Dos mil personas protestan contra el giro del Gobierno en el Sáhara: «No en mi nombre»
Los manifestantes sostienen que Pedro Sánchez ha traicionado al pueblo saharaui y piden que defienda su derecho a la autodeterminación
Zagma Yarbana ha escuchado miles de historias del desierto. Nunca lo ha pisado. Sus padres abandonaron el Sáhara hace tres décadas buscando una vida mejor. Alberga el sueño de conocer la tierra en la que nacieron sus ancestros. Al ser posible, como Estado independiente. Se le antoja más complicado desde que el Gobierno español decidiera apoyar el plan de autonomía marroquí. «No en mi nombre», ha gritado Yarbana, a la que acompañaban 2.000 personas. Se han concentrado este sábado en Madrid para protestar contra el giro de Pedro Sánchez, al que acusan de «traidor». Piden que reconsidere su postura y que defienda el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.
«Sáhara, libertad; Polisario vencerá» y «Sánchez, escucha, el Sáhara está en la lucha» son algunas de las proclamas que se han escuchado durante la concentración ante el Ministerio de Exteriores, en la Plaza de la Provincia. La protesta, que comenzó a mediodía y se ha dilatado durante casi dos horas, fue convocada por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS) bajo el lema «No en nuestro nombre». Los organizadores afirman que han asistido 5.000 personas, pero la Delegación del Gobierno rebaja la cifra a 2.000, según ha podido conocer THE OBJECTIVE.
«Promesas incumplidas al Sáhara»
Entre la multitud, muchos ciudadanos que han llegado en autobús desde todos los rincones de España para apoyar a «los hermanos saharauis». Es el caso de Neus, que viene desde Barcelona para «impedir que se cometa una injusticia», y de la malagueña Antonia Silva, que piensa que si Sánchez no da marcha atrás «le costará el Gobierno». La semana pasada envió una carta a Mohamed VI en la que catalogaba la propuesta marroquí de autonomía sobre el Sáhara como la «más seria, realista y creíble». Hasta ahora, España apoyaba el referéndum avalado por Naciones Unidas, que en 1991 creó incluso una misión especial.
«Ni Sánchez ni nadie puede decidir por los saharauis. Nos ha traicionado. Lo ha hecho sabiendo la hambruna que sufre mi pueblo y cómo Marruecos vulnera nuestros derechos diariamente. Eso significa matarnos», se queja Aisha, una saharaui que nació hace 22 años en los campamentos de Tinduf (Argelia) y que reside desde hace dos décadas en España. A su lado está Zagma Aoumar. Afirma que su pueblo ya conoce «muchas promesas incumplidas» y advierte de que negociar con Marruecos es ponerse del lado del ocupante: «El PSOE promete una cosa cuando está en la oposición y otra cuando llega al Gobierno».
Las lágrimas se agolpan en los ojos de Najiba cuando sus compañeras hablan de traición y abandono. Esta saharaui que lleva tres décadas en España espera que algún día sus hijos puedan vivir en su tierra «en mejores condiciones de lo que lo hicieron mis padres». Lanza un aviso a navegantes: «No somos moneda de cambio. Solo pedimos lo que nos pertenece». En su opinión, Sánchez les vende en silencio, pero «no se da cuenta de que mañana Marruecos reclamará Ceuta, Melilla y Canarias». Las personas que le rodean dejan de ondear las banderas saharauis y asienten con preocupación.
A unos metros, en un improvisado escenario que apenas se levanta un palmo del asfalto, desfilan multitud de políticos, sindicalistas y artistas para mostrar su apoyo al Sáhara. La encargada de conducir el acto ha sido la periodista Bonina Cheick, sonriente a pesar de las circunstancias y de que el cielo amenazaba lluvia. La primera en tomar la palabra, en representación de CEAS Sáhara, ha sido Ana Garrido. Ha exigido acabar con las traiciones al pueblo saharaui. «¿Por qué el invasor marroquí obtiene premio? ¿Hay territorios ocupados de primera y de segunda categoría?», se ha preguntado arrancando el aplauso de los presentes.
«Es una nueva traición del PSOE»
Garrido ha recordado que las encuestas revelan que el 70% de los españoles están a favor de que el Gobierno defienda el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Un 30%, ha continuado, preferiría no tomar parte activa y «solo» el 1,8% está a favor de que el Sáhara se convierta en una provincia marroquí. «Este Gobierno no representa a su pueblo. Esta es la mayor traición porque es contraria a todos nosotros». Antes de ceder la palabra, ha pedido apoyo «a todas las personas honradas».
«Es una nueva traición del PSOE. Haremos todo lo posible para que se defiendan los derechos del Sáhara», ha afirmado Inés Sabanés, de Más País. Su compañera en Madrid Mónica García se ha sumado a sus palabras. Paloma López, de Comisiones Obreras, ha recordado que «los derechos humanos no son una moneda de cambio ni una mercancía». La sindicalista ha pedido «articular los mecanismos» para que España vuelva a defender el referéndum de autodeterminación. Ha recibido un caluroso aplauso en una mañana fría.
Jesús Gallego, de UGT, ha solicitado que no se abandone al pueblo saharaui en nombre de la clase trabajadora, mientras que Juan Carlos Monedero aseguraba «hablar con tristeza». El dirigente de Unidas Podemos ha sostenido que el compromiso de su partido, que forma parte del Gobierno, sigue intacto y que lo que ha hecho Pedro Sánchez es «intolerable». «Hay un problema cuando se abandona la ideología porque se abandonan también los compromisos con los más vulnerables», ha insistido Monedero. A la protesta también han acudido Alejandra Jacinto e Isabel Serra, diputadas de Podemos en Madrid.
«Leemos con estupor el intercambio de comunicados entre los Gobiernos de España y Marruecos en el que nuestro Gobierno considera el Plan de Autonomía propuesto por Marruecos para el Sáhara Occidental en 2007 como única solución creíble al conflicto que España generó tras un proceso de descolonización inconcluso», se ha criticado en un manifiesto que ha leído un miembro de CEAS Sáhara. El texto considera que Sánchez se ha puesto «del lado del ocupante marroquí». Un argumento que también ha defendido Abdulah Arabi, representante del Frente Polisario en nuestro país: «España se autoexcluye de cualquier posibilidad de mediación con esta decisión unilateral».
Un final festivo
Antes de acabar la jornada, unos activistas han realizado una performance y el cantautor Luis Pastor ha condensado el tiempo y las emociones de los manifestantes con dos poemas, uno de Miguel Hernández y otro de su autoría, incluido en el álbum ¿Qué fue de los cantautores?: «Ya no quedan amaneceres para los que no duermen», ha comenzado recitando. La concentración ha acabado con un tono festivo. Algunos entonaron Canto a la libertad, de José Antonio Labordeta, y otros subieron al escenario, guitarra incluida, para cantar letras saharauis que entremezclaban protesta y reminiscencia por su tierra.
Muchos de los presentes no pudieron reprimir las lágrimas. El actor Willy Toledo se abrazaba con muchos de ellos. El periodista saharaui Taleb Alisalem aprovechó para tomar el micrófono y recordar que «50 años de lucha no pueden acabar con una cartita» y la influencer La niña del desierto grababa algunos vídeos para recordar que el Gobierno español no puede hablar en nombre de su pueblo. Mientras, la anciana Fatimetu Yedu, en silla de ruedas, trataba de abrirse paso en una protesta a la que «no podía faltar».