Un caso de pornografía infantil centra la búsqueda de ‘trapos sucios’ contra Yolanda Díaz
Los competidores de la ministra investigan su pasado para saber si la dirigente gallega encubrió a personas de su equipo antes de llegar al Congreso de los Diputados
La búsqueda de ‘trapos sucios’ en la carrera política de Yolanda Díaz sigue y se centra en su etapa gallega, concretamente en la de Ferrol, cuando ejercía de concejal y teniente de alcalde. Este diario ya desveló que tanto en el PSOE como en Podemos se han activado investigaciones sobre el pasado de la vicepresidenta del Gobierno. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, dichas búsquedas han puesto el foco en un miembro del exequipo de la ministra condenado en 2016 por un tema de pornografía infantil.
Las fuentes consultadas explican que sus competidores quieren aclarar si Díaz pudo encubrir algo o a alguien. Según agregan, los partidos que más pueden temer una eclosión de la dirigente gallega son tanto el PSOE como Podemos. Estas formaciones están recopilando material y haciendo entrevistas para determinar si Díaz pudo haber cometido algún «error» en el pasado. Quieren tener munición para una futura negociación o guerra contra ella.
La búsqueda se está centrando en la primera etapa de la carrera política de la ministra. Díaz llegó a la concejalía de Ferrol en 2003 y pronto se convirtió en teniente de alcalde. Poco después aterrizó en el Congreso de los Diputados, y fue entonces cuando explotó públicamente un escándalo de pornografía infantil que afectaba a uno de sus hombres de confianza: Ramiro Santalices. Y sobre este asunto hay al menos dos polémicas.
Denuncia y expulsión
Todo se remonta al año 2009, cuando dos cuadros de Izquierda Unida denunciaron un presunto caso de pornografía infantil en la organización. Un miembro de Izquierda Unida en Galicia hizo una búsqueda en Google desde un ordenador de la sede central del partido y se desplegó una ventana con textos de anteriores búsquedas a altas horas de la noche en las que vio un posible caso de pornografía infantil. Los dos miembros de IU pusieron en conocimiento de lo ocurrido a la cúpula de la formación, en la que se encontraba Yolanda Díaz.
Los denunciantes sostienen que se le comunicó desde la dirección regional que el partido iba a llevar el ordenador en cuestión a un perito para obtener más datos. Sin embargo, los dos cuadros de IU sostienen que vieron que la formación a la que pertenecían no hacía nada, y el día 2 de febrero de 2009 decidieron llevar el asunto a una comisaría de Ferrol. La respuesta oficial del partido, que se hizo pública el 6 de febrero (pocos días después de la denuncia), habló de falsedades para atacar a la formación. Y el 16 de marzo de 2009, tan solo un mes después de su denuncia cursada en la comisaría de Ferrol, fueron expulsados del partid0.
Todo pareció enterrado, hasta que siete años más tarde se dio un giro de guion. En abril de 2016, la Policía detuvo sorpresivamente a Ramiro Santalices. La Policía detectó en sus pesquisas la IP de un ordenador consumiendo pornografía infantil y la pista les llevó hasta el edificio del Parlamento gallego. Santalices era entonces asesor en IU en Galicia (integrada en la coalición AGE), mientras que en 2009 había trabajado como asesor en la organización del partido, en el mismo lugar donde los dos cuadros de IU habían detectado una búsqueda en los ordenadores de material pornográfico. Exmilitante del PCE, había formado parte del equipo de confianza de Yolanda Díaz.
Intervención policial en 2016
Cuando en 2016 se supo del arresto, Yolanda Díaz acababa de llegar al Congreso de los Diputados. Tras siete años de silencio, la prensa preguntó a la dirigente gallega su postura. La diputada nacional tardó en reaccionar. Pero cuatro días después del arresto declaró: «Hemos procedido inmediatamente, rescindiendo su contrato y suspendiendo de militancia a esta persona». Después intentó desligar el asunto de su partido: «Lamentablemente, lo ocurrido no es política, sino un drama auténtico, un horror, yo creo que esa es la gran definición, y desde luego una cuestión horrible que es absolutamente privada».
Respecto al precedente de Ferrol en el 2009, Díaz mantuvo que la la dirección nacional de IU llevó el asunto al juzgado, y «finalmente se archivó la causa». La diputada dijo que en ese archivo se recogía que «los hechos investigados son constitutivos de infracción penal, si bien no existen motivos suficientes para atribuir su perpetración a persona alguna determinada». La formación se escudó en que al ordenador de la sede de IU de Ferrol tenía acceso mucha gente. En esa época, Santalices era asesor de la organización.
Condena de un año de prisión
Después de su arresto en 2016, Santalices acabó condenado a un año de prisión por un delito de posesión de pornografía infantil en concurso con otro de distribución. En la sentencia, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, se hace referencia a que el acusado borraba constantemente sus comunicaciones y mails para evitar ser rastreado, pero la Policía dio con algunas de ellas. El condenado compartía documentos fotográficos con otros usuarios, planeaba encuentros para masturbarse y reconocía que «le gustaba abusar de niñas de 10 a 12 años».
Cuando explotó la polémica en 2016, los cuadros de IU que habían denunciado los hechos de 2009 volvieron a señalar a la cúpula de IU de entonces, y entre ellos a Yolanda Díaz. Fuentes de IU consultadas por este diario sostienen que es «creíble» afirmar que la cúpula de la formación intentó evitar el escándalo. Y que solo tomó cartas en el asunto en 2016, cuando intervino la Policía.
Según estas fuentes, Díaz pudo tener un papel determinante en la cuestión, junto a Miguel Reneses, que en 2009 era responsable federal de la Organización de Izquierda Unida. «Si ella no dio crédito a los denunciantes, él la apoyó para expulsarles», explican desde el partido que entonces lideraba Cayo Lara. Díaz era, de hecho, la mano derecha de Reneses, y todo lo que ocurría a nivel territorial pasaba por la mesa del jefe de Organización.
Tambores de guerra sucia
Que socialistas e incluso Podemos estén investigando el pasado de una posible competidora puede sorprender solo en parte. Los socialistas ya abordaron, por orden del propio Sánchez, investigaciones parecidas sobre Unidas Podemos. En la cúpula morada saben que existe algo parecido a un «cajón» que contiene información comprometedora que puede resultar útil en caso de choque en la coalición. En Podemos estas investigaciones internas tampoco representan una novedad. Tan solo el pasado lunes, el secretario de Podemos Asturias Daniel Ripa dijo que la dirección nacional le estaba amenazando con filtraciones a la prensa si no dejaba a Sofía Castañón el control regional del partido.
El hecho, por otro lado, de que se estén buscando ‘trapos sucios’ de Yolanda Díaz revela la fuerza que está logrando su proyecto. «Los socialistas deben estar preocupados», zanjan los afines a la ministra. Los sondeos vaticinan para la gallega una fase ascendente, a la vez que cada vez son más los cuadros de Unidas Podemos interesados en sumarse a ella. Pero el éxito rápido aconseja avanzar con cautela, ya que la política está llena de víctimas ilustres de la que se conoce como ‘guerra sucia’.