Moncloa confía en que la UE extienda la ‘amnistía fiscal’ mas allá de 2023 tras reunirse con Scholz
Fuentes gubernamentales celebran la «buena sintonía» entre Pedro Sánchez y Olaf Scholz, con la que «España vuelve a estar en el corazón de Europa»
En Moncloa se respiraba este lunes gran optimismo. Júbilo por la esperada visita del canciller alemán que, mes y medio después de su investidura y tras hacerse de rogar con una gira París-Bruselas-Roma-Varsovia, recaló finalmente en España para alumbrar el ‘eje hispano-germano socialdemócrata’ que hace las delicias de Pedro Sánchez. En el entorno del presidente español restan importancia a que Olaf Scholz haya priorizado cuatro países antes de visitar el nuestro y minimizan las discrepancias respecto a la cuestión crucial de las reglas fiscales porque hay una «plena sintonía entre Sánchez y Scholz», según las fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, lo cual «devuelve a España al corazón de Europa».
El análisis que hacen en el núcleo duro del presidente es que el canciller Scholz está plenamente en la línea socialdemócrata por la que transita Pedro Sánchez, pese a su compleja coalición de gobierno con liberales y verdes. «No se plegará a ninguna de las dos», explican respecto a la cuestión nuclear de las reglas fiscales, suspendidas durante la pandemia y hasta 2023. Los socialistas llevan sacando pecho porque bajo su mandato e influencia se produzca «el fin del austericidio» y la vuelta a la relajación del Pacto de Estabilidad y crecimiento de la Unión Europea fijados en el objetivo del 3% del déficit público y el 60% de deuda del PIB.
«Caerá por su propio peso»
España dobla los compromisos de deuda pública, ya cercana al 120% del Producto Interior Bruto, motivo por el cual el Gobierno de coalición PSOE/Podemos ve en la llegada de Scholz al Gobierno alemán a un aliado inmejorable para que Europa acabe desterrando las políticas de austeridad en favor de una mayor flexibilidad ya que, consideran, «los tiempos van en dirección contraria a las políticas que en 2008 agudizaron la crisis de deuda en Europa. Ahora estamos en un ciclo expansionista de la economía en el que imperan las políticas keynesianas».
Esto, concluyen y confían estas fuentes, se traducirá en que la suspensión de las reglas de gasto se mantendrá mas allá de 2023, en consonancia con las políticas de estímulo de la Unión Europea, cuyo máximo exponente han sido los fondos europeos: «Europa ha hecho lo contrario que en 2008, inyectar dinero y tirar de deuda», por lo que aducen que no tendría sentido mantener la política de austeridad en torno al Pacto de Estabilidad. «Caerá por su propio peso», anticipan estas fuentes erigiéndose en paradigma de gobierno de coalición: «Europa ha visto que gobernamos con comunistas sin aplicar políticas comunistas».
Discrepancias entre Sánchez y Scholz
El optimismo gubernamental que deslizan las fuentes de Moncloa consultadas por THE OBJECTIVE choca con las discrepancias vertidas este lunes por los dos mandatarios socialdemócratas en sus discursos en Moncloa. Tras dos horas de visita oficial con almuerzo de trabajo incluido, Sánchez y Scholz manifestaron sus discrepancias en torno a las reglas fiscales pese a mostrar complicidad y voluntad de transitar hacia una economía europea verde y digital. La posición del presidente español fue tajante en relación a la necesidad de reformar el Pacto de Estabilidad: «Creo que ambos países coincidimos en que las reglas fiscales actualmente suspendidas son demasiado complejas, difícilmente cumplibles en el contexto de la pandemia y, por lo tanto, el Gobierno de España considera que es importante reformarlas».
Frente a él, el discurso diametralmente opuesto de su homólogo alemán, Olaf Scholz, en defensa del Pacto de Estabilidad, que es lo que «nos ha dado el marco necesario para los fondos de recuperación» que «no se han desembolsado aún en mayor parte, nos acompañará en los próximos años, y por eso también podremos dar respuesta a las tareas de futuro porque hemos movilizado algo para los próximos años». Es decir, que de sus palabras se deduce que la inyección de los fondos europeos permitirá precisamente cumplir con los objetivos de deuda y déficit. Aunque el canciller no fue tan explícito, sí dijo que «para Alemania, tenemos que seguir construyendo sobre las experiencias del pasado. Europa en los próximos años caminará de la mano y esto se hace sobre la base del Pacto de Estabilidad». Y añadió que «cuando resolvemos conjuntamente los problemas económicos en la Unión Europea es cuando mejor nos va».
Un discurso que no mermó las esperanzas gubernamentales de cara al pragmatismo de Scholz, consciente de que tras 16 años de gobierno conservador en Alemania, «es plenamente consciente de que los ojos de Europa están puestos en su persona». Y que Pedro Sánchez ejercerá el rol que Podemos tiene en su gobierno de coalición, el de socio minoritario que presiona hasta que triunfen sus postulados frente a la tradicional rigidez germánica.