Víctimas del franquismo critican a Bolaños por un homenaje en la Complutense
La ARMH reprueba que el ministro presida un acto de rectores represaliados en una universidad que mantiene monumentos que ensalzan la dictadura
El pulso por la memoria se ha cobrado este miércoles un nuevo episodio. El ministro de la Presidencia y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha intervenido en un acto de reparación institucional de cinco rectores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) represaliados durante el franquismo. Un homenaje que no ha dejado indiferente a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que critica que se celebre un acto de estas características mientras la institución mantiene monumentos que ensalzan a la dictadura. También ha reprochado a Bolaños su participación.
«Blas Cabrera, Fernando de los Ríos, José Gaos, José Giral y Claudio Sánchez-Albornoz representan los mejor de nuestro país. Les quitaron sus bienes y trataron de quitarles sus prestigio, pero fueron grandes españoles. En realidad ganaron, porque la España democrática que hoy disfrutamos es la España que ellos soñaron», ha asegurado Bolaños durante el acto, al que también ha asistido el ministro de Universidades, Manuel Castells. Unas palabras que no han convencido a Emilio Silva, presidente de la ARMH, que se ha personado en Ciudad Universitaria para denunciar los «múltiples monumentos franquistas» que permanecen en la zona.
Busto del ministro de Educación franquista
Silva ha manifestado la doble vara de medir del acto con un vídeo que ha colgado en sus redes sociales. «En estos momentos, el ministro responsable de Memoria Democrática se encuentra presidiendo un homenaje a los rectores represaliados de la UCM. Yo estoy en el campus de esa universidad, que mantiene un busto dedicado a José Ibáñez Martín, ministro de Educación durante la dictadura y responsable de la depuración de los hombres y las mujeres que trabajaban en esta universidad, que vieron mutilada su carrera académica y laboral al pertenecer o haber defendido el Gobierno legítimo de la Segunda República».
«Este hecho permite explicar el tipo de políticas de memoria que se están llevando», ha continuado Silva durante su alocución, de algo más de dos minutos de duración. Según el presidente de la ARMH, se está «insultando» la memoria de quienes padecieron la persecución del ministro de Educación franquista. Ibáñez Martín ostentó ese cargo entre 1939 y 1951. Unos años más tarde pasó a ocuparse de la Embajada de España en Portugal. Además, tras la Guerra Civil, fue nombrado primer presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La denuncia de Silva no ha quedado ahí. Ha recordado que en este punto de la capital también se encuentra el Arco de la Concordia (se llama así desde 2004, cuando Carlos Berzosa, entonces rector de la Complutense, propietario del terreno donde se ubica el monumento, solicitó al Ayuntamiento renombrar así el Arco de la Victoria). «Aquí se celebró desde 1959 la primera gran victoria de los ejércitos fascistas en Europa y por aquí pasan a menudo presidentes del Gobierno. Lo han hecho durante los últimos 45 años y quizás lo ha hecho esta mañana el ministro Bolaños para dirigirse al acto», ha insistido el presidente de la asociación de víctimas del franquismo.
No son los únicos resquicios de la dictadura que permanecen en la Complutense. Varias entidades aseguran a THE OBJECTIVE que quedan otros, como algunas placas en distintas facultades de esta universidad. Todas ellas deberían haberse retirado en virtud de la ley de Memoria Histórica aprobada en 2007. Esta norma, en su artículo 15, dispone que «las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de la sublevación militar, la Guerra Civil y la dictadura».
Resignificar el Arco de la Concordia
Una portavoz de la Complutense no ha podido precisar el número de monumentos que ensalzan la dictadura en esta universidad, ni si han iniciado los trámites oportunos para retirarlos. El actual rector, Joaquín Goyache, elegido en abril de 2019, incluyó en su programa una propuesta para convertir el Arco de la Concordia en un lugar para cuestiones ciudadanas. «Se puede hacer una sala de exposiciones sobre la Memoria Histórica. Hay que retirarle las connotaciones guerracivilistas», defendió Goyache hace dos años en una entrevista con El Diario de Noticias de Navarra.
«¿Alguien se imagina un homenaje a las víctimas del terrorismo y a unos cientos de metros un monumento dedicado a un terrorista o a un grupo terrorista? Esto es lo que se hace ahora; una política que no pretende condenar judicialmente el franquismo, pero que tampoco pretende condenarlo políticamente al mantener estos monumentos», insiste Silva. Los expertos consultados exoneran a Bolaños de cualquier responsabilidad, ya que los monumentos franquistas se encuentran en terrenos de la universidad y la ley de Memoria Histórica no contempla una reglamento sancionador para aquellas entidades que no la cumplan.
Antes de finalizar el vídeo, Silva ha denunciado la incompatibilidad de homenajear a represaliados «mientras se conservan los homenajes a quienes causaron ese daño». Hace unas semanas, el PSOE decidió aparcar la ley de Memoria Democrática, ante la ausencia de apoyos suficientes en el Congreso de los Diputados. El texto del anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros provocó una colisión entre el Gobierno y ERC, que pide derogar la Ley de Amnistía de 1977.