Cataluña triunfante
«La decadencia demográfica de Cataluña y la huida de empresas en los últimos años llevan dentro una variable común: la política separatista»
Ilustración de Alejandra Svriz.
Catalunya, triomfant,
tornarà a ser rica i plena!
En el año 1976 nacieron en Cataluña 105.200 niños. El año pasado menos de 57.000, y de madres nacidas en España pocos más de 34.000 (casi un 70% menos que en 1976). Entonces hubo 60.500 más nacimientos que defunciones y en 2023, 12.000 más defunciones que nacimientos.
En 1976 el porcentaje de catalanes (residentes en Cataluña nacidos en España) menores de 20 años era el 35% y en 2023 menos del 18%.
Catalanes de 65 años y más en 1976 eran el 10% y el año pasado el 25%.
«Los cambios de domicilios empresariales se han incrementado en 2023, un 4%. Madrid añade 71 y Cataluña resta 128»
Población nacida en el extranjero que residía en Cataluña el año 1976 representaba el 1,3% de la población y en el año 2023 era mayor del 21%.
De los nacidos en Cataluña el último año de casi el 40% su madre había nacido fuera de España (en la provincia de Gerona el 45%). Y yo me pregunto: ¿cuántos de esos hijos de madre foránea estarán dispuestos a votar a los herederos de Puigdemont?
Como se ve, Cataluña sufre una demografía en clara decadencia que conduce a una Cataluña envejecida y con una creciente población que ha venido de fuera de España.
Pero no sólo está en la demografía la evidente decadencia catalana. La huida de empresas desde Cataluña no para de aumentar. En efecto, Informa DyB acaba de publicar unos datos acerca de los cambios de domicilio empresarial en 2023. Leamos:
«Tras la importante subida de estos movimientos de sociedades en 2017 en Cataluña como consecuencia de referéndum independentista, llegando hasta 6.276 en el acumulado de 2018, el número desciende y se queda en 4.503 en 2020. En 2021 vuelve a subir para alcanzar la segunda cifra de mayor importancia desde 2015, un total de 5.401, en 2022 bajaron a poco más de 5.000 y 2023 terminó con la cuarta cifra más alta desde 2015».
Según Nathalie Gianese, directora de Estudios de Informa DyB, los cambios de domicilios empresariales se han incrementado en 2023, un 4%, con Madrid como la comunidad con mayor saldo positivo entre llegadas y salidas, añade 71, y Cataluña la que más resta, 128. Desde 2015 solo dos comunidades han mantenido un saldo positivo, Madrid y Baleares, y otras dos, Cataluña y Castilla y León, son las que han perdido más empresas.
«El 23% de las empresas que han llegado a Madrid en 2023 tiene su origen en Cataluña»
En el cuarto trimestre de 2023 Cataluña tuvo un saldo negativo de 48 empresas, el más elevado, llegaron 124 sociedades frente a las 172 que decidieron trasladarse fuera. Madrid es la que más ganó en ese trimestre, sumó 33.
Tras Madrid, los mayores saldos positivos en 2023 son para Castilla-La Mancha, que añadió 60 compañías, y Valencia, que sumó 43. Canarias, Galicia, Baleares, Cantabria y Extremadura también ganan empresas. Por el contrario, además de Cataluña, Castilla y León perdió 44 y el País Vasco 32.
En resumen: desde 2015, solo Madrid y Baleares mantienen saldos positivos, sumando un total de 5.290 y 469 empresas respectivamente. También son dos las que restan siempre, Cataluña, un total de 5.216, y Castilla y León, 564 menos.
El 23% de las empresas que han llegado a Madrid en 2023 tiene su origen en Cataluña.
Todos estos desastres llevan dentro una variable común: la política separatista, que ha tomado como rehenes a la mayoría de los catalanes que no son separatistas.
Hasta tal punto es singular la demografía catalana que hasta los hijos del santo padre del independentismo tienen madre extranjera. Y no me parece mal, pero como dato neutro ahí queda.
La pijería catalana, ni mejor ni peor que la madrileña, aun compartiendo con ésta muchos caracteres reconocibles bajo ‘pijo’ añadió una marca de identidad propia: se sabían (no ‘creían’, ‘sabían’) que eran la California de Europa.
Atrapados en su asquerosa mística se produjo una inclinación por la multiculturalidad que para los pijos catalanes se resolvía como el tener mascotas humanas por sus calles de todos los colores, es muy guai. Las mascotas extremeñas, andaluzas o asturianas no eran exóticas y les daban, y siguen dándoles, un profundo asco.
Jadean aquellos pijos hoy canosos, barrigones y con papada con su nación «charnegos free». Incluso que los hijos de los charnegos hayan nacido en Cataluña, como el que escribe, no conlleva la automática carta de identidad catalana, sí que aplica a un nigeriano, pero no ‘debe’ de aplicar -sin aprobar examen- a un charnego. Alguien lo tiene que decir: su «independensia» finaliza forzando a que se vayan a ‘su España’ toda la, para ellos, purria charnega que desvirtúa su zoológico multicultural.
Hay un paralelismo de Cataluña con Castilla y León según los datos que ofrece el artículo, ambas en plena decadencia, pero sólo se aduce causa posible para Cataluña: el separatismo. Teniendo en cuenta a C y L es evidente que no le es aplicable el mismo diagnóstico, se nos permitirá dudar de que el artículo haya acertado con el de Cataluña.
Si… Cataluña va de lujo.
¿Los políticos catalanes están robando a los catalanes?. Pues , lo parece
Mientras la relación de exigencias financieras de los políticos catalanes todo el mundo la conoce , los datos de los mismos gestores en gastos sociales de mayor interés ciudadano como sanidad, educación y servicios no provoca ningún escándalo . Cada vez es mayor la diferencia entre lo que están recaudando y la calidad de sus prestaciones. El 26 de septiembre pasado recogía La Vanguardia los siguientes datos : En los presupuestos de sanidad 2022 , Catalunya tiene el menor porcentaje destinado a sanidad, un 23,8% por debajo de la media española, 30,8% , en educación lo mismo , un 17,6% cuando la media española es del 20,6% y en servicios sociales igual , un 7,2% por debajo del 7,4% de la media española¿ Por qué nadie se pregunta adonde van los elevados impuestos que gravan a los catalanes? Hay que hacerles ya una auditoría