Pedro Sánchez bailando con la más fea

No se sabe muy bien por qué se tilda de Frankenstein 2.0 y no de ecuménico al futuro gobierno de coalición social-comunista, pues estará respaldado por los votos (afirmativos esta vez, no las abstenciones vergonzantes de la vez anterior) de tantas fuerzas variadas que abarcan todo el arco ideológico; todas, todas, excepto, cómo no, «la derecha extrema y la extrema derecha», es decir PP y Vox, «los fachas». 

En efecto, todas las demás fuerzas estarán representadas: socialistas, comunistas y neocomunistas, ecologistas,  sumaristas y  podemistas, en el gobierno; y en la mayoría de investidura: los conservadores y tradicionalistas de Dios y Leyes Viejas (PNV), los neoconvergentes botigueros de Junts per Karles, la izquierda republicana catalano-escocesa y sus socios para las elecciones europeas, los muy inclusivos de Bildu (¡hasta incluyen en sus listas a delincuentes rehabilitados!). Hasta la coalición-unipersonal de Canarias estará, dicen los arúspices, en esa mayoría de progreso tan transversal, ¡si les caen unas monedas insulares…!

Para ello Sánchez habrá tenido que bailar con la más fea, la amnistía, esa de la que Felipe González dice hasta aquí llegaron las aguas socialistas. Todos ellos serán, cómo no, también favorables a la amnistía decenal con la que el Estado español no es que perdone a los insurgentes independentistas, sino que estos perdonarán al Estado español por haber sido tan represor y tan antidemócrata. Un preámbulo de ley para la Historia.

El gran hacedor ecuménico Sánchez lo dejó dicho en Ferraz ayer: «En el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy  la amnistía en Cataluña por los hechos acaecidos en la década pasada», con una  standing ovation a la coreana, salvo los manchegos de Page, último baluarte de la izquierda andante (¡qué lástima que Page y los suyos no se tomen más en serio su rabia de la Tomasa y no hagan un referéndum al respecto en Castilla-La Mancha!). 

La amnistía,  ese «hacer de necesidad virtud», Sánchez dixit,  será pues votada por mayoría simple por los mismos que votarán inmediatamente después al candidato Sánchez. Y a partir de ahí, a ver cómo se las arregla este para darle a Puigdemont lo que pueda vender a su parroquia indepe como un referendo o baratija similar, algo de gasolina para llegar hasta las autonómicas… 

Pero ¿de qué sirve una investidura sin presupuestos? El cobrador del frac de Waterloo ya ha ido a su sastre de confianza…

Y en cuanto al catalán, lengua del año: el ministro de localizaciones exteriores Albares seguirá buscando aquellos decorados en donde poder escenificar, frente a los socios europeos reticentes, que la inclusión de tres nuevas lenguas regionales oficiales en la UE ni supone un precedente, ni lo van a pagar los europeos, ni despertará a las minorías rusófonas en las Bálticas, no sea que les dé por reclamar un 25% de ruso en las aulas. (De momento, el ministro  ya les ha dicho que tranquis… ¡que los catalanes hablan «polaco» y no ruso!)

Coda 1) Extrapola, extrapola que algo queda. Aprovechando que el Pisuerga pasa por la amnistía de Sánchez, ayer gran exclusiva en La Paisa Today: cinco años de investigación para dar a luz al informe del Defensor de la Puebla sobre los abusos sexuales «en el ámbito religioso», basada en una encuesta de Gad 3 (Narciso Michavila, la escopeta de feria nacional). 

Contrariamente a los titulares y a la vulgata delirante (¡440.000 españoles menores podrían haber sido  abusados bajo el signo de la Cruz!, una noticia que puede ya encaramarse al podio de las fake news internacionales de La Paisa, como bien dice Manuel Mostaza,  junto a los 300.000 bebés robados del franquismo o las miles y miles de fosas comunes, solo por detrás de las de la Camboya de Pol Pot), las cifras de la encuesta demuestran que los establecimientos religiosos han sido, mal que les pese a algunos, los lugares donde la juventud española ha estado más a salvo de sufrir ese tipo de abusos, si se compara con lo ocurrido en otros ámbitos: ámbito familiar (34,1%), la vía pública (17,7%), ámbito educativo no religioso (9,6%) o ámbito laboral (7,5%). (Cifras de la misma Gad3). Una encuesta, nótese, de apenas 8 mil encuestados, sin ni una sola de encuesta presencial, y que, con el margen de error habitual del 1%, puede reducir ese 1,13% de abusos «autodeclarados» (sin tipología alguna) a una mera irrelevancia estadística, entre el margen de error y el del horror. 

Pero ojo, ojito con las siguientes encuestas si se concretan las cuantías de las indemnizaciones que recibirán, Gabilondo dixit, las putativas víctimas. Trending topic asegurado.

Coda 2) Vuelve a casa por Navidad.  Es lo que hará probablemente Puigdemont, una vez aprobada la ya mentada amnistía. De momento, regresa desde Bélgica, seis años después, el rapero Valtònyc. Y ello gracias a la prescripción del delito de enaltecimiento del terrorismo e injurias graves a la corona por el que le reclamaba la Audiencia Nacional.  

Puigdemont lo ha acompañado (no sin un deje de nostalgia y esta vez no en el maletero) un trecho del camino: «Gracias por resistir un exilio injusto y por apoyarnos en nuestro esfuerzo por defendernos. Ha sido un honor compartir este viaje». Y es que había prisa: el nombre de Valtònyc aparece en el cartel de un concierto de apoyo a la causa palestina que se celebrará este domingo en Barcelona. Igual va y les canta alguna de sus letrillas o eslóganes favoritos: «Matad a un puto guardia civil esta noche//, iros a otro pueblo donde haya guardias civiles y matad a uno», o bien esta frase tan a lo Kennedy: «No preguntéis qué podéis hacer por mí//, sino qué os gustaría que hicieran por vosotros//, si vosotros fuerais nosotros, poned una puta bomba al fiscal de una vez». Y ya por Navidad: «Quiero transmitir a los españoles un mensaje//, ETA es una gran nación», o y para los Reyes Magos:  «Ve y diles// que tengo miles de misiles// apuntando a Su Majestad».

«Para ello Sánchez habrá tenido que bailar con la más fea, la amnistía, esa de la que Felipe González dice hasta aquí llegaron las aguas socialistas».

Cuestionario maldito a Valtònyc:

-¿De qué ha vivido durante estos años? Del domund indepe, que els bombin…

-¿Más de Frankenstein o más de Drácula? – Más de Hamás. 

-¿Qué le dijo a Puigdemont en el coche al despedirse?  Que le mande un crismas-bomba al Llareno Solitario.

– Si hay referéndum, ¿votará o llamará a la abstención? – Votaré Puta España. In Memoriam.

-¿Cómo definiría a la princesa? Bisnieta de Franco.

-¿Qué opinión le merece Otegi? Qué gran calígrafo.

-¿En qué lengua hablaba con Boye en la intimidad? Todo fue en telepatía.

-¿Qué libros no recomendaría esta semana?  El libro de esta feminista liberal, que se merece una buena fatwa.