
Pachorra
Es curioso que siendo un supremacista de tomo y lomo, Torra se empeñe en cumplir a rajatabla todo tópico hispano que le pongan por delante.

Es curioso que siendo un supremacista de tomo y lomo, Torra se empeñe en cumplir a rajatabla todo tópico hispano que le pongan por delante.

Desde que el filósofo británico Jeremy Bentham lanzase la pregunta fundacional del animalismo moderno allá por 1780, algo hemos avanzado: cada vez son más los seres humanos conscientes de que el animal, aunque no habla, sufre. Desde luego, sufre cuando se le hacina o mantiene en condiciones de inmovilidad, total o parcial, en beneficio humano; igual que sufre cuando se le mata con idéntico fin. Y aunque a menudo empleamos la palabra “sacrificio” para designar esta acción, parece difícil encontrar ecos religiosos en el sistema alimentario industrial.

Son tantas las cosas que se cuentan de John O’Hara (1905, Pensilvania; 1970, Nueva Jersey), es tan poderosa su personalidad, que es fácil caer en la tentación de hablar más de su vida que de su obra. O’Hara es uno de esos escritores atormentados y siempre acompañados por su leyenda. Bebía, claro. Preferiblemente whisky. Solo cuando lograba dominar sus resacas se sentaba a escribir, si es que antes no se había metido en alguna pelea.

El Gobierno de Pedro Sánchez prevé un récord de ingresos fiscales para financiar el alza del gasto social. ¿Récord? ¿Cómo? Más allá de sus loables intenciones de compensar los desequilibrios en el reparto de las rentas que produjo la crisis y que no corrigió la recuperación, las ministras de Hacienda y Economía parecen querer ignorar una realidad: la recurrente corrección a la baja de las previsiones de crecimiento.

La coherencia es un valor en alza. En la sociedad traslúcida se exige de todos, no solo de los cargos públicos, una vida intachable además de una vida publicitada. Se penaliza la discordancia. O, dicho de otro modo: se castiga, además de la opacidad, la mínima incoherencia, que se exhibe como arma arrojadiza en las redes sociales, la nueva plaza donde se chamuscan las brujas.

El viernes se murió en Barcelona un editor irremplazable. Un editor que era, sobre todo, un lector apasionado y voraz. Claudio López Lamadrid era una de esas personas que de veras hacen del mundo un lugar mejor y que sus amigos y colegas no podremos reemplazar.

Se va un gigante de la literatura porque todas estas certezas las escondía bajo una amabilidad y una sonrisa poco comunes en personajes de semejante talla. Descanse en paz.

Hace tres meses casi ninguna encuesta estimaba resultado alguno para Vox, y hoy los de Abascal acarician el 10% en el promedio de encuestas.

Nicolás Maduro, en su penúltima farsa, ha dado un nuevo paso para perpetuarse en el poder con la investidura más patética, dando por inaugurado su segundo mandato como presidente de la República de Venezuela, en una soledad absoluta, solo acompañado de los dictadores de Bolivia, Evo Morales, Nicaragua, Daniel Ortega y, evidentemente, Cuba, con Miguel Díaz-Candel.