Vox se relame ante la guerra del PP: «Esto acelera el sorpasso»
Los dirigentes se reservan sus opiniones en público, pero algunos no esconden en privado que la polémica entre Casado y Ayuso favorece sus intereses políticos
«Asisto sorprendida, espantada y horrorizada a las informaciones como ciudadana. Afortunadamente no afecta a mi partido y no me corresponde valorar». Macarena Olona, número dos de Vox en el Congreso, ha sido tajante este jueves sobre la situación que vive el PP. Otros dirigentes han guardado silencio públicamente. Ni siquiera un tuit. Un dirigente autonómico reconoce a THE OBJECTIVE que la polémica les beneficia políticamente: «Nos estamos frotando las manos. Esto acelera el sorpasso».
Vox consiguió convertirse en la tercera fuerza en la Cámara Baja en las generales de noviembre de 2019. La formación verde trabaja desde entonces para pasar de sus 52 diputados actuales a 80 en los próximos comicios y acercarse así a los populares. Un paso intermedio en su estrategia para afianzarse como alternativa fue la fracasada moción de censura que presentó en octubre de 2020. El PP de Pablo Casado rehusó apoyarla y Santiago Abascal se la tiene jurada desde entonces.
Silencio público de Vox
El líder nacional de Vox no esperaba que se lo pusieran tan fácil. Sin embargo, no ha entrado en el asunto. «El PP se ha instalado en la autodestrucción. No lo entiendo, pero lo cierto es que a nosotros nos viene muy bien», sostiene un dirigente de la formación. La mayoría de sus miembros prefieren no hacer declaraciones o, simplemente, no contestan. «No es nuestra guerra, que cada cual se apañe con lo que le toca», destaca otro integrante.
«Han ido a quitarse de en medio a Ayuso. Génova siempre hace lo mismo. Suelta lo de los espías, una filtración interesada, y se derrumba todo el castillo. Pasó igual con Cristina Cifuentes hace años», recuerda un dirigente de Vox con pasado en las filas populares. En su opinión, el PP ha dado la estocada a la presidenta madrileña. Ayuso ha reconocido este jueves que su hermano cobró por un contrato de la Comunidad, pero culpa a Casado de hostigarla.
El dirigente acaba de una tacada con los rumores que colocan a Ayuso en su formación si el PP la expulsa: «Está liquidada. Alguien que tiene que irse de un partido por corrupción tiene poco recorrido». No quiere lanzar campanas al vuelo, pero afirma que esta guerra interna les puede venir bien, aunque es consciente de que el PP tiene mucha base. Y desliza: «He estado escuchando a Federico (Jiménez Losantos) y estaba muy calentito».
La guerra en el PP es total. La dirección nacional sostiene que ha recibido informaciones, a las que otorga «veracidad», de que el hermano de la presidenta madrileña ejerció como intermediario para que un amigo consiguiera un contrato de 1,5 millones de euros. La adjudicación se produjo por el trámite de emergencia, sin concurso, a una empresa que suministró mascarillas a la Consejería de Sanidad durante los días más duros de la pandemia.
«Una gravedad extrema»
Olona asegura que la corrupción y el espionaje «no tienen color político» y que son igual de «deleznables». Califica lo que está sucediendo de «una gravedad extrema», pero evita entrar en el debate porque «no me corresponde valorar». La portavoz adjunta de Vox en el Congreso ha esquivado pronunciarse sobre si su partido, que apoyó a Ayuso en la investidura, tiene pensando secundar una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid.
La líder madrileña de Vox, Rocío Monasterio, tampoco ha querido echar más leña al fuego. «Estuve ayer en Parla (por el miércoles) hablando con familias. Los rifirrafes, los machetazos que hay en Génova no les van a resolver la vida». Para Monasterio, la Cámara regional tiene 136 parlamentarios que no pueden «estar dedicándose a un partido político y a sus problemas internos». Y concluye: «No voy a hablar de problemas de un partido que no es el mío».
En Vox destacan que van a mantenerse «a la expectativa hasta que se esclarezcan» los hechos, porque ahora son informaciones iniciales. No responden a si esta polémica va a cambiar las relaciones con el PP. De momento, tal y como ha adelantado El Mundo, ambas formaciones han mantenido los primeros contactos en Castilla y León. La formación verde pide la presidencia de las Cortes y entrar en el Gobierno, como Ciudadanos en la pasada legislatura. Hace unos días, la propia Ayuso se mostró a favor de un acuerdo con los de Abascal, en contra de lo que viene repitiendo en los últimos tiempos el líder nacional.
Advertencia a Almeida
Un detonante más en la guerra entre ambos, que lleva meses abierta a cuenta de la celebración de un congreso en Madrid. Ayuso no ha ocultado nunca que aspiraba a convertirse en la líder orgánica regional. Un miembro de Vox sostiene que en su partido son más proclives a la presidenta que al alcalde de la capital. Pone como ejemplo que a la primera le aprobaron los presupuestos y a José Luis Martínez-Almeida, no.
«Fuerza y honor», escribió Olona en Twitter el pasado 8 de diciembre, Día de la Constitución. El texto iba acompañado de una foto en la que saludaba a Ayuso. En la formación verde algunos la ven como un problema para crecer en la región, ya que «tiene mucho predicamento» entre su parroquia. No pasa lo mismo con Almeida, al que advierten de que puede tener «problemas» en el Consistorio. Se la tienen jurada desde que pactó el nuevo Madrid Central y los presupuestos con la izquierda.