THE OBJECTIVE
Félix de Azúa

La rueda de la fortuna

«Por su oportunismo y carecer de ideología, el Gobierno puede ser aplastado por la ultraderecha o llegar a no tener otro aliado europeo que el demente Mélenchon»

Opinión
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La rueda de la fortuna

Ilustración de Alejandra Svriz.

Es posible que no pase nada y que todo siga igual o un poco cambiado, pero reconocible. Ahora bien, también es probable que nos encontremos en una de esas metamorfosis profundas que son impredecibles, aunque luego todo el mundo diga que ya se lo esperaba. Es el célebre y pelmazo «ya te lo decía yo». El caso es que un puñado de volcanes políticos puede estallar en muy pocos días. Sin apenas darnos cuenta, el mapa del mundo puede cambiar.

Empezaron los británicos, aunque ese pueblo es tan peculiar que apenas se notará el paso de conservadores a laboristas. Lo notarán mucho más los propios británicos, enfrentados a problemas internos casi irresolubles, el principal de los cuales es la emigración. La detestan, pero ya no pueden vivir sin ella. De todos modos, el nuevo primer ministro es más de centro que de izquierdas e incapaz de cometer las barbaridades de la izquierda europea.

Vendrá mañana Francia, con una posible mutación brutal. Muchos franceses están escribiendo en los diarios que votarán a la extrema derecha, no porque les guste, sino para evitar el horripilante programa de la izquierda. Es como si los moderados hubieran sido barridos por un huracán. Es posible que al final gane la sensatez y pongan una barrera, como otras veces, pero a día de hoy da la impresión de que va a triunfar una de las dos locuras, la proislámica o la prorrusa.

Y finalmente la cuchilla de la guillotina, o sea, el posible triunfo de Trump. Nadie sabe qué puede caernos encima si ese energúmeno egotista llega a ganar las elecciones. En todo caso, ya ha afirmado varias veces que va a apoyar a Putin en la guerra de Ucrania. El conjunto de estos cambios amenazadores anima una tormenta colosal contra el equilibrio europeo y su misma existencia. Nosotros, que todavía somos un fragmento de esa Unión Europea hoy amenazada por todas partes, parecemos un corcho flotando en medio del océano.

«Dado el carácter desequilibrado de Sánchez, su inclusión en uno de los bandos de esta nueva guerra fría es imposible de predecir»

Nuestra situación es especialmente alarmante porque, como escribía el jueves pasado en uno de sus lúcidos artículos Arias Maldonado, el todavía presidente de este país se asemeja cada día más a Trump y nadie sabe, seguramente ni él mismo, qué alianzas intentará establecer para mantenerse en el poder, con un panorama mundial que puede ser endemoniado. Dado el carácter mercurial y desequilibrado del presidente, su inclusión en uno de los bandos de esta nueva guerra fría, si llega a plantearse, es imposible de predecir. Y eso supongo que debe de estar asustando a una enormidad de capitales que saldrán huyendo de un país tan inseguro como el nuestro.

La tentación caudillista que jalea la mayor parte del sanchismo lo hace peligrosamente enemigo de una mayoría francesa, italiana y alemana (por no hablar de los húngaros) que puede establecerse en Europa en breves fechas. No tenemos ni la menor idea de qué decidiría Sánchez en esa situación y por supuesto nada adelantará ninguno de sus empleados. En resumen, precisamente por su oportunismo y por carecer de ideología, el actual Gobierno puede ser aplastado por la ultraderecha o llegar a no tener otro aliado europeo que el demente Mélenchon. Este verano se anuncia realmente sangriento.

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