Podemos desata una 'guerra fría' contra Díaz con agendas paralelas y ataques ocultos en redes
Aunque oficialmente todos son cumplidos, la cúpula morada cree que Díaz dinamita el entente con los nacionalistas e intensifica sus ataques encubiertos
«Es una guerra fría». En Unidas Podemos muchos no tienen dudas. La incapacidad de Yolanda Díaz de atraer a ERC al bloque de apoyos a la reforma laboral representa un antes y un después para los afines a Pablo Iglesias. La sensación es que todo lo que tejió el exsecretario general ha sido puesto en jaque por la ministra de Trabajo, a la que varias fuentes moradas reprochan, entre otras cosas, pensar más en su figura política que en la estrategia general, y haber calculado «mal» los tiempos de la negociación con los nacionalistas. Los partidarios de Díaz niegan la mayor. Aseguran que la ministra sale «reforzada» de la aprobación de la reforma laboral.
Díaz salió el pasado jueves del hemiciclo segura de haber cosechado una victoria. Los suyos piensan lo mismo. «Sale reforzada», es la tónica que se repite entre los miembros de Unidas Podemos que se han decantado por ella y también en el frente sindical cercano a la gallega. El entorno de la ministra sabe que el malestar en la cúpula de Podemos está al rojo vivo, pero también consideran que los morados no tienen la capacidad ni la intención de dinamitar el Ejecutivo. Y que el tiempo juega a su favor.
Podemos, que en estos meses protagonizó algunas maniobras que pudieron incluso desembocar en romper la negociación para la reforma, tiene otra lectura. Aunque oficialmente la plana mayor del partido morado ha defendido el acuerdo parlamentario, ha evitado reprochar a ERC su posición, ni comentar el voto favorable de Ciudadanos. A nivel oficioso, sin embargo, es palpable la grave herida abierta con Díaz por haber modificado los equilibrios parlamentarios del Ejecutivo.
Permisos remunerado de siete días
Existen pruebas de ello, recuerdan algunos observadores del partido morado. En primer lugar, el hecho de que a media mañana del jueves, mientras Díaz introducía y explicaba su labor y los efectos de la reforma, tanto Belarra como Montero se ausentaron para anunciar su propuesta de implementar permisos de cuidado de al menos siete días al año. La medida se incluiría en la Ley de Familias y tendría como objetivo asegurar una mejor atención a los hijos como a los padres u otros convivientes, aunque el hecho de que se anunciara este jueves ha resultado sorprendente.
Para las fuentes consultadas esta acción sirvió para «contraprogramar» la aprobación de la reforma laboral, e intentar sacar titulares en la prensa en el día más importante de la carrera política de Yolanda Díaz. Para algunos es la evidencia de que existe una «guerra fría» contra la gallega, y que el enfrentamiento irá empeorando en las próximas semanas y meses. «Es una guerra fría y cada vez más caliente», admiten algunos en el partido morado, que reconocen que «no es casualidad» la «coincidencia».
Luego está la guerrilla digital. Podemos es un partido que más y mejor que otras formaciones emplea este instrumento para condicionar la agenda política e influir en el debate público. Y muchos saben que en los últimos días -al menos hasta el pasado miércoles, tal y como ha podido comprobar este diario- perfiles afines al partido han llegado a descalificar la reforma de Díaz y cuestionar el hecho de que se apoye en los votos de Ciudadanos. En algunos de estos mensajes, con centenares de reproducciones por otros usuarios, se pueden leer reflexiones como que si la reforma «le gusta a la patronal y a Ciudadanos», no favorece al obrero.
Eje Rufián-Podemos
Esta dimensión virtual no es baladí, puesto que los perfiles que señalan las fuentes de Podemos se consideran muy vinculados al círculo de poder de Montero y Pablo Iglesias. Y repiten una consigna que también afirmó Gabriel Rufián en el Congreso para explicar el rechazo de ERC al pacto logrado por Díaz con la CEOE y los sindicatos. «Si a alguien le vendes una moto siendo una bici, le estás intentando estafar», llegó a afirmar Rufián, mientras que Díaz acusó a los republicanos catalanes de no ser serios, y haber evitado la negociación por razones partidistas y personales.
Los morados creen que a partir de ahora el Gobierno entra en una nueva etapa. El enfrentamiento entre Díaz y ERC ha alcanzado cotas difíciles de imaginar. Pablo Iglesias había avisado a la ministra de que cuidara su legado. Pero ella ha preferido aprobar la reforma laboral como fuera, algo que ha irritado profundamente a Irene Montero. «El problema es que todavía se necesitan mutuamente, así que no habrá ruptura hasta que así sea», reflexiona una fuente de Izquierda Unida.
A todo ello hay que añadir que, tal y como publicó este periódico, el próximo lunes Montero y Belarra se reunirán con Jeremy Corbyn en Madrid para responder a la agenda internacional de Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo se reunió hace dos semanas con el economista francés Thomas Piketty. El equipo de Díaz busca legitimar el liderazgo de la gallega gracias a apoyos internacionales, para así afianzar un proyecto de «nuevo laborismo» al que Podemos también aspira, tal y como revela el encuentro con Corbyn.
«Ahora Díaz no le debe nada a ERC»
El entorno de Díaz, no obstante, celebra la aprobación de la reforma laboral. El cálculo que hacen sus estrategas es que así gana credibilidad y se consolida como dirigente más «moderada». Es decir, que da el primer paso para intentar sustituir Podemos e intentar incluso desafiar al PSOE. Yolanda Díaz está «más fuerte», comentan también en Unidas Podemos, donde algunos cuestionan la decisión de Montero y Belarra de celebrar un acto y presentar una propuesta al Gobierno el mismo día del debate sobre la reforma laboral.
«Es infumable que boicoteen el debate de la reforma así», añaden fuentes sindicales cercanas a la ministra. Otras fuentes recuerdan que a día de hoy «Díaz depende más de Sordo que Unai de ella», pero también recalcan que el enfrentamiento con ERC puede ser una ventaja para la gallega: «Ahora no le debe nada a ERC, es una notica buena para su futuro», aseguran. Todos saben en los sindicatos que la reforma de Díaz es inferior a las expectativas, pero también que la pelota está en el tejado de Podemos, que se juega su futuro en las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León.
Ante el nacimiento de esta nueva etapa, Podemos intensificará la presión sobre a la dirigente que Iglesias nombró sucesora. Y se prevé que tenga en su ofensiva a aliados como ERC y Bildu, con los que Iglesias y Montero no tienen ninguna intención de romper las relaciones. El verdadero peligro es que la «guerra fría» en Unidas Podemos se extienda al Ejecutivo, en una fase en la que Sánchez tiene claro que hace falta coordinación y ofrecer a los ciudadanos la idea de que la economía está mejor que nunca y que el Gobierno es el artífice del milagro.