El Trump de Valladolid
«Óscar Puente utiliza las redes para criticar a todo lo que le parece hostil en un tono poco elaborado, popular, chabacano y alejado del lenguaje institucional»
Las exquisitas maneras del ministro Óscar Puente con la prensa recuerdan cada día más a un Trump pasado por el Pisuerga en lugar de por el Hudson.
Puente señala sin rubor a cualquier periodista que le critique, le lleve la contraria o simplemente piense de manera diferente. El ministro de Transportes representa a todos los españoles, no solo a los suyos, y su cargo implica un decoro hacia los demás sean del signo político que sean. Este señor de Valladolid tiende a perder el respeto de manera habitual en las redes sociales con un estilo torrentiano que le asemeja a Donald Trump, pero sin pelo naranja como él mismo reconoce.
Puente calca las estrategias de Trump ante los medios y sobre todo en las redes donde critica a todo lo que le parece hostil en un tono poco elaborado, popular, chabacano y alejado del lenguaje institucional. El exalcalde de Valladolid busca la polarización política con el fin de excitar a sus hooligans y en busca del enfrentamiento con el contrario. Puente no ha sido diseñado para el entendimiento político, sino que es un albañil de Sánchez para levantar los muros de la confrontación.
Sus malos modos ya pudieron verse cuando intervino en el Congreso de los Diputados para dar respuesta al discurso de investidura fallido de Feijóo. Su falta de templanza le debería invalidar para ser ministro, un puesto en el que habría que primar la ejemplaridad y la educación, pero su ausencia desprestigia a las instituciones y debilita a nuestra democracia, que ya baja puestos en los ránkings de calidad como el de Freedom House o The Economist.
Puente utiliza las redes para intimidar a la prensa y cuando los medios cuestionan sus decisiones, le traicionan a él y a los suyos y los convierte en enemigos. El ministro de Transportes, como buen populista, pone en la picota a aquellos que le contradicen, aunque lo hagan con educación, y los convierte en enemigos del sanchismo a la vez que los traslada a la jaula de la fachosfera.
«El ministro es valiente para insultar a través de las redes, pero no para dar la cara ante la prensa»
La libertad de prensa y la función de los medios como guardianes de la democracia molesta a un Puente que no duda en atacarlos y al que solo le falta espetar el fake news para ser el auténtico Trump de Valladolid. El ministro es valiente para insultar a través de las redes, pero no para dar la cara cuando la prensa ejerce su papel fiscalizador ante el poder político.
Después de que THE OBJECTIVE destapase que la Fiscalía vinculaba a dos altos cargos de su ministerio con el caso Koldo, Puente decidió el pasado viernes en una rueda de prensa en Valladolid, que solo se le podía preguntar sobre la integración del ferrocarril en la ciudad castellanoleonesa. El ministro de Transportes también hizo mutis por el foro en San Sebastián, donde dejó plantada a la presidenta cántabra al cancelar su asistencia al acto de inauguración de la fabricación de los nuevos Cercanías para Asturias y Cantabria. El miedo a que le salpique de lleno el caso Koldo es superior al populismo trumpiano de Puente.
Los exabruptos en redes del exalcalde de Valladolid han dejado impresionado al exportavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, otro político destacado por sus modales, que se queja con cierta envidia del maltrato de la progresía hacia su partido; mientras Puente goza de carta blanca para dar zascas como «portavoz aguerrido» en una «inteligente táctica de reparto de papeles».
La actitud agresiva del ministro de Transportes no es nueva, ya cuando ejercía de alcalde de su ciudad arremetía contra políticos opositores y periodistas críticos. El presidente Sánchez debió quedar prendado por su actuación frente a Feijóo en la investidura, que le doctoró cum laude como mamporrero político. Una vez nombrado ministro, comenzó su graduación como señalador de informadores de la fachosfera. Las asociaciones mayoritarias de la prensa en España han cerrado filas con los periodistas señalados, algunos de los cuales han sido linchados en las redes sociales por los comentarios de Óscar Puente. Lo peor de todo es que la Asociación de Periodistas Parlamentarios le otorgó al ministro de Transportes hace tres meses el premio a mejor diputado en las redes sociales y el de parlamentario revelación del año. Poca vista tuvieron ante el aprendiz de Trump de Valladolid.