La Unión Europea firma el divorcio de Reino Unido
La Unión Europea se dispone a firmar este domingo el acuerdo del Brexit con Reino Unido después de que, en la recta final, España se mostrase a favor del texto al obtener una triple garantía por el estatus de Gibraltar. Con todo, el inédito proceso, el primer divorcio de la Unión Europea y uno de sus Estados miembros, previsto para el próximo 29 de marzo, todavía está en peligro de fracasar si Londres no logra la aprobación de su Parlamento. «Como lema para mañana, las palabras de Freddie Mercury, que murió exactamente hace 27 años: ‘Los amigos serán amigos, hasta el final'», dijo la víspera el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien quiere evitar un sabor amargo en esta primera retirada de un país miembro del bloque.
La Unión Europea ha firmado este domingo el acuerdo del Brexit con Reino Unido después de que, en la recta final, España se mostrase a favor del texto al obtener una triple garantía por el estatus de Gibraltar. Con todo, el inédito proceso, el primer divorcio de la Unión Europea y uno de sus Estados miembros, previsto para el próximo 29 de marzo, todavía está en peligro de fracasar si Londres no logra la aprobación de su Parlamento.
«La UE27 ha respaldado el Acuerdo de Retirada y la Declaración Política sobre la futura relación» entre ambas partes, ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un tuit. La UE aboga por una relación comercial, política y de seguridad «lo más estrecha posible» con Reino Unido tras el Brexit, según las conclusiones de la cumbre celebrada en Bruselas.
EU27 has endorsed the Withdrawal Agreement and Political Declaration on the future EU-UK relations.
— Donald Tusk (@eucopresident) 25 de noviembre de 2018
Los líderes de los 27 socios de Reino Unido en la UE se han reunido a puerta cerrada este domingo por la mañana en Bruselas para dar su visto bueno a un texto de 585 páginas, 185 artículos y 3 protocolos en el que se recogen los términos de la salida británica del bloque. Estos incluyen cuestiones como los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido y los británicos en la UE, la factura de 39.000 millones de libras que Londres debe pagar por sus compromisos adquiridos con sus socios y la solución para evitar una frontera de bienes en la isla de Irlanda.
El «único» acuerdo posible
El acuerdo sobre el Brexit es «el único» posible, ha advertido en Bruselas la primera ministra británica Theresa May, que se enfrentaa la dura oposición de muchos parlamentarios de su país al texto. «Si la gente piensa que se puede de algún modo hacer otra negociación, no es el caso. Este es el acuerdo que está sobre la mesa, es el mejor acuerdo posible, es el único acuerdo posible«, ha afirmado May al término de la cumbre. Por su parte, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, uno de los primeros en llegar a la cumbre, ha sentenciado: «No hay ganadores». Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha calificado de «obra de arte diplomático» el acuerdo, que ha necesitado 17 meses de duras negociaciones, repletas de sobresaltos, para ver la luz.
A los parlamentarios británicos, muchos de los cuales amenazan con rechazarlo, Juncker les ha invitado a «que tengan en cuentan la realidad». Es una advertencia similar a la lanzada por May, que se enfrenta no solo a sus rivales de la oposición sino también a un nutrido grupo de rebeldes en su propio Partido Conservador.
Futura relación
De salir adelante la ratificación del acuerdo del Brexit en el Parlamento británico, Londres y Bruselas deberán negociar un ambicioso acuerdo político y de libre comercio durante un período de transición que debe finalizar como máximo a finales de 2022. Las grandes líneas de esta futura estrecha cooperación están plasmadas en una declaración política, sin valor jurídico y negociada a ambos lados del Canal de la Mancha, a la que los mandatarios europeos han dado también su visto bueno en la cumbre del domingo.
La futura relación debe buscar además una solución final para garantizar una fluida circulación de bienes entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, cuyo primer ministro Leo Varadkar ha estimado como «muy importante» para la economía irlandesa.
La importancia del momento para Reino Unido, que pone fin a más de cuatro de décadas de pertenencia a la UE, la ha plasmado la primera ministra en una carta dirigida a los británicos: «Retomaremos el control de nuestras fronteras, (…) nuestro dinero, (…) nuestras leyes», ha asegurado. May ha lanzado así una llamada a su país para convencerlo de la pertinencia de un acuerdo que desagrada a muchos en Reino Unido y que espera que su Parlamento apruebe en diciembre. A partir de principios de año, ambas partes empezarían a negociar un ambicioso acuerdo político y de libre comercio durante un período de transición que debe finalizar como máximo a finales de 2022.
El escollo de Gibraltar
Las negociaciones entre Londres y Bruselas han transcurrido durante casi un año y medio repleto de desacuerdos, escollos y sobresaltos, el último de los cuales se saldó el sábado, la víspera del inicio de la cumbre. El Gobierno español acusó al británico de haber incluido en los últimos días un artículo ambiguo que hacía temer a Madrid perder el control sobre la futura relación entre la UE y Gibraltar.
Madrid quería blindar en los textos negociados entre Londres y Bruselas el principio, aceptado por sus socios en abril de 2017, de que tras el Brexit «ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo» de Madrid. El escollo se salvó el sábado con una carta del Gobierno británico en la que aseguraba, tal y como exigía España, que la negociación de la futura relación entre ambas partes no tiene por qué incluir necesariamente un «ámbito territorial». Una enrevesada fórmula para referirse a Gibraltar.
Tras la firma, Pedro Sánchez ha calificado el acuerdo como «razonable» y ha dicho: «Lamentamos la marcha de Reino Unido, pero este acuerdo de Brexit garantiza las libertades y derechos de nuestra ciudadanía, da certeza a nuestros sectores económicos y nos permite una posición histórica sobre Gibraltar«.
Hoy hemos dado vía libre a un acuerdo de retirada razonable. Lamentamos la marcha de UK, pero este acuerdo de #Brexit garantiza las libertades y derechos de nuestra ciudadanía, da certeza a nuestros sectores económicos y nos permite una posición histórica sobre #Gibraltar. pic.twitter.com/tbtbiRghBn
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 25 de noviembre de 2018
Las críticas no han tardado en lloverle a May desde Reino Unido, donde el portavoz del centrista Partido Liberaldemócrata, Tom Brake, afirmó que «la primera ministra [había] cedido una vez más» y «dejado tirado Gibraltar», «en un intento desesperado por lograr que su desastroso acuerdo salga adelante».
Por su parte, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha dirigido su ira hacia el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que había planteado de nuevo una «cosoberanía». «Debo decirle que buscando la soberanía de Gibraltar como lo ha hecho hoy no hace más que seguir con la puja del propio generalísimo», ha afirmado, en referencia al dictador Francisco Franco. Con todo, Picardo ha tenido palabras de apoyo para Theresa May: «Nos ha apoyado completamente a nosotros, a nuestra soberanía británica y a nuestra economía».
The clearest, firmest support EVER by a British Prime Minister iro #Gibraltar by @theresa_may. Also the most timely. Mrs May has fully supported us, our British sovereignty & our economy. She has never let us down! Her #WithdrawalAgreement works for us! @10DowningStreet https://t.co/9ZJ2FWr1TS
— Fabian Picardo (@FabianPicardo) 24 de noviembre de 2018