para rectificar, pero el señor Leguina se ha metido desde hace años en un berenjenal. Y Roma no paga a los traidores.

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