Sánchez y Díaz celebraron una reunión discreta en La Moncloa para rebajar la tensión por la reforma laboral
S egún ha podido saber THE OBJECTIVE, presidenta y vicepresidenta segunda pactan la estructura de la negociación de la reforma laboral.
Todo vuelve. No solo la visualización de la fractura interna entre los socios de la coalición, con formas desconocidas hasta ahora en Yolanda Díaz, sino también la fórmula para zanjar el conflicto, con reuniones bilaterales de «coordinación» entre el presidente del Gobierno y la vicepresidenta responsable de la cuota morada de la coalición. Unos encuentros que mantenían semanalmente Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los jueves o viernes, durante el primer año de legislatura y que se han recuperado como la única fórmula eficaz capaz de apaciguar la primera batalla de esta nueva etapa.
Veinticuatro horas después de la reunión de pacificación del lunes por la tarde entre los ministros y técnicos de la coalición, presidente y vicepresidenta se han visto personalmente en una reunión discreta. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el encuentro entre Sánchez y Díaz se ha producido «en las últimas horas» con la voluntad de que no trascienda públicamente para no cuestionar el trabajo previo de los grupo de ‘pacificación’ dirigido por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la responsable de Hacienda, María Jesús Montero.
Concesión a Díaz
Según las fuentes gubernamentales consultadas, en el encuentro se habló abierta y fríamente sobre la resolución de la crisis. Tras varias intentos de Díaz por tensar la cuerda apuntando directamente a la negativa de Nadia Calviño a ceder el liderazgo y a derogar la reforma laboral del PP, el presidente Sánchez le preguntó abiertamente «¿Qué necesitas?», ¿liderar una reunión? «Pues toma».
Una concesión del liderazgo político que reclamó inicialmente la ministra de Trabajo y que se desbloqueó tras ese encuentro, previamente a la celebración de una segunda reunión más amplia con otros miembros del gabinete ministerial, en el que se reunieron Félix Bolaños, Irene Montero, Ione Belarra, María Jesús Montero y la propia Díaz. Se celebró justo antes del Consejo de Ministros con el objetivo de definir la «estructura, metodología y coordinación».
«Por la mañana han seguido hablando», argumentan fuentes de Moncloa, pero el acuerdo no vio finalmente la luz hasta que lo decidió el presidente en torno al mediodía. «No ha ganado Yolanda ni tampoco Nadia. Es el presidente quien interviene concediendo lo que considere oportuno para mantener el statu quo», explican a THE OBJECTIVE fuentes de Moncloa. «Aquí no se rompe la coalición. Esto no es un tema de contenidos, sino de coordinación», intentan vender desde el Ejecutivo.
Sin embargo, la ministra de Trabajo insiste en el nuevo mantra, «método y contenido», y lleva al límite la presión sobre la cuota mayoritaria de la coalición pese a que ella misma admite en público que el asunto «está zanjado desde hace tiempo». La parte socialista acusa el golpe pero se muestra comprensiva de cara a la necesidad que tiene la vicepresidenta segunda para con su parroquia de Podemos: «Yolanda está jugando. Hace su papel, pero no hay peligro. Ellos hacen su estrategia, pero con cartas marcadas. No llevan póquer: llevan parejas». Dicho de otra forma: Yolanda Díaz va de farol y el presidente prefiere no ver la apuesta. Es aconsejable perder esta mano pero ganar la partida.