La inteligencia artificial y el futuro de las elecciones
«Hablo de la posibilidad de alimentar una máquina IA con todos los datos electorales y sociológicos que hay en nuestro país y generar una población sintética»
La pasada semana tuve la oportunidad de sentarme a charlar en Sevilla con un grupo de periodistas andaluces especializados en temas políticos y como no podía ser de otra forma, buena parte de la misma versó sobre los radicales cambios que va a traer la Inteligencia Artificial a las campañas electorales. Y creo que hablar de cambios radicales es quedarse bastante cortos porque les aseguro que a partir de su implantación, ya nada será igual.
No, no estoy hablando de esos vídeos tan pintones construidos con Inteligencia Artificial Generativa, ya saben, la hermanita pequeña con ínfulas creativas de la IA ni de esos vídeos DeepFake construidos para confundir e imitar a líderes mundiales y conseguir que digan lo que nunca dijeron que tantas portadas han llenado en los últimos meses, ambas cuestiones, aunque interesantes sobre todo desde el punto de vista de la generación de campañas negativas entre electores poco despiertos, solamente rozan la superficie de lo que viene.
«Imaginen en lugar de las campañas actuales generalistas, cientos de miles de micro-campañas creadas para impactar en esas micro-poblaciones a través de los más diversos soportes»
Estoy hablando a algo mucho más serio y potente, de tecnologícas capaces de cambiar la propia esencia de las campañas mediante un salto casi cuántico de eficacia, hablo de la posibilidad de alimentar una máquina IA con todos los datos electorales y sociológicos que hay en nuestro país y que por cierto son públicos, y a partir de los mismos de generar una población sintética de España sobre la que poder correr simulaciones del impacto sobre las mismas de determinadas políticas públicas.
Para hacérselo más visual, imaginen una partida de Los Sims en la que cada uno de los 47 millones de avatares de la misma tenga las características similares a la de uno de ustedes: Su nivel de estudios, sus ingresos, sus características de voto, las preocupaciones que afectan a sus vidas, el lugar donde les gusta ir de vacaciones, incluso (casi) su partido político favorito extraido de los datos históricos de voto de su sección/mesa electoral.
Y una vez que tengamos todos esos datos, imaginen que podamos lanzar sobre esa partida de los SIMS millones de simulaciones sobre como actuarían ante, se me ocurre, la construcción de una central nuclear cerca de sus casas, el cierre de un hospital, la construcción de un colegio, una bajada de impuestos o un aumento del salario mínimo o incluso de las pensiones.
Y por supuesto la cosa no acabaría ahí, porque una vez realizado el proceso de identificación y establecidas las probabilidades de que un de esos segmentos cambie de voto ante una determinada política pública, imaginen en lugar de las campañas actuales generalistas, cientos de miles de micro-campañas creadas para impactar en esas micro-poblaciones a través de los más diversos soportes.
Y más aún, una vez comprobado el éxito de algún elemento de campaña sobre un target concreto, la identificación de otros similares donde el impacto estaría asegurado sería casi un juego de niños.
Pues bien deberían dejar de imaginárselo porque estoy seguro de que no estamos a demasiados meses de que lo veamos, de hecho en Redlines ya formamos parte de un equipo de trabajo internacional que se ha puesto manos a la obra desde hace meses para conseguir ese primer tablero de juego.