Agentes armados patrullarán las playas francesas por miedo a un atentado
Los turistas que visiten este verano las playas francesas deberán acostumbrarse a una estampa en la que se mezclarán los bañistas y las sombrillas con agentes antidisturbios uniformados con chalecos antibalas y armas. La decisión se produce después de que un jefe de la policía francesa y su mujer, también agente, fuesen asesinados por un individuo a las puertas de su casa. El ataque, que fue reivindicado por el ISIS, abrió el debate en Francia sobre si las fuerzas del orden deben llevar armas fuera de servicio. Francia ha prolongado el estado de emergencia que aprobó tras los ataques de París debido a la Eurocopa y al inminente Tour de Francia. La posibilidad de un ataque islamista en alguna playa europea ha crecido tras el tiroteo masivo del año pasado en el complejo turístico de Túnez de Port El Kantaoui, cerca de la ciudad de Sousse, en el que murieron 38 personas.
El terrorismo islámico ha alterado los planes de seguridad de importantes ciudades europeas. Los últimos atentados ocurridos en Bruselas y Turquía han elevado la preocupación de las autoridades. Francia, país golpeado por los trágicos atentados del 13-N, informa que va a reforzar las medidas de seguridad para la temporada de vacaciones empleando agentes fuertemente armados en las playas y zonas turísticas del país.
Los turistas que visiten este verano las playas francesas deberán acostumbrarse a una estampa en la que se mezclarán los bañistas y las sombrillas con agentes antidisturbios uniformados con chalecos antibalas y armas. La decisión se produce después de que un jefe de la policía francesa y su mujer, también agente, fuesen asesinados por un individuo a las puertas de su casa. El ataque, que fue reivindicado por el ISIS, abrió el debate en Francia sobre si las fuerzas del orden deben llevar armas fuera de servicio. Francia ha prolongado el estado de emergencia que aprobó tras los ataques de París debido a la Eurocopa y al inminente Tour de Francia.
La posibilidad de un ataque islamista en alguna playa europea ha crecido tras el tiroteo masivo del año pasado en el complejo turístico de Túnez de Port El Kantaoui, cerca de la ciudad de Sousse, en el que murieron 38 personas.