
El opuesto
Él era hombre. Yo soy mujer. Él vivía en Barcelona, yo vivo en Madrid. A él le apasionaba la ciencia desde niño. A mí me aburría mortalmente. Él estudió física fundamental. Yo me fui por las letras, pero nada de fundamento, no, periodismo, lo más light del mundo. Él leía vorazmente. Yo me negaba a leer. Él llegaba tarde a todas partes, pero cuando digo tarde, es un par de horas tarde, tres horas tarde, cuatro horas tarde, dos días tarde, si es que era capaz de llegar.







