El Gobierno deja solo a Alberto Garzón y evita aclarar si debe dimitir
Moncloa da un toque de atención a Alberto Garzón por sus declaraciones sobre el sector cárnico: «Le enseñamos los dientes»
Comparecencia tras el Consejo de Ministros en plena polémica por la ganadería extensiva. | Europa Press
El Gobierno ha querido mandar este martes un serio toque de atención a Podemos, en general, y a Alberto Garzón, en particular. «Ayer nos enseñaron los dientes y hoy se los vamos a enseñar nosotros», explicaban fuentes gubernamentales del Palacio de La Moncloa a primera hora, tras la primera de la cascada de entrevistas previstas por el ministro de Agricultura, Luis Planas, en una clara desautorización de su colega de Consumo.
Giro de guión de Sánchez
Después de la concatenación de reproches de Podemos este lunes cuestionando la lealtad del presidente del Gobierno, la cuota socialista del Ejecutivo cambió el guion de su estrategia de pasar página y decidió disparar abiertamente contra Garzón pero eligiendo bien a quien empuñe el arma: el ministro de Agricultura, Luis Planas, afectado por la ‘injerencia’ del ministro de Consumo y líder de IU, a quien reprochó que «si alguien habla de alimentación, lo normal es que me llame».
En un auténtico ‘tour’ mediático, Planas ha sido el encargado de hacer constar el malestar del Gobierno y se ha quejado abiertamente de sus declaraciones «desafortunadas» poniendo en cuestión al sector ganadero en España. Sin embargo, lo más elocuente ha sido su silencio al ser preguntado en Onda Cero sobre si Garzón es el ministro idóneo para ocupar la cartera de Consumo. «Sin comentarios», se ha limitado a decir tras varios segundos de silencio simbólico.
El silencio como reproche a Garzón
El silencio como reproche ha sido la estrategia del Ejecutivo en el Consejo de Ministros. En la rueda de prensa posterior al Consejo, tanto la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, como el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, han obviado las cuestiones referidas a la dimisión del ministro Alberto Garzón, que solicitan varios grupos de la oposición, entre ellos el PP.
«El gobierno de coalición goza de muy buena salud», se ha limitado a decir Rodríguez sin entrar a responder a la pregunta reiterada del coloquio con los periodistas. Hasta en seis ocasiones se le ha formulado la cuestión de si Garzón debería dimitir o contaba con la confianza del Gobierno y de su presidente, Pedro Sánchez, a lo que ha evitado contestar la ministra portavoz diciendo que «lo importante del Gobierno es lo que se aprueba en el BOE. Frente a las palabras, al ruido, reiterar que nuestro sector ganadero es un sector de excelencia».
El Gobierno deja así solo a Garzón con la intención de que asuma su «metedura de pata». No obstante, en privado las fuentes consultadas por este periódico descartan su cese o petición de dimisión y aseguran que con esto pretenden «zanjar la cuestión, que no pasará de aquí». Si bien el incendio, admiten, quizás ha ido demasiado lejos a las puertas de una campaña electoral en Castilla y León y otra en ciernes en Andalucía. Ya en tono jocoso, hay quien comenta: «Garzón se ha hecho un Ayuso» abriendo una innecesaria lucha interna que tendrá sin duda un coste electoral para el PSOE.
