Ayuso, un dique para el crecimiento de Vox en Madrid
En las autonómicas del año pasado, el PP dobló el apoyo en las urnas mientras que la formación verde, en plena efervescencia, apenas creció un punto
«¿Cuál es el periódico que mejor habla de Ayuso?», pregunta una mujer en un quiosco de la calle de Princesa el día después de que estallara la polémica en el PP. Quiere leer la prensa para confirmar su opinión: que a Isabel Díaz Ayuso se la han jugado en Génova, 13 «porque le tienen envidia». El tendero explica que no es la única que llega defendiendo a la presidenta madrileña: «No ha hecho nada, pero dice lo que quiere oír la gente, y gusta». Un motivo por el que Ayuso se ha convertido en un dique para el crecimiento de Vox en Madrid.
Teresa, una profesora jubilada, sonríe al presenciar la escena. No entra en el fondo de la cuestión pero lamenta que se trate a Ayuso «como a una estrella de rock». Se agolpan los clientes y no dejan pasar la oportunidad. Un hombre sostiene que la presidenta madrileña ha tenido muy buena prensa: «No hizo nada por la hostelería, pero apareció como su salvadora. Hasta hay bares que te ponen papas a lo Ayuso». Una mujer de mediana edad dice que no ha hecho nada malo y que «ojalá se venga a Vox».
Vox y el fichaje de Ayuso
No es una posibilidad ni remota. Los dirigentes de la formación verde afirman que no se han planteado nunca su fichaje. Eso sí, reconocen que Ayuso supone un problema para despegar en la región. Se mueve en su espacio, aunque en ocasiones les tire de las orejas. La última vez, hace solo una semana, cuando salió al paso de las acusaciones de Vox, que vinculaba la inseguridad en la capital con la inmigración tras el asesinato de dos jóvenes por heridas de arma blanca.
«En las bandas latinas hay emigrantes de segunda generación tan españoles como Abascal, como usted o como yo», respondió Ayuso a Rocío Monasterio, líder de Vox en la región. Los partidos de izquierda en la Asamblea aplaudieron la intervención. Unos meses antes, la presidenta madrileña defendió la abstención de su grupo parlamentario en la votación para retirar las leyes LGTBI, como proponía Vox. La formación verde acababa de apoyar los presupuestos del PP, pero Ayuso no aceptó el órdago como contrapartida.
Una dirigente regional de Vox reconoce a THE OBJECTIVE que Ayuso es «un fenómeno que levanta pasiones» y que, hasta ahora, tenían difícil competir con ella. Todo puede cambiar a partir de esta crisis, pero hasta ahora los datos son claros. El crecimiento de Ayuso en las elecciones del pasado 4 de mayo fue espectacular: el PP dobló el apoyo en las urnas al pasar del 22 al 44%. La formación verde, en plena efervescencia, apenas creció un punto.
Abascal felicitó efusivamente a Ayuso «por la extraordinaria victoria en un contexto de ataque del Gobierno». La presidenta madrileña fija el voto conservador. En las autonómicas del año pasado, Vox obtuvo 330.660 votos, apenas 45.000 más que en los comicios de dos años antes. Sin embargo, en las generales de noviembre de 2019, con Abascal a la cabeza, alcanzó las 653.400 papeletas e hizo un agujero a Pablo Casado, con el que no tiene relación desde el fiasco de la moción de censura en 2020.
Silencio en Vox
En Vox nadie se atreve a dar públicamente su opinión sobre la guerra interna del PP. Existe mucha cautela, quizás porque algunos de sus miembros militaron antes en esas siglas. Hay quien considera que expresar júbilo en estos momentos podría herir la sensibilidad de los simpatizantes populares, a los que tienen intención de realizar una OPA hostil. La mayoría se frota las manos. Creen que el sorpasso está cada día más cerca: solo hay que esperar y recoger los frutos.
Santiago Abascal ha dejado este viernes un tuit críptico, aunque no parece descabellado que se refiera a la batalla que dirimen Casado y Ayuso. «Lo que es malo para España es malo para Vox». O no tanto: una encuesta realizada por un medio demoscópico habla de que la formación verde daría el sorpasso «a un PP en caída libre». No obstante, los resultados de Ayuso en la región no se resentirían.
Solo tres dirigentes de Vox han realizado declaraciones sobre la crisis interna del PP. La diputada Macarena Olona aseguró el jueves asistir «sorprendida, espantada y horrorizada a las informaciones», aunque prefirió no evaluar la situación. «Afortunadamente no afecta a mi partido y no me corresponde valorar», insistió. Monasterio, que apoyó a Ayuso en la investidura, afirmó que este asunto no iba a resolver la vida de los madrileños y que no podían estar dedicándose «a un partido y a sus problemas internos».
«Uno de los nuestros»
El último en aparecer en escena ha sido Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política de Vox. «Se trata de una cuestión interna que tendrán que aclarar», afirmó el eurodiputado tras recordar que su partido solo reclama «transparencia y buena gestión del dinero público». Este viernes estaba previsto que el secretario general y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, realizara unas declaraciones a la prensa. Pero los periodistas salieron a la caza del alcalde y no hubo intervención.
«Ayuso es uno de los nuestros», recalca un miembro de Vox que antes militó en el PP. En su opinión, la presidenta podría militar en la formación verde, pero se teme que no va a suceder. «Si la expulsan montará un partido. Nos seguiría aguando la fiesta en Madrid», se sincera. No obstante, desconoce si su organización va a apoyar una comisión de investigación para esclarecer el dinero que cobró el hermano de Ayuso y que ella misma ha reconocido.