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Verónica Casado: «Igea no va a fiarse nunca jamás de la palabra de Mañueco»

La exconsejera de Sanidad de Castilla y León relata su sorprendente destitución y adelanta a THE OBJECTIVE que ayudará al candidato de Ciudadanos en la campaña electoral

Verónica Casado: «Igea no va a fiarse nunca jamás de la palabra de Mañueco»

Verónica Casado. | Europa Press

Verónica Casado (Reims, 1959) ha sido una de las caras más conocidas del Ejecutivo de Castilla y León por su puesto al frente de la Consejería de Sanidad durante las seis olas de la pandemia del coronavirus hasta que Alfonso Fernández Mañueco cortó por lo sano con la sorprendente destitución de los cuatro consejeros naranjas para, a continuación, convocar elecciones anticipadas. Al día siguiente de su cese en el BOE regional, pidió su reingreso en el centro de salud.

Casado fue elegida en 2018 la mejor médico de familia del mundo y un año después entró en política como figura independiente de la mano de Francisco Igea, sanitario igual que ella -el candidato de Ciudadanos es médico digestivo- y a quien conocía de su trabajo en Valladolid. Ahora quiere descansar rodeada de su familia después de dos años y medio «terribles» de trabajo y ayudará a su mentor político durante la campaña electoral. Mientras, a Mañueco le advierte de que «la historia pondrá a cada uno en su lugar».

Pregunta. El cese fue un poco surrealista. Ni Gila se lo hubiera imaginado así.

Respuesta. La verdad es que la realidad supera a la ficción. 

P. ¿Cómo empezó todo? Al filo de las nueve se presentó…

R. Voy a empezar un poco antes, el jueves, que hubo Consejo de Gobierno, que se desarrolla de forma completamente normal, sin ninguna posibilidad de imaginar lo que iba a suceder el lunes. En ese Consejo de Gobierno se me preguntó, como siempre, cómo iba la pandemia y dije que estaba muy preocupada, que estábamos en plena sexta ola, que evidentemente era mucho menos letal y mucho menos agresiva gracias a la campaña de vacunación, pero que me preocupaba el contagio tan extraordinario que podíamos llegar a tener. Por ese motivo, yo quería volver a reunir a los expertos y me dijeron que de acuerdo. Los reuní el viernes por la tarde y el lunes iba a proponer que hiciésemos un Consejo extraordinario para aprobar lo que habíamos trabajado durante el fin de semana.

Mi sorpresa es que yo estaba citada en una comisión delegada a las nueve de la mañana. Se hacían en la misma sala de los Consejos de Gobierno, en el Palacio de la Asunción. Abro la puerta y mi sorpresa es que veo a Alfonso Fernández Mañueco con todos los consejeros del PP y nadie de Ciudadanos.  Le dije a la persona que nos había convocado, (el consejero de Economía) Carlos Fernández Carriedo: ‘¿ Pero no tenemos una comisión delegada?’. Me dijo que no, que era telemática. Cerré la puerta absolutamente estupefacta por la situación y no había pasado mucho tiempo, apenas un par de minutos, cuando recibo desde mi despacho una foto de lo que acabábamos de recibir: el correo electrónico con el cese.

P. ¿Quién mandó ese correo electrónico?

R. Lo firmaba Alfonso Fernández Mañueco y era la comunicación de cese como consejera de Sanidad, que me agradecían los servicios prestados y punto. Y a los dos minutos, aún no había salido del Palacio de la Asunción, recibí una llamada de Mañueco que me dice que quería dar estabilidad al Gobierno, que no la había en este momento y que por eso había convocado elecciones. Y que había decidido cesarnos a los cuatro consejeros que veníamos desde Ciudadanos.

P. ¿Qué le respondió?

R. Le escuché atentamente y al final le dije que la historia nos pondrá a todos en nuestro lugar. Y ya está. Así acabó el tema.

P. ¿Cómo se quedó?

R. Fue una sensación bastante terrible. Fue muy curioso. En un primer momento tuve el sentimiento, por una parte, de alivio, de buffff. Porque han sido terribles estos dos años y medio. De una dureza extrema y con una angustia terrible porque nos estábamos jugando la vida de las personas. Hemos trabajado como si no hubiera un mañana. Muchas veces nos decíamos que hacíamos media jornada. De 24 horas, hacíamos 12 y es verdad. Todo mi equipo y yo hemos estado constantemente al pie del cañón.

P. Mucha gente recuerda sus lágrimas en una rueda de prensa durante la primera ola.

R. Han sido momentos muy duros. Cada vez que he tenido que decir cada día que había 70 fallecidos. Para mí era horroroso y el día que hice la comparecencia, después de dos horas y cuarto, me obligué a mí misma, porque sabía lo que iba a pasar. Estaba extremadamente angustiada y cansada, y que en el momento de que dijera nombres de personas, de médicos de familia que habían fallecido, iba a romper. Lo sabía, pero me decía que lo tenía que hacer por ellos. Tenía que ser capaz de pronunciar sus nombres porque era mucho lo que les debemos.

P. ¿Cuál fue el otro sentimiento?

R. Que esto no se le hace a nadie. Después haber trabajado mucho, de habernos creído que éramos un equipo, que no te mirase (Mañueco) a los ojos, diciendo hasta muy poco antes que no iba a convocar elecciones y que iba a agotar el tiempo. Y luego, esas acusaciones totalmente falsas, de traiciones, cuando hemos sido absolutamente honestos, totalmente leales. Fue todo muy kafkiano. Y hay un tercero de preocupación.

