Los secretos de Ayuso
«El concepto transparencia siempre ha sido un adorno retórico. Ningún líder político es transparente por iniciativa propia: a uno lo obligan a ser transparente»
En 2019, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dijo en su toma de posesión: «La transparencia es un principio fundamental de la democracia y un derecho de los ciudadanos. Por eso, impulsaremos la transparencia en la gestión pública, facilitando el acceso a la información y la rendición de cuentas». Esta semana, la Asamblea de Madrid, donde el PP tiene mayoría absoluta, aprobó una ley (por la tramitación urgente, esa estrategia de los políticos contemporáneos para sortear el control parlamentario) que permitirá al Gobierno de la comunidad reforzar su dominio de la Cámara de Cuentas, el Consejo de Transparencia y Telemadrid.
Como explica la exdiputada autonómica de Ciudadanos Dolores González Pastor (merece la pena leer su análisis al completo), que fue ponente de la Ley 10/2019, de 10 de abril, de Transparencia y de Participación de la Comunidad de Madrid, el Consejo de Transparencia pasa «de ser un órgano adscrito a la Asamblea de Madrid, con plena independencia funcional y jerárquica de la administración pública que controla, a ser un órgano totalmente dependiente jerárquicamente del gobierno. El consejero de Presidencia pasa a ser jefe directo de quien ha de resolver reclamaciones de transparencia contra el propio gobierno. El controlador pasa a ser subordinado del controlado».
Como escriben en la organización Civio, la ley de 2019 era una de las más avanzadas de España. La reforma a esa ley «añade las competencias en protección de datos al organismo garante de la transparencia; segundo, resta independencia a dicho organismo, que pasará a depender directamente del Gobierno y no de la Asamblea; tercero, elimina las sanciones por incumplimiento de la norma actual».
El concepto transparencia siempre ha sido un sonajero, un adorno retórico. Si uno se compromete con la Transparencia con mayúscula, ya no necesita ser transparente. Ningún líder político es transparente por iniciativa propia: a uno lo obligan a ser transparente (no siempre es así, claro: permítanme el cinismo). Provoca cierta melancolía hoy defender la neutralidad de las instituciones y la transparencia de los gobernantes. Al fin y al cabo, el ciclo reformista en España (esa estrechísima ventana de oportunidad que hubo después de la Gran Recesión en la que algunos intelectuales, politólogos y comentaristas de la política española discutieron sobre reformas institucionales, incentivos, transparencia y contrapesos) murió con el sanchismo.
Hoy la política es solo guerra cultural y mediática. La neutralidad y la transparencia son coqueterías o lujos; algunos en la oposición al sanchismo piensan que la única manera de derrotar al presidente, o de ofrecer una alternativa, es usar sus mismas armas. Con esta ley, Ayuso sigue la estela de Pedro Sánchez, un presidente especialmente opaco y arbitrario que incluso ha sido amonestado por vulnerar el derecho al acceso a la información.
ACLARACIÓN: La Presidencia de la Comunidad de Madrid quiere hacer constar que ni la Cámara de Cuentas ni Telemadrid cambian su relación con la Asamblea de Madrid y no dependerán orgánicamente del Gobierno. Y el Consejo de Transparencia mantiene su independencia, entre otras cosas, porque se garantiza en la ley que su presidente no puede ser removido del cargo y le otorga total independencia funcional. Presidente que, además, debe ser ratificado por la Asamblea.
La Presidencia de la Comunidad de Madrid quiere hacer constar que ni la Cámara de Cuentas ni Telemadrid cambian su relación con la Asamblea de Madrid y no dependerán orgánicamente del Gobierno. Y el Consejo de Transparencia mantiene su independencia, entre otras cosas, porque se garantiza en la ley que su presidente no puede ser removido del cargo y le otorga total independencia funcional. Presidente que, además, debe ser ratificado por la Asamblea.
