Ciudadanos ha cerrado el alquiler de su nueva sede catalana en una de las zonas más cool de Barcelona. La formación de Inés Arrimadas se mudará en las próximas semanas cerca del Mercado de San Antonio, según revelan fuentes del partido naranja a THE OBJECTIVE.
El área en torno al Mercado de San Antonio se ha convertido en una de las zonas de moda en la Ciudad Condal tras una rehabilitación de este edificio que ha durado casi una década. En los últimos años está atrayendo a muchos jóvenes por su oferta inmobiliaria y culinaria. La ubicación en esta zona del Eixample se dará a conocer a los afiliados en los próximos días, si bien un portavoz oficial de la formación naranja señala a este diario que aún no se ha tomado la decisión definitiva.
El nuevo inmueble ocupará la planta baja de un edificio y tendrá más metros cuadrados que los que había en la anterior sede de Balmes hasta su cierre a finales de septiembre. «Será más grande y más útil», hacen hincapié las citadas fuentes. En lo que respecta al alquiler, será «similar» al que se abonaba en los últimos años en el anterior emplazamiento y que rondaba entre los 3.000 y 4.000 euros mensuales. Desde Ciudadanos se ha insistido en los últimos meses en que la mudanza no se realizaba por motivos económicos tras la debacle en las elecciones del 14-F —en la que la formación naranja perdió más de tres millones de euros en subvenciones públicas—, sino por cuestiones operativas.
El partido naranja ocupaba hasta ahora en alquiler la entrada y el sótano de un edificio en la calle Balmes construido en 1964. En la planta baja estaba las oficinas de Cs Cataluña, mientras que el sótano se habilitó como sala de prensa y de reuniones con afiliados. Sin embargo, la pandemia de coronavirus dejó inoperativo el bajo de la sede por falta de ventilación ya que la cristalera exterior era fija, por lo que sus ventanales no se podían abrir. De ahí que Ciudadanos empezase a mirar otros emplazamientos más luminosos en los que, sobre todo, pudiese circular el aire.
Las otras sedes de Ciudadanos
El partido de Arrimadas ya prescindió de Balmes en la campaña electoral del 14-F y alquiló dos espacios en Barcelona. El primero, en la zona de Montjuic para los encuentros públicos y las reuniones telemáticas de la líder de Cs y el candidato naranja en los comicios catalanes, Carlos Carrizosa; el segundo, en unas oficinas más céntricas, se utilizó como puesto de mando del equipo de campaña.
Ciudadanos se mudó a Balmes en septiembre de 2015, muy cerca del barrio de Sant Gervasi, donde se encuentra la agrupación más numerosa de Cataluña y, hasta hace poco, la segunda de España. Sin embargo, no fue la sede en la que nació el partido. Los inicios de Ciutadans, de la mano de un Albert Rivera que aparecía desnudo en los carteles electorales, fueron en la planta 17 de la Torre Urquinaona. Tras su entrada en el Parlament con tres diputados, los naranjas se mudaron a la Gran Vía para terminar luego en Balmes cuando empezaba a despuntar el procés.
Ataques vandálicos
La fachada de esta sede, en una de las zonas más adineradas de Barcelona, ha sufrido varios ataques vandálicos en los últimos años por parte de grupos de independentistas, un riesgo que no desaparecerá ahora con su mudanza junto al Mercado de San Antonio. Curiosamente, una oficina del edificio de Balmes fue el centro neurálgico de Josep Maria Bartomeu para ganar las elecciones del Barça, según desveló El Periódico.
El partido de Arrimadas cerró 2020 con un pequeño superávit pese a la caída en las cuotas de afiliados y disponía antes del 14-F de un patrimonio neto que rondaba los 8,5 millones de euros. Además, Ciudadanos renovó a principios de 2021 por cinco años el alquiler de su sede nacional en la calle madrileña de Alcalá, por el que pagaba alrededor de 350.000 euros al año.
El propietario de esta sede nacional en Madrid frente a la plaza de toros de Las Ventas es la compañía de seguros Caser, si bien tanto el casero como el inquilino siempre han mantenido en secreto las condiciones de su contrato. A día de hoy, la formación de Arrimadas no tiene ningún inmueble en propiedad en España, de modo que puede presumir de no contar con deudas hipotecarias.
