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Por qué Vox pacta con Ayuso pero no con Almeida

La formación verde desconfía del alcalde desde que aprobó el nuevo Madrid Central con el apoyo de los concejales ‘carmenistas’

Por qué Vox pacta con Ayuso pero no con Almeida

Dirigentes de Vox antes de presentar un recurso contra Madrid Central. | A. Martínez Vélez (Europa Press)

Las relaciones entre Vox y Almeida están rotas. La buena sintonía que mantenían se quebró el 13 de septiembre, cuando los cuatro ediles escindidos de Más Madrid salvaron la ordenanza de movilidad, que incluía la reformulación de Madrid Central. El alcalde prometió eliminar el proyecto en cuanto alcanzara el poder. La formación verde le acusa de «traicionar» a sus votantes y de incumplir el acuerdo de investidura. Una cuestión que les impide, dicen, aprobar las cuentas de la capital. Contrasta con lo sucedido en la región, donde Vox ha cerrado un acuerdo presupuestario. «Nos fiamos de Ayuso, pero no de Almeida», dice un importante dirigente. En el PP lo perciben como una maniobra nacional.

El miércoles, Vox explicaba las razones por las que se negaba a apoyar los presupuestos en la capital: las «políticas izquierdistas» que sigue el equipo de Gobierno, la «mentira» que deslizan de que no quieren sentarse a negociar con ellos y la aprobación de la ordenanza de movilidad. Fuentes del partido reconocen que esta última es la causa principal de la ruptura. Les molestó que José Luis Martínez-Almeida se apoyara en la izquierda para sacar la norma adelante y, especialmente, cómo se fraguó la operación. El nuevo Madrid Central frena cualquier posibilidad de acercamiento, aunque el alcalde sigue calificando a Vox como «socio prioritario». Mantiene la esperanza de reconducir las relaciones. Su líder regional, Rocío Monasterio, le ha recordado en Twitter el camino: «Debe alejarse de Carmena y de las políticas de izquierda como Madrid Central».

Medidas cautelares

«No podemos aprobar un presupuesto para implantar Madrid Central», se excusan los concejales de Vox. Consideran que si Almeida quiere encontrarles en una mesa de negociación, el primer paso es acabar con el proyecto: «Tiene que retirar la ordenanza de movilidad». No obstante, la formación verde no se ha quedado cruzada de brazos. Hace dos semanas presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra el acuerdo plenario que modificó la ordenanza de movilidad y dio alas al plan que sustituye el Madrid Central que ideó la exalcaldesa Manuela Carmena

El tribunal denegó esta semana las medidas cautelares solicitadas por Vox para suspender la norma de forma inmediata, pero tendrá que decidir en unos días si suspende la prohibición de que los vehículos contaminantes circulen en el interior de la M-30 a partir del 1 de enero. Una medida con la que el Consistorio pretende recaudar 300 millones de euros. «El recurso va por buen camino y confiamos en que la justicia nos dé la razón», reconoce un edil de la capital a THE OBJECTIVE. Aunque suceda, será difícil reconducir las relaciones. 

Martínez-Almeida durante la presentación de Madrid 360, en mayo del año pasado. | Foto: Joaquín Corchero (Zuma Press)

Las grietas entre ambas formaciones se hicieron evidentes en septiembre, tras el pleno en el que los antiguos ediles de Carmena votaron la ordenanza de movilidad, pero comenzaron a aparecer unos meses antes. Los de Javier Ortega Smith ya tenían la mosca detrás de la oreja. «No nos llamaron para sentarnos a negociar, lo que incumple el punto 44 de nuestro acuerdo de investidura», reconoce un dirigente local. Almeida ha reiterado que dicho pacto, que firmaron Vox y PP, no recoge en ningún sitio la derogación de Madrid Central. No obstante, Ortega Smith acusa al alcalde de haberles engañado. La confianza en él y su equipo es «inexistente».

«A finales de junio recibimos una llamada del concejal Borja Carabante para pedirnos nuestro apoyo en una votación. Le preguntamos si estaban negociando la ordenanza de movilidad con los tránsfugas de Más Madrid y nos juró que no. Nos engañaron. Nunca pensamos que fueran a hacernos esto», insiste una voz autorizada en Vox. Otro dirigente indica que había en marcha una estrategia para que todas las partes saliesen favorecidas: «El Gobierno municipal conseguía el apoyo para Madrid Central y los ediles carmenistas, un grupo propio»

Los concejales de Recupera Madrid votan en un pleno. | Foto: A. Martínez Vélez (Europa Press)

Un edil de Vox considera que les tendieron «una trampa», ya que sin el voto del portavoz del Grupo Mixto en la comisión de movilidad, la nueva ordenanza no habría llegado al pleno. «Deberían ser concejales adscritos, pero a Almeida les conviene tenerles ahí. Por eso creó el grupo». Vox también ha recurrido este asunto en los tribunales. Acusan al alcalde de «retorcer la ley» y ponen como ejemplo que la normativa se aprobó en pleno solo una semana después de que se constituyera el nuevo grupo. «El alcalde tiene que elegir entre nosotros y la izquierda», advierten. 

Los cuatro ediles del Grupo Mixto, autodenominado Recupera Madrid, ya han anunciado su intención de apoyar los presupuestos, aunque para eso exigen incluir varias medidas. «Ya están  negociando en los despachos», critican desde la formación verde. Un extremo que los concejales carmenistas rechazan. No obstante, el asunto del nuevo Madrid Central trasciende la esfera política. En Vox consideran que la ordenanza presenta importantes deficiencias técnicas, como la ausencia de una memoria de impacto económico, y que «castiga» a más de 300.000 madrileños que viven en el extrarradio.

Vox se posiciona con Ayuso

«Madrid Central voló todos los puentes. La confianza se ha visto resentida. Algo muy distinto de lo que sucede con Ayuso, que cumple su palabra», afirma un dirigente de Vox. Su líder en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, acaba de presentar un acuerdo presupuestario con la presidenta regional, el primero en tres años, lo que contrasta con lo sucedido en el Ayuntamiento de la capital, donde la formación verde sí apoyó las dos cuentas anteriores pese a las reticencias. Dirigentes del PP califican la postura de Vox como una estrategia para desgastar al líder nacional, Pablo Casado, en su guerra con Isabel Díaz Ayuso.

La sensación en algunos sectores del PP es que Vox se ha posicionado con Ayuso en la pugna que ambos mandatarios mantienen desde que la presidenta madrileña anunciara su intención de dirigir el partido en la región. Además, las relaciones entre las direcciones nacionales son inexistentes desde la moción de censura que presentaron los de Santiago Abascal. Casado, entonces, trató de sacudirse la sombra de la formación verde.

«Ayuso representa el ala dura del partido y se sienten identificados con ella. Por eso Vox no aprueba los presupuestos de Almeida ni los de Andalucía. Son movimientos en clave nacional, que es lo único que les interesa», insiste una importante dirigente popular. E insiste: «Monasterio ha aceptado ahora mucho menos de lo que exigía antes del adelanto electoral».

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