El Gobierno ha logrado sacar adelante en el Congreso el decreto que regulará la nueva normalidad hasta que se dé por finalizada la crisis sanitaria. El decreto ha sido aprobado con un amplio apoyo al contar también con el voto del PP.
Por qué es importante: este decreto ley será el que regule las normas de seguridad que se deberán tomar durante los meses que dure la crisis sanitaria, previsiblemente hasta que haya una vacuna o un tratamiento para el coronavirus.
El decreto que regula las medidas que se aplicarán tras el estado de alarma será tramitado como proyecto de ley para que se puedan añadir cambios al texto original. Con 265 votos a favor, 77 en contra y cinco abstenciones ha salido adelante esta norma «esencial», según el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que en su defensa ante la Cámara Baja ha advertido de que «el peligro sigue ahí» y hay que seguir manteniendo todas las precauciones para contener la epidemia del coronavirus[contexto id=»460724″].
✅ El #Pleno convalida el real decreto-ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 y aprueba tramitarlo como proyecto de ley.
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— Congreso (@Congreso_Es) June 25, 2020
Junto a los partidos del Gobierno -PSOE y Podemos- y el PP, que se ha decidido tras dialogar con los socialistas y la Moncloa, han votado a favor Ciudadanos y el PNV, que también habían negociado previamente con el Ejecutivo.
Los nacionalistas vascos, no obstante, han votado en contra de la tramitación por entender que el texto ya se había pactado y no querer cambios. En este sentido, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha advertido de que si se pretende utilizar la tramitación para hacer cambios que supongan «recentralizar y redefinir competencias sanitarias», no contarán con su apoyo.
Ciudadanos ha sido otro de los interlocutores del Ejecutivo en la elaboración del decreto, y su portavoz adjunto, Edmundo Bal, ha defendido su tramitación como proyecto de ley para poder ahondar en la respuesta ante posibles rebrotes con medidas más ágiles para adoptar confinamientos localizados.