El experimento FAES sigue a toda máquina gracias a los aspirantes a señores de derechas de Madrid. La IDA es sólo la tonta útil que de vez en cuando larga alguna barbaridad de verdulera frutera para distraer al personal y hacer babear a los fachas salidos. Ya ha demostrado que sin un papel delante la mononeurona queda al descubierto.
El experimento PSANCHEZ sigue a toda máquina gracias a los aspirantes a señoros machirulos de izquierdas y de ultraizquierdas de Madrid. EL PAVO es sólo un tonto inútil que de vez en cuando larga alguna barbaridad de payaso diabólico como cuando insultó gravemente hace poco tildando de hitlerianos a los alemanes y largándose raudo y veloz, dejando a todo el mundo con la palabra (no dire la palabra, pero es el macho cabrío) en la boca para distraer a sus costaleros de la ultraderecha lazi de Cocomocho, a los que considera progres y de izquierdas porque le hacen el avío, y a los fascistarras de Bildu, y para hacer babear a los estalinistas bujarrones salidos con sus contoneos de macarra robótico. Ya ha demostrado que sin un papel delante la mononeurona queda al descubierto, y lo sabemos. Aún así, siempre habrá algunos gaznápiros alelados que lo queremos mucho, como la trucha al trucho, y lo daríamos todo por él para que él nos diera algo a cambio por nuestro recto proceder.
Ayuso, además de una acémila intelectualmente hablando, es una mafiosa, como todo el PP de Madrid. Su padre dejó a deber 400.000 euros de una subvención pública que debía devolver. Propició el pelotazo de su hermano en plena pandemia. Como toda peperra, es corruPPTa y mentirosa. Una verdulera que encandila a los subnormales salidos que la ven como una MILF. Ese es el verdadero secreto de Ayuso.
Decir la verdad no es tan complicado, te refresco un poco:
La deuda es de 311 mil euros y corresponde a 8 avalistas, es decir, la deuda de sus padres es de 77 mil euros, no de 400 mil.
Existe una nave embargada sobre la operación que mencionas y pueden ser embargados bienes, salarios y pensiones de los avalistas implicados. Acabaran pagando cuando lo determine la justicia, como en tantas empresas quebradas.
Lo de su hermano, la justicia ha dictaminado ,en varias instancias, que no hubo ni fraude ni corrupción ni trato de favor .
Acusar de acémila intelectual a otros, con el nivel de sintaxis que manifiestas resulta sorprendente.
Además de portugués (nada contra los portugueses, esto es un juego de palabras que el estulto no entenderá jamas), eres un pazguato que escupiendo palabras siempre desde el odio y mintiendo a sabiendas de que lo haces, te crees sobrado y no haces nada más que el ridículo on tus necias exposiciones. Lee, aprende y vete a decir tonterías a tus estercoleros favoritos
Sánchez, además de una acémila intelectualmente hablando al que hasta le tienen que escribir esos tochos infumables que le publican para vestir la muñeca, es un mafiosillo de segunda, un macarra, y un lechuguino payaso, como todo el PSOE de Madrid. Su suegro es dueño de una cadena de saunas gays al que le dejaron a deber 100 euros por unos servicios personales que nunca prestó y que debía devolver, pero el muy promiscuo enchufó a su hermano, que no quiere ni saber nada de él ni en plena pandemia ni ahora. Como todo el PSOE, es pura podredumbre y perdición de personas humanas. Emputece todo lo que toca. Un macarra de ceñido pantalón pitillo que encandila a los subnormales homófobos que lo vemos como un gañán pendejo muy atractivo, que lo es. Ese es el verdadero secreto de Sánchez que me encandila. No puedo evitarlo, pero no es culpa mía, la culpa es del mundo y de mis circunstancias.
No de lecciones de sintáxis, subnormal, y aprenda a leer y escribir corrrectamente.
A mamarla, facha cabrón.
O sea, resumiendo: que Ayuso desmonta en Madrid la «transparencia», pero la culpa es de Pedro Sánchez porque lo suyo es contagioso.
Un «análisis» demasiado transparente.