El legado de Sánchez
«El líder socialista avanza hacia su final, derrota tras derrota, dejando la peor herencia: unos partidos radicales independentistas reforzados»
Los gallegos han votado y el resultado aporta muchas e interesantes claves y consecuencias políticas. Sánchez ha vuelto a ser derrotado. Sánchez convirtió unas elecciones autonómicas en un referéndum sobre Alberto Núñez Feijóo. O sea, también sobre él. Si hay dos líderes nacionales cuando se somete a uno a examen, también se examina al otro. No hay más. La campaña ha tenido la tensión necesaria porque ha dinamizado a la sociedad. Son más de 175.000 los gallegos que se han movilizado respecto a las elecciones autonómicas anteriores. La victoria del Partido Popular ha sido apabullante. El éxito del BNG claro. Apabullantes y claros también han sido los fracasos de Sánchez, Vox, Sumar, Podemos y Tezanos, el manipulador y malversador de caudales públicos.
El Partido Popular ha ejecutado con éxito la transición de Núñez Feijóo a Rueda. Y no era fácil. Obtener en el momento político actual un 47,36% de los votos es un éxito apabullante. Su doble campaña con dos caravanas, una gallega y otra nacional, ha resultado ser un éxito, aunque haya dado la imagen de todo lo contrario. Con el porcentaje de voto obtenido es momento de entender que al PP le vota mucha más gente que los mayores y los del campo. Cuando se gana en 295 municipios, de los poco más de 300, el éxito es abrumador. Rueda ha entrado en el Olimpo de los líderes con mayoría absoluta del Partido Popular.
El BNG se ha convertido en el referente único del nacionalismo gallego y de la izquierda. Han sacado mucho más de lo que esperaban, pero lo han hecho vampirizando al PSOE. No había otra matriz de transferencia posible. El resultado es mucho más un fracaso de Sánchez y su equipo que un mérito del BNG. Pedro Sánchez está copiando la estrategia de Pablo Iglesias que resultó ser un error para Podemos. Se blanquea tanto y se ensalza tanto al partido radical local que lo que se logra es vaciar al PSOE de votos. El proyecto de Sánchez es apoyo, blanqueo y reconocimiento de los nazionalismos radicales e independentistas, a cambio de que le mantenga en el Gobierno de Madrid. Que tome nota el PNV. La estrategia de Sánchez ha hecho crecer al partido de la candidatura europea de Pernando Barrena: EH Bildu.
El guión de Santos Cerdán, el hombre que cosecha derrotas, ha sido todo un fracaso. La marea de pellets no le funcionó al Gobierno y sus antenas mediáticas. El blanco no es el negro y las boliñas no son el chapapote. La catástrofe ecológica era una catástrofe mediática para tertulias de Madrid. También les ha salido mal la manipulación del almuerzo de Feijóo con los medios. El off the record manipulado ha resultado todo un fracaso. Era tan falso como trabajado y exagerado. Al Partido Popular le costó salir de la encerrona y al final le ha beneficiado. Probablemente votantes cansados de tantos años de Partido Popular abandonaron la abstención para apoyar a Rueda. Se dijo tanto que el BNG podía gobernar que movilizaron al electorado. Ver hablar a Pedro Sánchez de la mentira, como mala práctica política, fue excesivo. Todos los que se subieron al carro de la manipulación programada de la amnistía y el indulto a Puigdemont lo han pagado. El PSOE con Sánchez y Zapatero y Vox con Abascal que tildó a Feijóo de «la gran estafa política».
A Sánchez le ha fallado esta vez la pinza PSOE con Vox. Los de Abascal en Galicia, por gritar las milongas del PSOE como útiles marionetas del sanchismo, han repetido ese cero que no le resta nada al PP. Los de Sumar han tenido el mismo cero que tampoco le aporta nada a Sánchez.
«Galicia ha dado la espalda al Gobierno del muro y de la amnistía»
El PSOE no existe. Lo que queda es el sanchismo que está por debajo de los diez escaños. Fracaso. Tercera fuerza política con clara tendencia al retroceso. Galicia ha dado la espalda al Gobierno del muro y de la amnistía. La suma de BNG y PSOE es menor en votos que los logrados por el Partido Popular. La coalición del Gobierno de España, de 75 escaños, ha logrado unos miserables 9 escaños. Según Oscar Puente la amnistía no ha sido castigada en Galicia porque el BNG la apoya y ha subido. Flaco favor a Pedro Sánchez. Si la amnistía no ha sido la castigada por el voto al BNG, el que ha sido vilipendiado, machacado y humillado es Pedro Sánchez y su forma de gobernar.
Democracia Orensana cierra el Parlamento gallego. Populismo demagógico que sólo sirve para evitar que el PSOE sea la última fuerza del Parlamento. Un escaño que pone más en evidencia a los ceros que se quedan fuera.
Vox ha sido el ganador de los ceros. Un exitazo porque tienen más votos que Sumar y Podemos juntos. Frente a los más de 700.000 votos del PP han sacado menos de 32.500 votos. Un nimio 2,19% para un partido con presunta vocación nacional. Pero como han subido un puñado de votos no ha habido ninguna autocrítica. Con el frenético ritmo de crecimiento que han tenido, con el importante incremento de la participación, quizás consigan sacar un diputado dentro de 16 o 20 años. El resultado confirma su tendencia hacia la nada. El próximo escenario el País Vasco donde les espera otro cero. Y ahí sería perder uno. ¿Por qué prolongaron el mandato de Abascal por cuatro años más con tanta urgencia? Vox empieza a no servir ni para ayudar a que gobierne Sánchez.
«El invento que el PSOE le montó a Yolanda Díaz para cargarse Podemos ya no da más de sí»
El cero de Sumar ha sido estrepitoso. El invento que el PSOE le montó a Yolanda Díaz para cargarse Podemos ya no da más de sí. A Yolanda no la quieren ni en su pueblo. Normal. Deben de conocerla muy bien. Potenciar en Madrid al máximo la imagen de Marta Lois durante unos meses sólo ha servido para que sea reconocida en la caída. Lois intuía que su candidatura era una inmolación. No se imaginaba que era tanta. Resultado cero absoluto. Es lo que tiene ser un montaje coyuntural que ya ha cumplido su misión.
Podemos, con 3.854 votos, ha logrado un ridículo 0,26% y está por detrás del Pacma. Hablamos de ellos por lo que fueron. De estar rozando el cielo con los dedos a ser la nada absoluta. Pudieron ser todo en la izquierda bloqueando la investidura de Sánchez. Iglesias fue el cobarde que no lo hizo y mató a su criatura.
En Galicia el PP y Feijóo siguen con su racha de victorias que cesará en las elecciones vascas. Mientras, Sánchez avanza hacia su final, derrota tras derrota, dejando el peor legado: unos partidos radicales independentistas reforzados. Para ello, ha sacrificado al PSOE, junto a todos los demás inventos nacionales que le sirvieron para ser presidente en su derrota del 23-J. A saber: Sumar, Podemos y Vox.