THE OBJECTIVE
Tadeu

Conde-Pumpido y el barro del camino

«Este Tribunal Constitucional es el más politizado con diferencia, y, de seguir por esta vía, irá también suplantando a las instancias europeas. Lo que no consiguió Orbán con su engendro judicial…»

Opinión
11 comentarios
Conde-Pumpido y el barro del camino

Ilustración de Alejandra Svriz.

Como si fuera la voz de su amo, el Tribunal Constitucional, fuerte de su mayoría progresista/conservadora 7-4  (nadie sabe en qué un juez pueda ser progresista o conservador, o liberal, ya puestos, como no se sabría de un médico o de un fontanero) ha ido destejiendo la sentencia del Tribunal Supremo sobre los ERE, el mayor caso de corrupción de fondos europeos, con un sistemático borrado de los delitos que, a lo que más se parece, es a la amnistía al Procés, permitiendo que unos cuantos condenados ya estén saliendo de la cárcel y otros dejen de estar inhabilitados, sentando así una doble jurisprudencia: por un lado, convirtiendo la C del TC en una C de Casación final; y, por el otro, dejando un recado a todos los tribunales superiores: la última instancia jurisdiccional será, a partir de ahora, este Tribunal Constitucional, el más politizado con diferencia, y que, de seguir por esta vía, irá también suplantando a las instancias europeas. Lo que no consiguió Viktor Orban con su engendro de arquitectura judicial.

El comentario de Feijóo el otro día, donde Alsina, «Tenemos dificultades para aceptar la imparcialidad de nuestro Tribunal Constitucional» lleva aparejado, en cierto modo, su pecado original: claro que es «nuestro», pues sin su intercambio de cromos no estaríamos ante la hemiplejia actual en el lado izquierdo del alto órgano.

Cómo valorarán los tribunales europeos este intento de suplantación aún es pronto para saberlo, como probablemente también al GRECO y a la Comisión de Venecia les hará falta un tiempo para digerir esta corrupción sistémica, que certifica de facto la quiebra de la separación de poderes.

Si el nuevo CGPJ por venir (el de los 10 vocales para ti y diez para mí) tuviera un adarme de clarividencia y un resto de dignidad, actuaría como lo hicieron en su día las Cortes franquistas con aquel harakiri que ponía punto final a la dictadura y abriría la vía democrática a una Cámara constituyente: propondría una reforma integral para la elección de los vocales que excluyese toda participación del Parlamento en la misma, con la una prohibición añadida de elegir a cualesquiera magistrados que hubieran formado parte de anteriores órganos de gobierno de los jueces. No son solo los plazos de las puertas giratorias el problema, sino la adscripción política de los jueces. Estos deberían ser como los diplomáticos, iba a decir, solo al servicio de la Corona y el Estado, si no fuera porque el mismo mal aqueja también al otro cuerpo.

El polvo del camino que quería rozar con su toga de fiscal Conde-Pumpido hace casi 20 años se ha convertido en un lodazal donde el poder judicial en su conjunto corre el riesgo de embarrancar, colocando a España en la lista de estados miembros iliberales y bajo sospecha.

Coda 1) Mucho rostro. La chapuza nacional, aquí en su vertiente técnico-procedimental, ha hecho que la declaración de la mujer del presidente haya debido ser aplazada dos semanas, defraudando tantas expectativas. No es un asunto baladí. En ese plazo extra no serán pocos los nuevos elementos que en torno al caso, sin duda, irán apareciendo en los mentideros, dándole así a la investigada una indudable ventaja en términos de estrategia de defensa. 

Lo importante no es que se filmase o no la declaración de Begoña Gómez, para evitar, según Moncloa, convertirla en carne de meme (¡nadie está a salvo de estas memeces!), sino que se preserve la serenidad e independencia de la Justicia en un asunto que tan de cerca toca al poder ejecutivo. Pues si hubo tráfico de influencias, eso afecta a Moncloa. Entretanto, el rostro que ha de protegerse primorosamente es el del juez Peinado.

Coda 2) Britannia. Con un sistema electoral que garantiza casi siempre mayorías absolutas, los británicos han elegido el túnel del tiempo, volviendo al laborismo, 14 años después (un laborismo moderado, esta vez, que apenas propone «poner un poco de orden» en un país inmerso en el caos desde el Brexit y que se ha cargado a cinco premiers), corriendo un tupido ese mismo Brexit, que tanto daño hizo tanto al laborismo como a los conservadores y, sobre todo, a la economía y a la cohesión social del país. Que solo el partido Liberal se plantee regresar a la casa madre Europa revela que el síndrome de la insularidad ha crecido desde la salida del club de Bruselas, y que las nuevas generaciones de votantes pronto empezarán a no recordar siquiera lo que era un Reino Unido dentro de la Unión. El varapalo histórico a los tories ha ido acompañado al del Partido Nacionalista escocés, lo cual supone un freno en seco a ese secesionismo y a su anhelo de reintegrarse en la UE por esta puerta trasera de la independencia. Justo castigo a su pecado de supremacismo.

«Que solo el partido Liberal se plantee regresar a la casa madre Europa revela que el síndrome de la insularidad ha crecido desde la salida del club de Bruselas»

Coda 3 ) Segundas partes. Las reiteradas intervenciones de Mbappé pidiendo un voto contrario al partido de Le Pen, con la euforia (artificial) de la selección gala ya plantada en semifinales de la Eurocopa, podría costarle al RN la mayoría absoluta (289 diputados), colocando al país en un impasse sin precedentes: Le Pen no deja de asegurar que sin mayoría absoluta, o una cifra cercana, no aceptará la encomienda de formar gobierno, obligando a Macron a nombrar primer ministro a alguien que forme parte del bloque de las izquierdas o de la (futura) «minoría presidencial». Es decir, siempre contra el principal partido de la oposición. Una cohabitación, ésta también inédita, una tortura para Macron, y tres años de incertidumbre para el país y para Europa

Coda 4) Voxismo húngaro. No puede ser casualidad que Vox se pase al nuevo grupo de Orbán el mismo día que éste hace una visita de pleitesía a Putin, aprovechando que ostenta la presidencia de turno de la UE. Ahora la incógnita es dónde acabarán Alvise y sus técnicos de sonido.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D