Los socios del Gobierno piden a Sánchez que no adelante elecciones por la crisis del PP
Los nacionalistas catalanes y vascos quieren que el Ejecutivo se centre en la legislatura y no contemplar escenarios que den «alas a la ultraderecha»
Los socios del Gobierno de coalición ven la crisis que atraviesa el PP con preocupación para la estabilidad de la legislatura. Ante el hipotético escenario de un adelanto electoral, los nacionalistas vascos y catalanes ya han pedido a Pedro Sánchez que descarte esta posibilidad porque solo serviría «para dar alas a la ultraderecha», explican fuentes parlamentarias a THE OBJECTIVE.
Podemos, partido que hace de puente con los socios parlamentarios del Ejecutivo, fue el primero en barajar un adelanto con el fin de no perder peso institucional, pero el resto de grupos parlamentarios empieza a movilizarse para no dar margen a esta opción. Y muestran mayor contundencia que la formación de Yolanda Díaz.
ERC y EH Bildu, que mantienen una estrategia conjunta en Madrid, no han hablado públicamente de esta cuestión (este martes no han hecho declaraciones tras la junta de portavoces en la Cámara baja) pero se oponen a esta posibilidad. Fuentes de los abertzales afirman a instancias de este medio que «esperamos que Sánchez no tenga la tentación de adelantar elecciones, porque solo serviría para dar alas a la ultraderecha».
A este respecto no han dudado en alienarse con el PNV, quien sí ha compartido en rueda de prensa su opinión sobre las consecuencias que la crisis del PP puede acarrear. Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, ha querido alertar a Sánchez para que no provoque un «adelanto abrupto» de las generales porque, desde su punto de vista, «no sería bueno para el país».
De la misma opinión ha sido el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, cuando ha sostenido que la ciudadanía no recibiría bien que el presidente aprovechase «el ataque al corazón» que ha sufrido el PP para llamar a las urnas en lugar de gestionar el final de la pandemia y los fondos europeos. Además, el político catalán ha apuntado que el «espectáculo» que está dando el partido «que en principio tendría que encarnar la alternativa al Gobierno» no ayuda ni al PP ni al sistema político en general.
Rufián dobla la apuesta
La mayoría de socios parlamentarios del Gobierno no han querido entrar a valorar la situación de «otro partido». Por ejemplo, la portavoz de Junts per Catalunya, Míriam Nogueras, se ha limitado a desear suerte al PP «con el deep state» y las «clocas del Estado que ellos han creado». Y fuentes de su partido consultadas añaden que «no han querido entrar en peleas internas de otro partido».
El único que ha entrado en el fondo de la cuestión, añadiendo más gasolina al fuego, ha sido Gabriel Rufián, jefe de filas de ERC en Madrid. El dirigente nacionalista ha sugerido al presidente del PP, Pablo Casado, que dimita como líder del partido porque la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, «va a por todas» y ha alertado al Gobierno del riesgo de que Vox pueda llegar a conseguir «70 u 80» diputados en unas próximas elecciones.
En rueda de prensa, Rufián ha censurado «las prácticas casi mafiosas» que asegura estar viendo entre los dirigentes de la formación conservadora y ha lamentado que en estos momentos «la gran esperanza» en ese partido sea «una señora que en lo peor de la pandemia facilitó el business a su familia», en referencia a Ayuso, «o un señor que alternaba con narcotraficantes en yates», en alusión al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.
No debilitar el Ejecutivo
La formación de Oriol Junqueras es consciente que si hay un adelanto electoral podría perder su posición hegemónica dentro del nacionalismo catalán. En este sentido, insisten en la necesidad de volver a reunir la «mesa de diálogo» entre gobiernos con el fin de que el «conflicto territorial» vuelva a marcar la agenda política. Sus últimas decisiones, como fue la de no apoyar la reforma laboral, les han distanciado de Podemos, pero no les conviene debilitar en exceso el Ejecutivo central.
Por esta razón, Rufián ha insistido en que la «apuesta segura de llegar a Moncloa es con Ayuso y no con Casado» y que mejor evitar escenarios de esta naturaleza y que el Gobierno de Pedro Sánchez se centre en la agenda legislativa porque si sigue haciendo equilibrios la derecha le pasará por encima «sea con Ayuso o Feijóo».