El PP se desmarca del Gobierno al defender una zona de exclusión aérea para Ucrania

El Partido Popular ha aprovechado la sesión plenaria del Consejo de Europa, institución con sede en Estrasburgo (Francia) pero distinta de la Unión Europea, para desmarcarse del Gobierno de Pedro Sánchez y defender la creación de una zona de exclusión aérea para Ucrania.

Los portavoces populares en política internacional, Valentina Martínez y Pablo Hispán, encabezaron la delegación del PP en dicha sesión, que pasará a la historia de esta organización panaeuropea por la decisión de expulsar a Rusia de su seno tras la invasión de Ucrania.

El PP defendió en la Comisión de Asuntos Políticos, en contra del criterio de los representantes del PSOE, una serie de enmiendas que pedían una zona de exclusión aérea, sobre todo en torno a las 13 centrales nucleares que tiene Ucrania en su territorio, entre ellas las de Chernóbil y la más grande de Europa, ubicada en Zaporiyia. Ambas fueron ocupadas por los rusos en los primeros días de lucha.

Para el pleno de la Asamblea Parlamentaria, se pactó una redacción más ambigua con el fin de conseguir el mayor número de apoyos. Así, la enmienda transaccional de los diputados del PP junto a colegas ucranianos, polacos y de otros países del Este pide al Comité de Ministros que considere «el incremento de la asistencia a Ucrania para sus esfuerzos de ampliar la protección de su territorio, inclusive su espacio aéreo, con el fin de reducir las costosas pérdidas humanas y las trágicas consecuencias humanitarias fruto de la guerra de agresión de Rusia».

Este punto salió adelante por 136 votos a favor, 27 en contra y 27 abstenciones. Fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE subrayan que esa redacción ampara a Ucrania a poder adoptar las medidas que estime más oportunas para defender su espacio aéreo. El propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reclamó este miércoles a Estados Unidos en su intervención retransmitida en el Capitolio que lo cierre a los aparatos rusos.

«Nosotros pedimos que se les diese el respaldo que los ucranianos necesitan para defenderse. Y ello conlleva la protección de su espacio aéreo», hacen hincapié las citadas fuentes. Hispán se reafirmó en esta tesis al tomar la palabra en el plenario de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, descartó dicha posibilidad el 4 de marzo al término de una reunión en la OTAN. «Esto no es un conflicto entre Rusia y la OTAN y, por lo tanto, no hay que dar la impresión de ninguna escalada. La única escalada militar que se lleva produciendo desde el jueves pasado es la que día a día hace (el presidente ruso) Vladímir Putin y su Ejército», aseveró entonces.

Josep Borrell, alto representante de la UE para la Política Exterior, incidió esta misma semana que crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania con el apoyo de los aliados sería «extender el conflicto a una Tercera Guerra Mundial». Un escenario que implicaría «tener la capacidad y voluntad de derribar los aviones rusos que la violen». Una opción que «es evidente que no queremos hacerlo».

Sin consenso sobre los cielos de Ucrania

El jefe de la diplomacia europeo advirtió de que los Veintisiete se están moviendo «al límite» de sus capacidades para ayudar al país agredido sin entrar en una situación que le obligue a formar parte del conflicto. Mientras, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, se mostró igual de contundente.

La posibilidad de una zona de exclusión aérea «se mencionó» en la primera semana de marzo, reconoció el dirigente noruego, pero «al mismo tiempo, los aliados acordaron que no deberíamos tener aviones de la OTAN operando en el espacio aéreo ucraniano o tropas de la OTAN en el territorio ucraniano».