El Gobierno sufre otra «humillante» derrota con una candidatura presentada en la ONU
España pierde el puesto en la Comisión de Derecho Internacional cuando solo había once candidaturas para ocho vacantes en ese órgano de Naciones Unidas
España ha sufrido otra derrota para un puesto internacional al que había presentado candidatura. En este caso ha sido en la ONU, donde el pasado 12 de noviembre se dirimió en el plenario de la Asamblea General la reelección de Concepción Escobar Hernández como miembro de la Comisión de Derecho Internacional (CDI) para el periodo 2023-2027. Varios diplomáticos consultados por THE OBJECTIVE califican de «humillante» esta derrota silenciada desde el Gobierno, ya que la candidatura se consideraba «segura» en cuanto a las posibilidades de éxito.
Había ocho vacantes por cubrir para un total de 11 aspirantes en el grupo asignado a la catedrática española, pero Escobar se quedó fuera y a finales del próximo año tendrá que dejar Nueva York tras una década trabajando en esta institución, donde ostentaba en la actualidad el cargo de relatora especial sobre la Inmunidad de Jurisdicción Penal Extranjera de los Funcionarios del Estado. Previamente, había sido la directora de la Asesoría Jurídica Internacional en el Ministerio de Asuntos Exteriores entre 2004 y 2012 a las órdenes de Miguel Ángel Moratinos y Trinidad Jiménez, así que es muy conocida en el departamento que ahora dirige José Manuel Albares.
Esta comisión es uno de los organismos esenciales dentro del funcionamiento de Naciones Unidas por su tarea en la codificación del Derecho Internacional. Y tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como la Representación Permanente de España en la ONU no escatimaron esfuerzos a principios de año para hacer campaña en favor de Escobar, de la que se destacó su «altísima cualificación académica» y su «experiencia práctica» para desempeñar este trabajo dentro de Naciones Unidas durante otro lustro.
La ‘número dos’ de Arancha González Laya grabó un vídeo en febrero para promocionar la candidatura y en Exteriores se elaboró un documento con el extenso currículum de Escobar y el «firme compromiso» de España con el Derecho Internacional, «desde el convencimiento de que sin el respeto de sus normas no puede haber una paz y seguridad internacionales duraderas».
El departamento de Albares jugó la carta de su condición de mujer, haciendo hincapié en que la CDI únicamente ha tenido siete féminas en los últimos 70 años, que en la actualidad había cuatro dentro de este organismo de Naciones Unidas y que para la renovación de este año solo se habían presentado ocho candidatas entre el medio centenar que había en total. Pero no fue suficiente para la diplomacia española en la votación del 12 de noviembre. «Una derrota insólita», subrayan las citadas fuentes.
El Ejecutivo de Sánchez lleva tres años y medio encadenando fiascos con las candidaturas a puestos de relevancia internacional. Salvo el cargo logrado para Josep Borrell como alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, el resto han sido sinsabores. Algunos de ellos, muy amargos. A las derrotas de Nadia Calviño para dirigir el Eurogrupo, de Pedro Duque para presidir la Agencia Espacial Europea, de la ciudad de León para albergar el Centro Europeo de Ciberseguridad o de Barcelona como subsede de la agencia europea de Meteorología, se unió en abril el revés de la candidatura del entonces embajador en Irak, Hansi Escobar, como enviado especial de la Unión Europea para el proceso de paz en Oriente Próximo, según desveló Vozpópuli.
Precisamente, fue Borrell el que se decantó por el candidato holandés en liza para este puesto de campanillas por el que España siempre ha mostrado cariño dentro de la diplomacia europea: Miguel Ángel Moratinos fue enviado especial en esta región antes de ser ministro de Exteriores y luego Bernardino León tuvo un cometido similar entre 2011 y 2014, en su caso como enviado de la UE para el Mediterráneo Sur.
La ‘Marca España’ se debilita
Algunos embajadores europeos acreditados en Madrid trasladaron a Exteriores su sorpresa -y cierto malestar- cuando se enteraron de la candidatura de Hansi Escobar. El alto representante ya eligió cuando llegó a Brusleas a un español –Enrique Mora– como su principal asesor diplomático y fichó como jefe de Gabinete a Pedro Serrano de Haro, que hasta entonces era secretario general adjunto del SEAE para Seguridad y Defensa.
La sucesión de derrotas ha debilitado la ‘marca España’, a juicio de las citadas fuentes, ante la incapacidad de ganar un cargo en los organismos internacionales a los que ha aspirado nuestro país en los últimos tiempos. El caso de León fue especialmente llamativo pues la candidatura obtuvo solo dos votos en el seno de la UE -uno, si se tiene en cuenta que España se votó a sí misma- cuando el propio departamento de González Laya insistía ante los medios en que había muchas posibilidades de ganar.