La Cumbre de las Américas en Lima aísla al régimen venezolano
La falta de democracia en Venezuela ha sido objeto de la condena y preocupación de buena parte de los países que han participado este fin de semana en la Cumbre de las Américas en Lima, que han pedido además a Nicolás Maduro que permita el ingreso de ayuda para paliar la crisis humanitaria.
La falta de democracia en Venezuela ha sido objeto de la condena y preocupación de buena parte de los países que han participado este fin de semana en la Cumbre de las Américas en Lima, que han pedido además a Nicolás Maduro que permita el ingreso de ayuda para paliar la crisis humanitaria.
Vetado por el gobierno peruano, primero por el del dimitido presidente Pedro Pablo Kuczynski y después por Martín Vizcarra, que lleva tres semanas en la presidencia, el mandatario venezolano no ha podido participar en esta VIII Cumbre de las Américas.
Inicialmente, Maduro había asegurado que asistiría contra viento y marea pero desistió alegando falta de garantías para su seguridad.
La situación en Venezuela ha centrado buena parte de los encuentros tras bambalinas de funcionarios, y aunque no hubo consenso de la Cumbre, un grupo de países, entre ellos Estados Unidos y el Grupo de Lima, han emitido una declaración en la que aseguran que las elecciones convocadas por Maduro «carecen de legitimidad y credibilidad».
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien ha encabezado la delegación de su país ante la ausencia de Donald Trump, aseguró que su país «no descansará hasta que se restablezca la democracia en Venezuela y que el pueblo venezolano recupere su derecho a la libertad». También abogó por «más sanciones» y «más presión diplomática» para «aislar» al régimen de Maduro, quien fiel a su estilo calificó el cónclave hemisférico de «fracaso total».
Además de anunciar una ayuda humanitaria para los venezolanos de la diáspora en Brasil y Colombia, pidió a sus aliados «apoyo para hacer frente a la crisis humanitaria», tras reunirse con un grupo de la oposición venezolana, entre ellos Julio Borges y Antonio Ledezma.
El sábado, algunos mandatarios como los de Argentina, Chile y Colombia, que están entre los más afectados por el éxodo de venezolanos, pidieron no reconocer las elecciones del 20 de mayo convocadas por Maduro, que mantiene presos políticos y ha prohibido la participación de algunos partidos en los comicios.
El argentino Mauricio Macri repitió dos veces que su país «desconocerá cualquier elección que surja de un proceso de este tipo. Eso no es una elección democrática», que ha boicoteado buena parte de la oposición venezolana.
Para el chileno Sebastián Piñera en Venezuela «no hay democracia, no hay estado de derecho, no hay respeto a los derechos humanos, no hay independencia de poderes, hay presos políticos». Las elecciones «no son legítimas» porque hay partidos «proscritos y personalidades prohibidas de participar», por lo que «ningún país que de verdad quiera la democracia debiera reconocer esas elecciones«, sentenció.
Más contundente fue el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, cuyo país es el más afectado por la llegada de centenas de miles de venezolanos huyendo de la pobreza y el hambre: ”No reconoceremos los resultados de unas elecciones que están maquilladas para legitimizar una dictadura, en tanto la crisis social se sigue agravando cada día más”. Y abundó en que el régimen venezolano «se inventó una asamblea constituyente espúrea que rechazamos y esa instancia ilegítima de un régimen que quiere perpetuarse en el poder, convocó a unas elecciones que Colombia desconoce».
Colombia es el mayor receptor de venezolanos que huyen de la empobrecida Venezuela.
La Bolivia de Evo Morales, único superviviente en el sur del continente del Socialismo del Siglo XXI que propugnó el fallecido líder venezolano Hugo Chávez, y la delegación cubana fueron los únicos que alzaron la voz en favor de Venezuela.
Reconocer la situación
Con una inflación que escalará al 13.000% en 2018, según el Fondo Monetario Internacional, con escasez de alimentos y medicinas, Venezuela vive una crisis política y social sin precedentes. Centenares de miles de venezolanos han optado por la emigración, principalmente a Colombia, Chile, Brasil o Argentina.
«Nueve de cada 10 venezolanos ahora son pobres, los almacenes están vacíos, los hospitales no tienen los servicios básicos y eso ha causado miseria y muerte», dijo Pence, que aseguró que «5.000 venezolanos huyen cada día de su país en el mayor éxodo en nuestro hemisferio».
La mayoría de los mandatarios que participaron en la Cumbre de las Américas evocaron la necesidad de que el régimen venezolano reconozca la crisis humanitaria que vive el país petrolero y permita la entrada de ayuda internacional.
«Es increíble que se mantenga el estado de negación frente a una crisis que cada vez es más grande», dijo Santos, antes de recordar que el «mundo entero ve como el pueblo venezolano se muere físicamente de hambre», sentenció.
El mandatario brasileño recordó que «tiempo atrás tratamos de enviar medicinas al pueblo venezolano pero fue rechazado por el gobierno». ”En nuestra región ya no hay espacio para alternativas a la democracia«, dijo.