P. Ah ¿sí?, ¿cuál fue?

R. Es que hacer cambios en la dirección de una Consejería como la de Sanidad en plena sexta ola, duplicando los casos… Yo recuerdo el año pasado, en la semana de Navidad, teníamos poco más de 60 casos por cada 100.000 habitantes y ahora estamos completamente disparados. 

P. ¿Qué le han parecido las primeras medidas de su sucesor?

R. Bueno, los responsables tenemos que tomar decisiones aunque a veces sean complejas. Hay muchas CCAA que están tomando decisiones. Por ejemplo, Galicia. Además, siempre he creído en el Consejo Interterrritorial, que de la misma manera que nos ha funcionado muy bien el plan de vacuaciones, porque ha sido un plan estatal, yo también lo quería para las medidas. Porque si no confundimos a la gente. No puede ser que en unos sitios se hagan unas cosas y en otros, otras con unas cifras muy similares.

P. ¿Habría venido bien una ley de pandemias?

R. El presidente del Gobierno dijo que el 20 de mayo de 2020 iba a haber una ley de pandemias y resulta que no hubo nada. Y tenemos tribunales superiores de Justicia con la misma situación, unos diciendo que de acuerdo y otros que no. Porque no hay un marco legal bien establecido. La interpretación está ahí.

P. En su consejería ha habido dos bajas sensibles tras la suya, pero hay otros altos cargos que se mantienen. ¿Le ha sorprendido?

R. Vamos a ver, yo les pedí a todos que se mantuvieran. Además, a Alejandro Vázquez, el nuevo consejero que me llamó a las 12 de la mañana, le pedí que por la salud de la gente era importante que mantuviera el equipo en la medida que el equipo quisiera. Si ellos no quieren, si se quieren marchar, si están cansados y no pueden más como es muy lógico, pues evidentemente lo tienes que respetar. Pero creo que en estos tiempos tan convulsos, pues hacer pocas mudanzas es lo más razonable.

P. ¿Va a ayudar a Francisco Igea en campaña?

R. Sí, le voy a ayudar. Creo que como persona es absolutamente honesta, transparente. A mí muchas veces me han dicho que soy muy valiente. Lo que realmente soy es libre. Nadie me ha dicho: «No hagas esto porque quizás cueste votos o no hagas lo otro». Eso nunca me ha sucedido. De hecho, yo nunca habría estado con nadie que tuviera ese perfil. El sistema sanitario en España es muy bueno y creo que deberíamos tener un pacto nacional por la Sanidad, nunca se debería utilizar como arma arrojadiza de la política. Cuando me encuentro con una persona con la que comparto completamente el modelo sanitario y lo ha hecho de manera honesta y libre…

P. Pero, ¿por qué le dijo que le había regalado sus peores dos años y medio de su vida?

R. Es que han sido de una dureza extrema. Y no solo por la pandemia, que ha sido muy dura en sí misma, pero es que hay cosas, como la política, que lo hacen todo muy duro.

P. ¿Qué probabilidades le da a Ciudadanos viendo cómo están las encuestas?

R. Creo que es un partido necesario. Creo que la mayor parte de las personas son, más bien, centradas. A nivel de la población, no hay grandes extremos. Todo el mundo quiere tener un equilibrio social. Y a todas las personas del partido que conozco, son gente muy honesta. A mí eso me gusta. El problema es que los políticos son tan cortoplacistas que, a veces, las grandes reformas que tienes que hacer son a largo y medio plazo. Si es a corto plazo, haces cálculos electorales y eso es terrible.

P. Si de Ciudadanos depende que el PP pueda gobernar de nuevo, ¿qué cree que debería hacer con Mañueco?

R. Esa es una pregunta más para Paco (Igea). Pero creo que Paco no va a fiarse nunca jamás de la palabra de Mañueco porque es muy complicado después de lo que hemos vivido. Paco se fía porque había un compromiso, porque se había dicho de manera muy reiterada y mira que había gente que nos decía que las iba a convocar.

P. ¿El equipo de Arrimadas la sondeó para ser candidata en Castilla y León?

R. No. Yo no he tenido nunca contacto con Arrimadas ni tampoco con nadie de su equipo. A mí directamente nadie me ha preguntado nada. Sí que he tenido algún contacto con Gemma Villarroel (la coordinadora autonómica en Castilla y León) porque quería saber cómo se estaba gestionando la pandemia.

P. Y compañeros de Castilla y León, ¿le pedían algo más?, ¿que diese un paso más?

R. Realmente, siempre me han pedido que me afiliara, que trabajase con ellos, que el tándem Igea-Casado podría ser interesante. Eso me lo han dicho en varias ocasiones. Y yo siempre les he dicho que les voy a ayudar.

P. ¿Sin dar ningún paso adelante?

R. En principio, no. En esta vida nunca puedes decir que esto nunca lo haré porque las circunstancias cambian. Pero vamos, a priori, voy a ayudar pero estoy en un momento muy refractario. Soy médico y tengo un perfil más de planificador y gestión. Y la parte política de todo esto es la que menos me ha gustado. No me ha gustado nada.

P. ¿Qué va a hacer a partir de ahora?

R. El mismo día que apareció mi cese en el boletín, el 21 de diciembre, pedí la reincorporación a mi puesto de trabajo en mi centro de salud en Valladolid. Me reincorporaré a la universidad, a mis funciones docentes de formadora de residentes de medicina de familia. Y a seguir escribiendo mis artículos, mis ponencias, como hacía antes de esta etapa política. Lo que pasa es que yo sí voy a descansar un poco porque realmente lo necesito. Sobre todo a nivel familiar. Mi madre está muy enferma y quiero estar con ella. Y mi hija está en una parte vital muy importante, se va a casar, y yo quiero estar también a su lado.

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