Sánchez cae en la trampa de Mañueco e intensificará su presencia en la campaña de Castilla y León

El presidente del Gobierno prevé unas vacaciones cortas y una primera cita política en el inicio del curso político de este 2022. Tras el Comité Federal el 7 de enero en Ferraz, Pedro Sánchez ya tiene preparada su maleta de campaña electoral para participar «activamente» en Castilla y León, donde las previsiones para su fiel candidato, Luis Tudanca, son bastante menos halagüeñas de lo esperado.

En Moncloa y Ferraz son conscientes de que la primera convocatoria electoral del año, coincidiendo con el ecuador de la legislatura, podría tener un efecto de arrastre en las proyecciones de voto a escala nacional y generar un caldo de cultivo favorable para el PP de cara a la siguiente convocatoria electoral en Andalucía. Por ello, aspiran a «contener el golpe» en Castilla y León para no generar la sensación de un cambio de ciclo favorable al PP.

De esta forma, lo previsto por el núcleo duro de Sánchez es una «presencia intensa» del presidente del Gobierno. Según adelantan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE, «Sánchez participará en la apertura y el cierre de la campaña electoral», tanto la tradicional pegada de carteles el viernes, 28 de enero, como la noche de cierre el viernes, 11 de febrero, justo antes de que los candidatos disfruten de la jornada de reflexión previa a los comicios del 13 de febrero.

La implicación del presidente también será importante durante la precampaña electoral en el mes de enero con el objetivo de ‘salvar’ a Tudanca del pésimo pronóstico que le auguran las encuestas. Los socialistas dan por descontada la victoria del actual presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, quien le arrebataría a Tudanca la primera fuerza que obtuvo en 2019. Sin embargo, algunos sondeos arrojan la posibilidad incluso de mayoría absoluta para Mañueco, lo cual asemejaría la debacle socialista en Castilla y León a la hecatombe electoral del PSOE en Madrid el 4-M de 2021.

Mañueco se hace un ‘Ayuso’

Estos pronósticos han servido para que Mañueco diseñe una campaña ‘a la madrileña’ destinada a confrontar con Pedro Sánchez. «Quiere ningunear a Tudanca, ignorarle, para beneficiarse de la confrontación con el presidente. Situando el nivel de su contrincante en la presidencia del Gobierno, eleva su talla política como hizo Ayuso».

Lo llamativo es que los estrategas gubernamentales, apremiados por la necesidad de evitar un varapalo electoral de Tudanca, hayan caído en la trampa con el diseño de una campaña electoral que, lejos de salvar a Tudanca, sirva para eclipsarle y proyectar aún más al candidato del PP y su holgada ventaja en los sondeos. Tan malos son los pronósticos que los socialistas evitan hasta el manido juego de las encuestas privadas: «Los datos que tenemos no son buenos. La victoria del PP está más que descontada». Y hay que intentar salvar los muebles a toda costa.