Pedro Sánchez va más allá que EEUU, Alemania y Francia en el apoyo a la autonomía del Sáhara
España es el único país que ha dicho que la propuesta de Rabat sobre la excolonia es la más importante sobre la mesa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ido más allá que Estados Unidos, Francia y Alemania en su apoyo al plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara ya que España es el único país que ha dicho que la propuesta de Rabat es la más importante sobre la mesa, una diferencia puesta por escrito que es muy relevante en términos diplomáticos.
«Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable», subrayó el jefe del Ejecutivo en su carta a Mohamed VI. «En este sentido, España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo», añadió Sánchez.
Washington, París y Berlín han destacado en ruedas de prensa y comunicados que ven con buenos ojos la propuesta marroquí de autonomía para la excolonia española, pero por el momento no han llegado a decir que sea la opción más importante. Por ejemplo, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeir, escribió en enero a Mohamed VI una carta que abrió la puerta a la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países que estaban congeladas desde los últimos meses del Gobierno de Angela Merkel.
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Steinmeir afirmó al monarca alauí que Alemania «considera el plan de autonomía presentado en 2007 como un esfuerzo serio y creíble de Marruecos y como una buena base para alcanzar un acuerdo» sobre el contencioso. Es decir, abre la puerta a que haya otras opciones a negociar como quiere el Frente Polisario. Además, el presidente alemán recordó el apoyo de su país, «desde muchos años, al proceso de las Naciones Unidas para una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable para todas las partes».
La posición de Estados Unidos sobre el Sáhara
Tras ello, la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, subrayó el pasado 8 de marzo en Rabat que «Estados Unidos sigue considerando el plan de autonomía marroquí como serio, creíble y realista, y como un enfoque que puede satisfacer las aspiraciones de los pueblos de la región».
La ‘número dos’ de Antony Blinken utilizó las mismas palabras que Sánchez estampó en su carta unos días después, lo que ha llevado a diplomáticos españoles a sospechar que fue avisada de la iniciativa española cuando estuvo en Madrid el 7 de marzo, pero en la rueda de prensa con el jefe de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita, no llegó a decir que el plan de autonomía sea el más importante.
Francia, el principal aliado de Marruecos en la Unión Europea, también ha sido más cauto que España en la cuestión del Sáhara. El lunes, tras conocerse el contenido de la carta de Sánchez a Mohamed VI, París señaló que el plan de autonomía marroquí para el territorio en disputa es «una base» a partir de la cual se pueden llevar a cabo «discusiones serias y creíbles» sobre el futuro de la excolonia española.
El Ministerio de Exteriores galo defendió que «la posición de Francia en relación al Sáhara Occidental es constante» y pasa por lograr «una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».
El propio José Manuel Albares admitió el miércoles en el Congreso de los Diputados que el paso dado por España es «muy similar» a la posición de países como Francia o Alemania. «No dice ‘una base’, sino ‘la base más realista’. No es idéntica», reconoció el jefe de la diplomacia tras subrayar que «los matices no son cualquier cosa» en diplomacia.