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La guerra interna del PP reabre el debate en Podemos sobre un adelanto de las generales 

Los principales dirigentes de Podemos quieren salvar lo que puedan del partido y, sobre todo, conservar su poder específico en las instituciones

La guerra interna del PP reabre el debate en Podemos sobre un adelanto de las generales 

La guerra interna del PP ha vuelto a activar el debate interno en Podemos sobre un posible adelanto electoral de las generales. La reflexión sobre un adelanto se desarrolla desde al menos la salida de Pablo Iglesias. Ya en aquel momento, el ex líder morado avisó a sus compañeros de que no excluyeran que Pedro Sánchez rompiera el tablero y convocara un adelanto para el segundo semestre de 2022. Iglesias volvió a hablar de ello a finales del año pasado, y ahora internamente varios cargos morados creen que la guerra interna en el PP obliga a recuperar el asunto

Las posiciones no son claras, aunque la cúpula morada coincide en que la clave es el tiempo. La figura de Yolanda Díaz y su proyecto político puede afectar a su futuro. Los principales dirigentes de Podemos quieren salvar lo que puedan del partido (abriendo incluso a cambios de sigla) y, sobre todo, conservar su poder específico en las instituciones. Es decir, que necesitan tener la seguridad de que revalidarán en los primeros puestos de las listas electorales. Para ello puede ser conveniente que se vote cuanto antes, y no esperar dos años para que Díaz se refuerce.  

El problema es que Yolanda Díaz no quiere tutelajes. Iglesias la nombró su sucesora para controlarla desde fuera, dejando el liderazgo real de Unidas Podemos en manos de Irene Montero. Díaz, sin embargo, ha dinamitado estos planes y ahora quiere dar una gira por los territorios para fichar a referentes de la izquierda y lanzar un artefacto electoral que canibalice a Podemos

Es por ello que desde hace meses, tal y como ha podido saber THE OBJECTIVE, la cúpula debate sobre los beneficios para Podemos de un adelanto electoral. El problema es cómo «venderlo» hacia fuera. Podemos no puede convertirse para la opinión en el actor que ha roto la coalición de izquierdas, con el peligro de que los populares y Vox se hagan con la Moncloa.

Una cuestión de tiempo

Este cálculo frenó todo tipo de especulaciones, aunque las elecciones en Castilla y León y la guerra interna entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso ha reabierto el debate. Por un lado, Podemos se ha dado cuenta de que el proyecto de Yolanda Díaz está mucho menos arraigado de lo que la dirigente gallega quisiera. Pero faltan dos años para los comicios generales (por el semestre europeo podrían convocarse para enero de 2024). Y es un tiempo suficiente para que Díaz arme su alternativa, mientras se producen otros batacazos de los morados en las elecciones de Andalucía y las municipales de 2023. 

El calendario electoral amenaza a Podemos. En Andalucía el partido está más débil que nunca. Internamente ha estallado el malestar. Los referentes del mundo periodístico y de influencia acusan a la dirección de no saber renovar la organización y su mensaje. Las pocas bases que quedan critican a Irene Montero por delegar en el PCE y Enrique Santiago todas las cuestiones organizativas. Eso implica que los comunistas se hagan con el control del partido. 

Es por ello que en algunos sectores de Podemos circula la idea de que un adelanto electoral de las generales no sería un escenario del todo perjudicial: permitiría salvaguardar el poder relativo que detiene la actual cúpula y frenar el desarrollo de Yolanda Díaz, atándola en corto antes de que construya su plataforma. Según las fuentes consultadas, tanto Santiago como el propio Iglesias respaldarían esta opción. 

La «corrupción» del PP

La operación, es obvio, conlleva riesgos. Pero algunos sectores del partido morado creen que todavía se puede explotar el miedo a Vox (entre ellos, el propio Iglesias), reivindicar el pacto estratégico con los nacionalistas y recuperar el viejo leitmotiv de la «corrupción» del PP. El mensaje que el partido trasladó el pasado jueves tras el estallido de la guerra interna en el PP iba, de hecho, en este sentido. 

Los morados, además, creen que los socialistas también están valorando esta opción. Fuentes gubernamentales admiten que antes de los comicios de Castilla y León se habló de esta hipótesis. Y en el cuartel general de Pedro Sánchez se estudian las encuestas provincia por provincia desde antes de Navidad.

Sin embargo, fuentes socialistas sostienen que los sectores que hasta hace poco abrían a este adelanto, ahora creen que la crisis interna en el PP permite cerrar la legislatura con más soltura. La lógica de su cálculo es aprovechar esa debilidad y dejar a los populares que «se cuezan en su salsa». Sin embargo, otras fuentes del PP no piensan lo mismo y admiten que desde la crisis del pasado jueves no se puede excluir ninguna opción. Podemos, por su parte, sabe que como mucho solo puede presionar en la sombra, porque el botón electoral siempre está en las manos de Sánchez.

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