Nueve de cada diez
«Sánchez ha transformado a su partido en el apoyo de los independentistas, radicales, comunistas y herederos del terrorismo por las regiones de España»
Pedro Sánchez ha mentido una vez más y ha utilizado los muertos con fines políticos. Vestido de Zanussi se fotografió entre cadáveres del Valle de los Caídos usándolos con fines políticos. El miércoles pasado el PSOE, por el terrorismo asesino de ETA, acusó a EH Bildu de ser «un partido incompatible con la democracia» por faltar el respeto a las víctimas del terrorismo y no considerar a ETA como una organización terrorista. Hoy, pasadas las elecciones vascas, los votos del PSOE forman con Bildu el mismo bloque. Lo ha dicho Pedro Sánchez con orgullo: «Nueve de cada diez votos del País Vasco fueron a partidos que mantienen al presidente». Sánchez es presidente gracias a partidos que son «incompatibles con la democracia».
Las elecciones vascas han arrojado el resultado que los vascos que pueden votar en las elecciones han querido. Es verdad que a más de 200.000 nos habría gustado participar y poder decidir el destino de nuestro pueblo. Pero por no ser nacionalistas nos convirtieron en «incompatibles con la democracia vasca». Y así nos mantienen.
El éxito del nazionalismo ha sido abrumador. Tal y como están las cosas, el PNV ha salvado el Gobierno en claro retroceso. Ha vuelto a sus orígenes y es el Partido Nacionalista Vizcaitarra. Álava y sobre todo Guipúzcoa están mayoritariamente con Bildu. Lo que sucedió en las elecciones municipales y a las diputaciones se ha consolidado. El final del régimen peneuvista está a la vista. En dos de cada tres municipios vascos, la fuerza más votada ha sido Bildu.
La moderación de la campaña se desvaneció el domingo por la noche en la celebración del resultado de EH Bildu. La euforia se manifestó con gritos de «independentzia, independentzia». Pedro Sánchez los ha hecho suyos en la sesión plenaria del Congreso. «Nueve de cada diez votos vascos son los suyos». El presidente del Gobierno de España está con la independencia del País Vasco. Esa noche también se gritó «jotake irabasi arte», golpeando hasta ganar. Jotake es el nombre de las granadas creadas por ETA. El presidente del Gobierno hace suyo el grito de golpeando, se supone que a España, hasta ganar. Nueve de cada diez votos del País Vasco son los del presidente del gobierno.
La banda terrorista ETA —no es ninguna otra cosa— dejó de asesinar estratégicamente, con la complicidad del PSOE de Zapatero, Rubalcaba y Eguiguren, en el año 2011. Mal día para el PNV. Cuando étnicamente ya habían limpiado el paisaje —cientos de miles de no nacionalistas expulsados del territorio— dieron el paso a seguir conquistando el poder. Ahora con los votos, como continuidad de su pasado manchado de sangre. Lo curioso es que cuando ETA asesinaba, el constitucionalismo lograba más de 650.000 votos. Hoy, después de las declaraciones de Pedro Sánchez, sólo llega a cien mil. Nueve de cada diez votos son los de Sánchez. Ya no podemos contar con el PSOE de Sánchez en el lado constitucionalista.
«El PSOE recuperó votos constitucionalistas y hoy forman parte de esos que son ‘nueve de cada diez’»
Me gustaría saber qué piensan hoy muchos votantes de Pedro Sánchez que se creyeron que Bildu era «un partido incompatible con la democracia». Votantes que habían decidido no votar PSOE ante el blanqueo de Bildu por parte de Sánchez. Votantes que regresaron al PSOE tras la operación orquestada con la Cadena SER contra Otxandiano. El PSOE recuperó votos constitucionalistas, que no querían mancharse de la sangre seca que arrastra EH Bildu. Y hoy su voto forma parte de esos que son “nueve de cada diez».
Pedro Sánchez ha esperado a que pasaran las elecciones para entregar al Comando Mertxe Aizpurua la Comisión que estudiará si se vulneraron los derechos humanos contra personas «por su lucha en la consolidación de la democracia» en las etapas de Suárez, Calvo-Sotelo y con el primer gobierno del PSOE de Felipe González. La zorra en el gallinero. Aizpurua era la que atacaba a la democracia apoyando y jaleando a los terroristas de ETA que dinamitaban los pilares de la democracia a través de los asesinatos, secuestros, extorsiones y exilios de los discrepantes políticos
Pedro Sánchez ha transformado a su partido en el apoyo de los independentistas, radicales, comunistas y herederos del terrorismo por las regiones de España. En Galicia aupó al BNG. En el País Vasco es el responsable de la subida de EH Bildu. En Cataluña se somete a los independentistas con cambios legales y amnistías inconstitucionales. El PSOE celebró con alegría el resultado de las elecciones vascas. Esther Peña, la portavoz del partido de Pedro Sánchez, se puso estupenda contra el PP advirtiendo: «La nada y el lodo les han llevado a su tercer peor resultado en unas elecciones en el País Vasco». Hay que ser muy boca chancla para ponerse estupenda cuando el PSOE, a pesar de su subida, ha cosechado su tercer peor resultado en las elecciones vascas.
El nazionalismo ha sido, una vez más, el vencedor de las elecciones viciadas vascas. El constitucionalismo no puede estar satisfecho. El retroceso general es evidente a pesar de haber mejorado los resultados anteriores. El PP que supo llegar a tener 19 escaños está en 7. Vox feliz por mantener su escaño y crecer el 20%. Con esa velocidad de crecimiento conseguirán un escaño por Guipúzcoa en las elecciones vascas del 2074 — si es que para entonces se celebran estas cosas— y el de Vizcaya todavía más tarde. Exitazo.
La restitución de los derechos políticos a los que somos víctimas del exilio por el terrorismo nazionalista vasco es una asignatura pendiente de la democracia española. Y nunca llegará mientras el presidente del Gobierno de España esté en el bloque de los «nueve de cada diez votos» de unas elecciones en las que los nazionalistas juegan con la ventaja política de haber eliminado a más de 200.000 votantes.